Señales mixtas

Economía en zigzag: se demora el rebote, pese a la baja de la inflación

La actividad económica tocó piso pero enfrenta dificultades para consolidar el crecimiento. El semáforo de los sectores. Por qué las medidas para contrarrestar la inflación podrían demorar la recuperación.

Actividad económica Foto: Noticias Argentinas (NA)

A pesar del sendero descendente que transita la inflación y de la "primavera" cambiaria que aporta estabilidad a la ecuación macro, la actividad económica no logra consolidar un crecimiento sostenido. Además, la recuperación se moderó y refleja un escenario heterogéneo entre los diferentes sectores que, según estimaciones privadas, podría extenderse hasta el fin de 2024.

Hasta mediados de este año, el ministro de Economía Luis Caputo se ilusionaba con un rebote en "V": caída brusca seguida de un vigoroso repunte. Sin embargo, con el correr de los meses los números enterraron los deseos del mandamás del Palacio de Hacienda y prolongaron el período de recesión.

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Zigzag económico: la actividad no logar despegar

Luego de aplicar un salto del tipo de cambio de 118% en diciembre de 2023 y recortar fuertemente el gasto público, la llamarada inflacionaria licuó los ingresos de los ciudadanos y horadó el poder adquisitivo, provocando una merma en el consumo.

A medida que la inflación empezó a descender -de 25,5% a 3,5%-, los salarios recuperaron una parte del terreno perdido y el incremento del crédito ayudó a que la rueda de la economía comience a girar a mayor velocidad. No obstante, esa dinámica operó de forma dispar y los rubros experimentaron una evolución disímil.

Aquellos vinculados a la exportación, como el agroexportador, el minero y el energético, crecieron tanto en términos mensuales como interanuales. Por el contrario, las industrias no transables y asociadas a "la calle" acusaron el golpe de la contracción de la demanda interna.

En tal sentido, los primeros indicadores de actividad económica de agosto arrojaron un comportamiento mixto. En primer lugar, el índice de producción industrial (IPI) registró un alza mensual de 1,5% y una retracción de 6,9% en comparación con el mismo mes del año pasado. En cuanto a la construcción, anotó una baja de 2,9% respecto de julio y de 26,4% en términos interanuales.

A propósito de la variación del crisol de actividades, la consultora INVECQ compiló las mediciones de alta frecuencia de septiembre que exhiben el zigzag al que está sometido la marcha de la economía argentina. La evolución de los indicadores parece desterrar la "V" y orientarse hacia una "W", con picos y pisos.

"A septiembre hubo un avance y crecimiento de algunos sectores. Por un lado, tanto el patentamiento de autos como el de motos se encuentra un 5,3% y 15,7% positivo en comparación con el mismo mes de 2023, respectivamente -crecimiento que pudo haber estado relacionado con el otorgamiento de créditos bancarios para este sector en los últimos meses-", reza el análisis.

En la misma sintonía, el crédito bancario al sector privado trepó un 6% interanual, convirtiéndose en uno de los drivers de la actividad. Al mismo tiempo, las transferencias de autos usados mostraron un buen desempeño, subiendo un 13%. En este grupo también se suma la liquidación del agro con un repunte de 21%, en buena parte explicado por la comparación contra la sequía de 2023.

Por el contrario, los analistas de INVECQ destacaron que el sector de la construcción "continúa aún sin despegar": "Tanto los despachos de cemento como las ventas de materiales para la construcción (Índice Construya), se encuentran un 18% y 22% interanual negativo respectivamente".

A este bloque de cifras en rojo se añadieron la producción de autos (-12,6%), índice de ventas minoristas (-5,2%) y la recaudación tributaria nacional de indicadores relacionados a la actividad. Estos arrojaron una variación negativa de 6,2%.

"La actividad continúa zigzagueando, con sectores en los cuales la recuperación ya se evidencia con mayor claridad y otros donde aún continúan sin despegar. Lo que ocurra en los próximos meses estará fuertemente condicionado por varios factores: i) corrección o no en el esquema cambiario, ii) impacto del blanqueo -ya que desde el gobierno esperan que parte del mismo vaya destinado a la recuperación de la economía- y iii) otros drivers como la recomposición de los salarios reales, que podrían traccionar favorablemente para finalmente lograr ese despegue en la actividad económica", concluye el estudio.

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Para los economistas de Fundación Capital, la mejora de la economía se amesetó en el último bimestre ya que los índices adelantados de agosto y septiembre cristalizan "cierta dificultad para consolidar una recuperación y transformar la forma de 'L' en una 'U'".

A la vez, advirtieron que ante la dilación de la convergencia inflacionaria al mismo ritmo de la pauta devaluatoria -2% mensual- las autoridades profundizarán la utilización de las anclas fiscal, monetaria, cambiaria y salarial, "con probables costos en materia de recuperación económica".

"De esta forma, prevemos que el PBI se haya retraído en torno a un 4% interanual en el último bimestre y que presente una merma del 3,7% i.a. promedio entre octubre y noviembre. Así, el año concluiría con un producto per cápita en niveles similares a 2020 y 2005", proyectaron. 

La recuperación sostenida, insisten, dependerá de una "normalización de la economía, la liberación de restricciones, una agenda pro-competitividad y una mejora en el poder adquisitivo". Para conseguir esos cuatro objetivos, deben encenderse los tres motores de actividad: consumo, inversión y exportaciones.

La caída del consumo y los límites para el crecimiento

"En cuanto al consumo, la mayoría de los indicadores exhibieron las importantes dificultades para consolidar una recuperación. A modo de ejemplo, la recaudación de IVA DGI, proxy de la dinámica del consumo privado, se contrajo un 8% mensual en septiembre (en términos reales, desestacionalizado), alcanzando el menor nivel desde mayo y posicionándose 9,1% por debajo del nivel de noviembre de 2023", plantearon.

El consumo masivo enciende señales de alarma luego de acumular 11 meses consecutivos de retracción hasta agosto (-0,8% mensual desestacionalizado, -15,8% vs noviembre). De esta manera, las ventas en supermercados evidencian una evolución en "L", con caída vertical y posterior amesetamiento, al mantenerse casi 10% por debajo del nivel de noviembre de 2023.

Respecto al último trimestre de 2024, los analistas de Fundación Capital previeron que la economía "continuará evidenciando una dinámica limitada" ya que "los ingresos de las familias mostraron sólo una recuperación parcial, el cepo cambiario impide generar un horizonte despejado para la toma de decisiones y el atraso cambiario limita el desempeño externo, moderando las ventas y abaratando las importaciones".

"Además, el foco de las autoridades en lograr la convergencia de la dinámica de los precios al 2% mensual requerirá de un refuerzo en las anclas antiinflacionarias, con un costo claro en términos de actividad", concluyeron sobre los esfuerzos del Gobierno por profundizar la desinflación.

MFN CP