Incertidumbre

Déficit de la cuenta corriente y reservas: los factores externos que complican el plan económico de Milei y Caputo

Analistas plantean que el frente externo es el talón de Aquiles del programa libertario. El Banco Central compra divisas pero no acumula reservas y se ensancha el déficit de cuenta corriente.

Javier Milei y Luis Caputo Foto: Agencia Na

En medio de las negociaciones frenéticas para sellar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), analistas privados advierten que el programa de Javier Milei y Luis Caputo tiene un talón de Aquiles: el frente externo. En un contexto de incertidumbre global por el avance de la política arancelaria de Donald Trump, la dificultad para acumular reservas internacionales y el déficit de cuenta corriente son dos escollos que el oficialismo deberá sortear para sostener el plan económico.

Desde mediados de enero, los mercados locales ingresaron en un sendero errático y la volatilidad se apoderó tanto de las acciones como de los bonos soberanos. De hecho, en lo que va del año el Merval cayó más de 13% en dólares, reflejando las fluctuaciones de los inversores.

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Cautela en los mercados

Fuentes consultadas por PERFIL expresaron que la caída de los activos argentinos en 2025 se debe, en buena parte, a una significativa toma de ganancias luego de un año récord en materia de crecimiento bursátil. En simultáneo, la falta de datos concretos sobre el pacto con el FMI -hasta la semana pasada- inyectaba una dosis de desconfianza en los operadores.

Las declaraciones de Milei durante su discurso en la Asamblea Legislativa respecto al avance del entendimiento con el organismo multilateral descomprimieron los mercados y precipitaron una reducción del riesgo país, que había quedado cerca de los 800 puntos básicos.

En paralelo, el equipo económico controla el tipo de cambio financiero mediante la intervención del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Además, las mayores liquidaciones del agro, sostenidas por la baja temporal de las retenciones, y los beneficios del carry trade asisten al Gobierno en el control del dólar.

"Así, la brecha se mantiene en la zona del 15%, techo implícito al que parece haber adherido el Gobierno desde mediados de diciembre. Estas intervenciones son a costas de reservas, no logran consolidarse en el balance del BCRA. Las netas siguen en terreno negativo (-US$ 7.000 millones aproximadamente) y reflejan una mejora menor respecto a los -US$ 11.000 millones heredados, aún después de haber contado con un superávit comercial de US$ 19.000 millones y pagos de deuda acotados durante todo el año pasado", manifestaron desde LCG.

El dilema de las reservas internacionales

Bajo la perspectiva de los analistas de la consultora, la administración libertaria intenta aumentar la oferta de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) "vía la baja de retenciones para anticipar liquidaciones y a través de la habilitación a los bancos a otorgar préstamos a personas/empresas con ingresos no dolarizados (que por norma deben liquidarse en el MULC)". 

"También sobrefinancia vencimientos pagando tasa más alta para sostener la demanda de pesos y evitar que se vaya a brecha. Esto sucedió en la licitación de esta semana donde Finanzas convalidó un aumento de tasas para las Lecaps más cortas consiguiendo una tasa de rollover del 165%", apuntaron.

Las medidas de Caputo y Santiago Bausili, titular del BCRA, apuntan a comprar tiempo hasta rubricar el nuevo acuerdo con el Fondo en las próximas semanas. Como un canal alternativo, aguardan los fondos externos que resulten de la aprobación de proyectos que adhieran al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Un informe de Max Capital puso el foco en que la balanza de pagos del Central reveló que la apreciación del peso está erosionando gradualmente las cuentas externas, "financiando un déficit de cuenta corriente con recursos locales y externos." 

Si bien el Gobierno logró un superávit comercial en enero, se trató del más bajo en la era Milei: US$ 142 millones. Esto se debe a un alza interanual de 24,6% de las importaciones, que treparon a US$ 5.748 millones. En simultáneo, las exportaciones crecieron 9,1% y totalizaron US$ 5.890 millones.

Para los analistas de Max Capital, las señalas preocupantes vinieron de la mano de las importaciones y el turismo. En cuanto al primer ítem, juzgaron que los importadores redujeron su deuda comercial, pero también se notó el efecto de una moneda más fuerte por la apreciación cambiaria.

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La balanza turística -emisivo contra receptivo- exhibió un saldo negativo de US$ 1.112 millones. "La presión del turismo y las importaciones muestra que el programa económico requiere niveles crecientes de financiamiento privado, proveniente tanto de instituciones locales (gracias a los flujos de blanqueo) como de financiamiento externo", advirtieron.

En tal sentido, los consultores de Cohen Aliados Financieros remarcaron que el buen desempeño del Banco Central en el MULC se apoyó en el ingreso de divisas por préstamos financieros. Este flujo permitió que la autoridad monetaria adquiera más de US$ 3.700 millones en el primer bimestre de 2025.

Sin embargo, dicho escenario pone de manifiesto una de las principales debilidades del esquema cambiario ya que aumenta la deuda de las compañías –en gran parte a corto plazo– en "un contexto de deterioro continuo de la cuenta corriente, proceso explicado por la recuperación del nivel de actividad y el atraso cambiario que hace que la demanda de divisas aumente más rápido que la oferta".

"Las reservas internacionales siguen siendo el pilar más flojo del programa económico. A pesar de la buena cantidad de divisas que compra en el mercado de cambios, los pagos netos de deuda y las intervenciones en el mercado de bonos impiden una acumulación sostenida que le permita al BCRA mejorar su posición", agregaron.

Déficit de cuenta corriente: el talón de Aquiles del plan económico

Otro de los factores que tensan la economía libertaria es el déficit de cuenta corriente. Se trata de una parte de la balanza de pagos que refleja el flujo de bienes, servicios, ingresos y transferencias que entran y salen del país. De acuerdo a la última medición del INDEC, fue deficitaria por octavo mes consecutivo al anotar un rojo de US$ 1.656 millones.

"El desbalance fue principalmente explicado por el sector privado, que presentó el mayor déficit de la era Milei al ser de US$ 1.047 millones frente a US$ 952 millones en diciembre. Mirando la cuenta corriente del sector privado en detalle, esta vez el balance de bienes fue superavitario en US$ 425 millones tras el déficit de US$ 39 millones en diciembre. Esta reversión fue posible gracias al carry trade de los exportadores ante la perspectiva de sostenimiento del crawling peg y una tasa atractiva en dólares oficiales", destaca un reporte de PPI.

En tanto, el documento explicó que el déficit de cuenta corriente privado fue explicado por el desbalance de servicios, cuyo rojo más que se duplicó de US$ 518 millones en diciembre a US$ 1.185 millones en enero, cuyo principal driver fue el déficit turístico: -US$ 1.112 millones. Es el mayor desbalance desde enero de 2018 y tuvo lugar pese a que el 70% de los gastos del turismo emisivo se pagaron con dólares propios de los argentinos.

Al mismo tiempo, el Central intervino con más de US$ 1.300 millones enero y febrero para contener la demanda de contado con liquidación (CCL), lo que hizo que destine parte de las reservas a mantener la brecha cambiaria en el orden del 15%.

En cuanto a la cuenta financiera, arrojó un déficit de US$ 175 millones debido al pago de los bonos Globales y Bonares de comienzos de enero que se tradujo en una salida de US$ 3.449 millones de las arcas del Gobierno y el Banco Central. En julio tendrá lugar un vencimiento de similar envergadura.

 

MFN / Gi