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La UADE entregó un doctorado “honoris causa” al economista Ricardo Arriazu

El economista brindó un discurso en el que habló sobre su experiencia de vida y laboral, destacando las instituciones, la familia, la historia y el análisis económico en un imprescindible diálogo con otras ciencias sociales y políticas. Destacó que su mayor aporte fue “el enfoque de flujo a la macroeconomía”.

Entrega del honoris causa a Ricardo Arriazu, Economista. Foto: UADE

La Universidad Argentina de la Empresa (UADE) entregó este miércoles un doctorado honoris causa al reconocido economista Ricardo Arriazu, de vasta experiencia internacional. En su discurso, el analista dijo que se trataba de un “inmerecido honor, que es una caricia para el alma” y habló sobre su experiencia de vida y laboral, destacando las instituciones, la familia, la historia y el análisis económico en un imprescindible diálogo con otras ciencias sociales y políticas. 

Arriazu comentó: “Hace 30 años escuché a un gran economista tucumano, Víctor Elías, presentar a un premio Nobel, Franco Modigliani, quien dijo básicamente: ‘Para llegar a esto se necesitan buenos profesores, buenos compañeros y buenos alumnos’. Yo tuve la suerte de tener las tres cosas, pero creo que Víctor se olvidó de dos cosas más. Para llegar hay que tener una gran familia y amigos”, enumeró, emocionado. El especialista aseguró que la economía es una caja de herramientas “para tratar de mejorar las condiciones de vida del ser humano”, en su búsqueda de libertad

Por ello, mencionó que a través de las instituciones las sociedades buscan resolver los conflictos, porque “la disponibilidad de bienes y servicios no es suficiente” y la humanidad en realidad busca satisfacer su derecho “a la felicidad”. Entonces narró su recorrido académico, desde Tucumán y Mendoza hasta Chicago y Minnesota, donde detalló las contradicciones de sus ideas, que fueron cambiando con los años. 

El audio del discurso completo de Ricardo Arriazu:

Por ejemplo, habló de defender la flotación, para luego entender que en realidad “depende del país”. Tras recordar que Milton Friedman lo interrumpió en el Congreso de Estados Unidos para opinar que “la flotación funciona en países grandes, pero Argentina no tiene que tener moneda”, concluyó: “Rápidamente me di cuenta de que había algo que no me cerraba. Los modelos no me cerraban”. “Ahí desarrollé lo que considero humildemente que fue mi mayor contribución. No es el cubo, no es el esquema, es en realidad el enfoque de flujo a la macroeconomía”, estableció, algo que definió como “tremendamente poderoso”, porque lo sigue usando “para explicar a Argentina y al mundo”. 

El flamante doctor definió a Platón como un “desarrollista, un soft moneyman. “Convenció al rey de Siracusa de emitir moneda con un valor tres veces su valor, digamos, físico. Y para que funcione le dio el monopolio de la moneda al Estado y puso control de cambio absoluto. Nosotros somos argentinos, sabemos cómo funciona el control de cambio”, bromeó y agregó: “Platón armó una hiperinflación de novela y el rey de Siracusa lo vendió como esclavo y sus alumnos tuvieron que comprarlo”, contó. 

“Aristóteles era el asesor de Alejandro y le dijo muy claro: ‘Si tiene que tener un imperio, tiene que tener una moneda que circule por todo el imperio y que preserve su valor’. Aristóteles era un hard moneyman. Ahí me di cuenta que uno no puede ignorar la historia”, recordó Arriazu. “Finalmente llegué a la conclusión de que uno no puede separar la economía de las otras ciencias. Uno no puede hacer un programa económico en el vacío, ignorando los efectos políticos y sociales, de la misma manera que un político no puede hacer un programa político ignorando la economía”, explicó.

Arriazu: "Uno tiene que usar el instrumental, tener la mente abierta y aprender lo máximo que pueda"

“En el fondo, la separación de las carreras era inevitable, pero es un error. De esa manera retrocedí 200 años y me volví a los economistas clásicos. Yo creo que hay que mirar la gran dinámica de todas las variables. Y todos los días sigo estudiando para ver qué más tengo que agregar y qué más tengo que aprender. Lo que les acabo de contar es mi experiencia de vida, pero básicamente como enseñanza para la juventud. No hay que tomar los libros de texto como vienen”, postuló ante el público de la entrega de su premio. 

Por último, concluyó: “Se acostumbra a decir en política monetaria ‘la política monetaria tarda 12 meses en producir el impacto’. Mentira, eso es en Estados Unidos, para que haya una discrepancia en oferta y demanda que se note. En Argentina tarda una semana. No se puede ignorar que Argentina es una economía bimonetaria. No puedo tomar la receta que me dan países que no comprenden cómo funciona la economía bimonetaria. Lo que trato de decirles es que uno tiene que usar el instrumental, tener la mente abierta y aprender lo máximo que pueda. Y esa es la lesión de vida que yo tuve. Muchas gracias”, cerró su discurso.

 

Quién es Ricardo Arriazu

El economista, doctor honoris causa, completó sus estudios de grado y de posgrado en las Universidades de Tucumán, Cuyo y Minnesota. Fue distinguido por la Fundación Estirpe, por la Fundación del Tucumán y por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Tucumán por su carrera profesional. Fue nombrado Profesor Emérito por la Universidad Católica Argentina. Fue integrante del Foro Iberoamérica. Disertó en numerosos países del mundo y prestigiosas universidades tales como Harvard, Chicago, John Hopkins y Bocconi. 

Fue asesor de empresas y gobiernos en varios países y representó a la Argentina en el Directorio del FMI y en el Grupo de los 20. Es socio fundador del Estudio Ricardo Arriazu y Asociados, firma especializada en análisis económico internacional y finanzas con clientes en Argentina y otros países. Fue integrante de los directorios de Bansud (Argentina), Banacci (México), del International Advisory Board de Nasdaq (EEUU) y Sonae (Portugal). Es autor de más de cuarenta libros y artículos.

Arriazu opinó que el ajuste fiscal de Milei fue “brutal” y que “se fue de mambo” con el recorte del gasto de 7% del PBI

Es uno de los economistas favoritos del actual presidente, Javier Milei. El mes pasado advirtió que “si devaluamos, se acabó todo el programa, se acabó Milei, se acabó todo”. También destacó que le sorprendía la imagen positiva del mandatario libertario, dado que “cayó el salario real, cayó el empleo, cayó la actividad económica”. “Eso tiene que ver con que hubo hartazgo en la sociedad argentina y a que está dispuesta a darle tiempo. Pero todo está basado en la esperanza. La gente espera que baje la inflación y que suba la actividad económica de a poco. Si eso no pasa, vamos a tener un problema político”, comentó en un almuerzo del Rotary Club Buenos Aires. 

Arriazu junto a Héctor Masoero, presidente del Consejo de Administración de la UADE

Asimismo, recomendó “ir levantando de a poco” el cepo. Aunque “lo odie”, “si hubieran abierto el cepo y flotado, habríamos tenido hiperinflación automática”, señaló. Dijo que los niveles de pobreza actuales son “horribles” y “catastróficos” y que “la única manera de eliminar la pobreza y la indigencia, contenida por los planes, es creciendo”. En abril ya había señalado que el ajuste fiscal de Milei fue “brutal” y que el Gobierno “se fue de mambo” con el recorte del gasto de 7% del PBI. “No hace falta tanto. No sé si lo hicieron de gusto o si les salió de casualidad. Creo que le pegaron por donde pudieron y les resultó bien. Si la economía se recupera, la recaudación va a subir. El Gobierno tiene que subir ahí el gasto a las jubilaciones y bajar impuestos, como el PAIS y retenciones. La gente necesita la plata”, sostuvo.  

 

ML / Gi