Precio de la ropa: el carácter cerrado de la economía argentina juega un papel fundamental, según Fundar
El think thank sostuvo que la evolución local de los precios de la indumentaria se desacopló de la dinámica global y regional.
Mientras que en los últimos 20 años la indumentaria en Argentina se encarece en términos relativos, en la mayoría de los países del mundo se abarató. Según un documento del think thank Fundar, “desde la salida de la convertibilidad en 2002, la evolución local de los precios de la indumentaria se desacopló de la dinámica global y regional”.
El informe explica que los altos precios de la ropa están explicados por varios factores, pero que hay una causa que juega un rol insoslayable: el carácter cerrado de la economía argentina, cuyos niveles de importación como porcentaje del PIB estuvieron en la última década entre los más bajos del mundo”.
“La industria textil-indumentaria argentina es ejemplo fiel de esa economía cerrada, con importaciones per cápita de prendas de vestir que son diez veces menores a la media mundial e inferiores a las de países de la región como Brasil, Chile, Colombia o Perú”, remarcó el estudio de Fundar.
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Y agregó: “La industria textil-indumentaria es uno de los sectores más protegidos de la economía argentina”.
A su vez, el texto desarrolla las consecuencias que involucra que la economía argentina sea cerrada. Por un lado, niveles altos de protección generan precios más altos de los insumos y productos y menor variedad y calidad, dada la menor oferta disponible respecto de una situación de apertura.
“Todo esto trae perjuicios para las y los consumidores locales. A su vez, la protección torna rentable la producción nacional de ciertos insumos y bienes finales, lo que promueve el empleo y las capacidades productivas locales”, sostuvo el informe realizado por Daniel Schteingart, Gustavo Ludmer y Nadia Schuffer.
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Por su parte, en un informe de Fundación Pro Tejer comentaron que “muchos afirman que la apertura comercial explica la caída de precios", y señalaron que "se considera que durante el gobierno pasado (2020-2023) la ropa era cara y aumentaba su precio porque la economía estaba ‘cerrada’”.
“Pero 2020-2023 fue récord de importaciones, a pesar de la restricción externa, superando la gestión de Macri de mayor apertura comercial relativa. Crecieron las importaciones y aumentaron los precios. Pero entre enero y agosto de 2024, cayeron las importaciones con caída de precios”, añadieron desde la entidad.
“La importación no disciplina precios”, comentó Jorge Sorabilla, secretario de la fundación Pro Tejer.
En contraste, “una mayor apertura comercial amplía la oferta en el mercado local, lo que deriva en menores precios. Esto beneficia a las y los consumidores de los insumos y productos. También permite la entrada de una mayor diversidad de bienes, varios de los cuales son de una calidad superior a la producción local. Además, existe evidencia de que un mayor grado de exposición a la competencia incentiva a las firmas a mejorar la productividad e innovar para sobrevivir, lo que lleva a ganancias de eficiencia y mayor crecimiento en el largo plazo”, continuó el documento de Fundar.
“Sin embargo, al mismo tiempo, la apertura perjudica a empresarios y trabajadores de los sectores antes protegidos, por la vía de menor rentabilidad, salarios o nivel de empleo”, concluyó.
Fundación Pro Tejer
Las propuestas de Fundar para mejorar el comercio exterior
Con el objetivo de abaratar la ropa en el mercado local hasta converger a un esquema de precios relativos de las prendas similar al de Brasil (18% menores a los actuales) y mejorar la relación precio-calidad en el mercado local a través de un incremento de la oferta y la variedad de insumos y productos, el estudio de Fundar propone tres acciones a realizar para el sector en materia de comercio exterior.
En primer lugar, eliminar el impuesto PAÍS a la importación. A su vez, propone “realizar una revisión integral de los derechos de importación de insumos y productos de esta industria”.
Por último, sostiene que hay que evitar el uso de herramientas discrecionales que dificulten el comercio exterior de esta industria, “como las licencias no automáticas”.
GM / ds