La SIDE destinó a personal por mes el equivalente al presupuesto anual de Capital Humano

En un contexto marcado por las protestas por el ajuste a los jubilados y en el que algunos manifestantes denunciaron la presencia de infiltrados, el Gobierno aumentó esta semana los gastos reservados del Ministerio de Seguridad (en $ 200 millones) y de la Secretaría de Inteligencia (en $ 1.625 millones). Estos no son, sin embargo, los únicos fondos que se incrementaron durante los últimos meses para esa oficina.

Durante 2024 la Secretaría de Inteligencia destinó, en promedio, $ 3.300 millones mensuales a gastos de personal. Pero a ese monto llegó luego de aumentar su presupuesto en la segunda mitad del año –un incremento presupuestario que ocurrió tras el rechazo del DNU que le otorgaba al organismo $ 100 mil millones–. Según pudo constatar PERFIL, hasta julio el total de presupuesto de la SIDE ascendía a los $ 19 mil millones, con lo que tenía fondos totales disponibles para menos de la mitad de lo que ejecutó solamente al pago de salarios.

En lo que va de 2025, según los datos del presupuesto abierto, la Secretaría de Inteligencia gastó en el pago de sueldos $ 7.969,54 millones, lo que significa un total cercano a los $ 4.000 millones por mes, a pesar de haber iniciado un proceso de reestructuración en 2024. Este monto es cuatro veces superior al consignado en la ejecución presupuestaria de 2023, cuando se emplearon $ 1.074 millones mensuales y $ 12.894 en total del año para la que entonces era la Agencia Federal de Inteligencia. Los fondos vigentes para la totalidad de 2025 son $ 40.183,65 millones, la misma cantidad con la que finalizó 2024, con una ampliación del 205%.

Se trata de uno de los organismos cuyos montos consignados para el pago de sueldos presentó un crecimiento mayor: superior incluso al de todos los ministerios, salvo en el caso de la cartera de Justicia, que absorbió otras dependencias. En porcentaje el salto fue del 238%: ese ministerio pasó de un presupuesto de $ 11.398 millones a uno de $ 38.599 en remuneraciones, de los cuales desembolsó $ 27.229 millones. Es decir que durante 2024 destinó cerda de $ 12 mil millones menos al pago de haberes que la SIDE. En lo que va de 2025 se ejecutaron $ 8.278 millones, un monto similar al de la oficina que dirige Sergio Neiffert.

Respecto al resto de los ministerios, durante 2024 el de Relaciones Exteriores amplió el monto asignado al pago de ingresos en un 165%, el de Salud en un 133%, el de Economía en 156%, el de Seguridad en un 154%, y el de Capital Humano un 111%.

Los recursos para este fin del último ministerio bajaron en 2025: ahora cuenta con $ 4.511 millones para todo el año, casi el mismo monto que la SIDE destinó por mes. Durante los primeros dos meses del año Capital Humano ejecutó $ 954 millones, ocho veces menos que lo ya invertido por la Secretaría de Inteligencia. El Ministerio perdió atribuciones y eliminó oficinas desde 2024: hasta noviembre de ese año la Secretaría de Cultura dependía de esa cartera, que ahora responde a Presidencia de la Nación. Además, esta semana se publicó en el Boletín Oficial la disolución de once iniciativas dependientes de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia.

Lo cierto es que el presupuesto destinado a personal de este ministerio se redujo de $ 77.264,03 millones en 2024 a $ 4.511,38 millones en 2025. PERFIL consultó a fuentes de esa cartera sobre este tema, pero hasta el momento de la publicación de esta nota no obtuvo respuesta.

Esta semana, a través del decreto 186/2025, el Ejecutivo informó modificaciones en el presupuesto. Entre ellas, una ampliación del dinero disponible para la SIDE en $ 7.366 millones. Los gastos reservados pasarán de $ 3.794 millones a $ 5.419 millones, lo que respecto a principios de 2024 representa un aumento del 733%.  

Con eso, los recursos destinados a esa Secretaría ascienden a los $ 55.622 millones, un salto del 190% respecto a los recursos con los que contaba hasta julio de 2024.

Ese mes, a través del decreto 615/2024, el Gobierno establecía la facultad de la Secretaría para “pasar a disponibilidad al personal que estime conveniente en función del proceso de reestructuración y disponer la jubilación extraordinaria de aquellos agentes que, sin perjuicio de su edad, hayan reunido los requisitos para obtener la jubilación voluntaria, y cuyos servicios no resulten necesarios”.

PERFIL intentó comunicarse con fuentes del gobierno para consultar si esa reestructuración implicó bajas, incorporaciones o ajustes salariales que justificaran el incremento en estas erogaciones, pero tampoco obtuvo una versión oficial al respecto.