suba de los costos

Nuevo default en el agro: critican baja rentabilidad

Crisis. Una nueva compañía se sumó a la cesación de pagos. Foto: AFP

Los Grobos, Agrofina y Surcos declararon la cesación de pagos este mes y destaparon un secreto que no salía de los campos: durante el primer año de Javier Milei cayó la rentabilidad de los productores. Esta semana se sumó Campo de Avanzada SA, una pyme que tampoco pudo hacer frente a sus obligaciones.

La compañía comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no abonará el último pago de capital e intereses de la obligación negociable lanzada en enero de 2022. Se había endeudado por $ 25 millones y este martes tendría que abonar la última cuota del capital, por $ 6,25 millones, más intereses. Con sede en Córdoba pero con campos en Entre Ríos, se encontraba en concurso preventivo desde 2024.

El diputado entrerriano Juan José Bahillo explicó a PERFIL que “el campo está en un momento muy crítico por una cuestión muy sencilla: los costos de producción subieron entre un 120% y un 360% entre la devaluación y el incremento del precio del combustible. Sin embargo, los ingresos de los productores crecieron desde un 45% para la soja hasta un 80% para el maíz. A esta brecha desfavorable para la producción hay que sumarle la crítica situación climática que va a impactar negativamente en el rinde de los cultivos”. “La situación del sector primario está en el peor de los momentos, con rentabilidad negativa, lo cual hace inviable este nivel de retenciones”, esgrimió el también exsecretario de Agricultura de Sergio Massa.

El legislador del Partido Justicialista justamente presentó el viernes pasado un proyecto de ley que busca establecer un régimen de beneficios fiscales progresivos para el sector agropecuario de su provincia. La iniciativa, impulsada en respuesta a las dificultades económicas actuales, contempla la suspensión de apremios fiscales, el diferimiento del pago de ingresos brutos y exenciones impositivas, con especial atención a los pequeños y medianos productores.

Sobre la razón por la que no se dio esta situación de defaults en 2022 o 2023, Gastón Borsini, presidente de la Confederación General de la Producción, planteó que en su momento “los precios internacionales estaban altos, los costos de energía, como el gasoil, estaban bajos y el ministro de Economía del anterior gobierno los financiaba con el dólar soja”. “Siempre que los números no dan, le echan la culpa al tipo de cambio. Si de un dólar de $ 350 pasamos con Milei a uno de $ 820 y ahora estamos en $ 1.060, que supuestamente está atrasado y hay que llevarlo a $ 1.500, cuando esté en ese nivel y se disparen todas las otras variables van a decir que está atrasado y que habría que llevarlo a $ 2.000”, criticó escéptico Borsini.