Recuperación a cuentagotas

Empleo en la era Milei: ganadores, perdedores y los riesgos de la precarización

Un informe privado da cuenta de un cambio de fisonomía en el mercado laboral, con mayor crecimiento del cuentapropismo y la informalidad. Además, advierte que recién en un año se recuperarían los puestos de trabajo perdidos desde mediados de 2023.

El desempleo aumentó 7,7% en el primer trimestre del año Foto: Télam

El repunte del empleo que celebró el equipo económico a fines de 2024 es heterogéneo y, según estimaciones privadas, habría que esperar un año más para que se recuperen todos los puestos de trabajo perdidos desde mediados de 2023, cuando comenzó la contracción.

Así se desprende del último Informe de Coyuntura Laboral elaborado por el programa Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) perteneciente a la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (EIDAES_UNSAM).

Bajó el desempleo, pero también los trabajadores con aportes

Empleo: ganadores y perdedores en la era Milei

El análisis sostiene que a mediados del año anterior inició un cambio de tendencia en la actividad económica, que empezó a arrojar signos positivos. No obstante, el rebote no alcanzó para revertir el desplome de 7 puntos que ocurrió entre agosto de 2023 y abril de 2024.

En ese contexto, durante el tercer trimestre del año pasado, la desocupación creció respecto del mismo período de 2023, pero registró una tenue disminución en relación con los tres meses anteriores. Además, el empleo formal del sector privado dejó de caer y marcó su tercer mes consecutivo de alza en septiembre.

Por otra parte, el estudio de CETyD asegura que los salarios de los trabajadores formales del sector privado recuperaron el poder adquisitivo que tenían antes del salto cambiario de 118% de diciembre de 2023 y la consecuente disparada inflacionaria.

Colocando la lupa sobre el mercado de trabajo durante la era Milei, los analistas observaron un conjunto de transformaciones que parecen haber modificado algunas características de su fisonomía, ponderando a los cuentapropistas y los informales por encima del resto.

"En primer lugar, a fines de 2024 no se está logrando satisfacer toda la demanda de empleo. En relación con 2023, no sólo creció el número de desocupados sino también el de ocupados demandantes de empleo (que son personas que tienen un empleo pero que están buscando otro) y el de subocupados (personas que trabajan pocas horas -menos de 35 horas a la semana- y quieren trabajar más)", advierten los expertos de la UNSAM.

El empleo formal (incluyendo sector público y privado) resultó el segmento más afectado por la crisis. Por oposición, el trabajo informal se mantuvo estable y el cuentapropismo creció de manera marcada. "Tal evolución podría ser indicio de un proceso de precarización laboral, en el que crecen las inserciones de mayor inestabilidad y menores ingresos", advierte el reporte.

Por su parte, el empleo público, que abarca al 18% del total de ocupados, redujo un 7% su dotación y, en simultáneo, perdió un 15% del poder adquisitivo en relación con noviembre de2023, evolución opuesta a la del sector privado, que recuperó la totalidad de la caída.

Las distintas actividades del sector privado tuvieron evoluciones dispares. En particular, en su interior es posible distinguir 4 grupos, según el comportamiento que tuvieron el empleo y los salarios en cada uno de ellos:

  • Los sectores con mejor desempeño: se ubican aquí las actividades primarias, en particular la minería, que registró un aumento de los niveles de empleo y de salarios. Por su parte, agricultura y ganadería tuvieron crecimiento del empleo con una leve caída salarial. Es posible situar también aquí a las actividades informáticas, subsector de servicios, que mostró crecimiento del empleo con preservación del poder adquisitivo de los salarios.
  • Los que preservaron empleo y salarios: el comercio y la actividad financiera son dos de los sectores que entre 2023 y 2024 lograron mantener sus niveles de empleo con cierta estabilidad salarial.
  • Los que perdieron empleo, pero preservaron salarios: se sitúan en este conjunto la industria (que, como veremos más adelante, evidencia un alto nivel de heterogeneidad en su interior), las actividades inmobiliarias, empresariales y otros servicios.
  • El sector más afectado: la actividad que tuvo peor desempeño en materia de empleo y salarios fue la construcción, que atravesó una muy relevante reducción de su dotación (-18%) y una caída del poder adquisitivo de sus salarios (-5%).

"Para los últimos meses de 2024 (sobre los que no hay datos oficiales aún) y principios de 2025 se espera una continuidad del proceso de crecimiento del empleo, aunque manteniendo el ritmo moderado de agosto, septiembre y octubre del año pasado. En efecto, el IPE-CETyD3 prevé expansiones de alrededor de 0,17% para noviembre/24, diciembre/24 y enero/25", proyectaron los autores del texto.

Las perspectivas de empleo de cara a 2025

De mantenerse la tendencia proyectada, recién en enero de 2026 se lograría alcanzar el nivel de empleo formal en el sector privado de agosto de 2023, el punto de quiebre de la serie. Ese parteaguas estuvo vinculado a la devaluación que impulsó el gobierno de Alberto Fernández tras la celebración de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).

"En relación con esta proyección, si bien es cierto que, durante las fases iniciales de recuperación de la actividad, la reacción del empleo suele ser lenta, el perfil sectorial que está adquiriendo la etapa actual no habilita expectativas de mayor optimismo en cuanto al ritmo de generación de nuevos puestos de trabajo", alertaron desde CETyD.

Bajo su perspectiva, mientras que los sectores más dinámicos durante los últimos meses (vinculados a la actividad primaria y a la informática) "no son altos generadores de empleo, dos de los sectores que están atravesando particulares dificultades en el contexto actual -como la construcción y la industria- representan una alta proporción del total del trabajo formal en el sector privado en nuestro país".

Sobre el final del informe, los especialistas en el comportamiento del mercado laboral señalaron que a fines de 2024, el poder adquisitivo de los salarios del sector privado superó levemente el nivel que tenía en noviembre de 2023, un mes antes de la asunción de Milei.

"En particular, durante los últimos 4 meses del año se definieron incrementos de las remuneraciones que superaron a la inflación. Como consecuencia, el salario real de los trabajadores formales del sector privado alcanzó en el último mes del año un nivel superior en 1,7% al de noviembre de 2023", concluye el reporte.

 

MFN / Gi