INTERANUALMENTE

El salario mínimo creció 82 puntos por debajo de los precios

En septiembre, una familia necesitó $ 964.620 para cubrir sus necesidades básicas y $ 428.720 para comprar la canasta de alimentos. Ese mismo mes, un salario mínimo alcanzaba a cubrir el 27,5% de la primera y el 62,2% de la segunda. Están atados a esta variable las jubilaciones, prestaciones por desempleo y AUH.

CAÍDA. El piso salarial perdió contra la inflación en lo que va del año. Foto: Grassi

De enero a septiembre de este año, el Salario Mínimo Vital y Móvil creció un 71,8%, treinta puntos por debajo de la inflación acumulada que, según el último informe del Indec, fue de 101,6%. También perdió en la comparación interanual: pasó de los $ 118.000 en septiembre de 2023 a $ 268.056,50 en septiembre de este año, lo que representa un aumento del 127%. La inflación, en cambio, fue del 209%: una diferencia de 82 puntos porcentuales.

Tras fracasar las negociaciones en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, el Gobierno estableció unilateralmente el sueldo para los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. Este mes es de $ 271.571, lo que representa un incremento acumulado en el año del 74%.

Esta semana, además del informe mensual de la evolución de precios, el Indec publicó el de la evolución de las canastas básicas. En septiembre, una familia tipo necesitó $ 964.620 para cubrir sus necesidades básicas y $ 428.720 para comprar la canasta de alimentos. Ese mismo mes, el ingreso más bajo para un empleado registrado alcanzaba a cubrir el 27,5% de la primera y el 62,2% de la segunda. Si se compara estos datos con los de septiembre de 2023, la caída también es pronunciada. Si bien en septiembre de ese año este sueldo tampoco alcanzaba a cubrir estas canastas, el porcentaje de cobertura era mayor: el 36,9% y el 79,9%, respectivamente.

La variación de precios de septiembre de 2023 a septiembre de 2024 medida en canastas básicas fue del 201,9% en la total (que pasó de $ 319.422 a $ 964.620) y de 189,13% en la canasta básica alimentaria (que pasó de $ 147.881 a $ 428.720). Ambas crecieron por debajo del índice de inflación general, pero por encima del aumento del salario mínimo. Hoy, de hecho, el piso de ingresos no alcanza a cubrir la canasta calculada para el año pasado.

Las paritarias estancadas frenaron la recuperación del salario registrado

El deterioro en los ingresos tiene muchas formas de medirse. Según los cálculos del Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC), una familia necesitó, en agosto, $ 58.553,36 por día para cubrir los gastos de bienes y servicios en CABA.  El sueldo mínimo de ese mes ($ 262.432,93), y puesto en esos términos, alcanzaba para solventar los gastos de 4 días. En febrero de este año, y según los cálculos de este mismo centro y tal como publicó PERFIL, alcanzaba para 6.

Durante el primer semestre del año, según el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) –y en base a datos oficiales– el salario del empleo no registrado “se redujo 29,5% respeto del primer semestre del año anterior y 24,8% respecto al semestre inmediato anterior, mientras que, si se analiza la evolución del SMVM se percibe un valor 28,5% menor que el primer semestre de 2023 y una retracción de 28,1% en relación al semestre inmediato anterior”.

En el sector privado y registrado, las paritarias estancadas desde julio “frenaron la recuperación del salario real que se venía dando meses atrás”, explicó el economista Federico Pastrana en su cuenta de X. “Una inflación en descenso junto con paritarias decrecientes plantean un escenario de continuidad del estancamiento del salario real”, analizó.

El salario mínimo influye en la determinación de otros ingresos como jubilaciones, prestaciones por desempleo, Asignación Universal por Hijo y cuotas alimentarias.