Cada vez más gente pide prestado para alimentos, acceso a la salud y alquiler

“Crisis tras crisis, la sociedad argentina continúa acumulando pobres más pobres, nuevos pobres y mayores desigualdades”, señala el informe del Observatorio Social de la UCA publicado esta semana, que compara datos de pobreza y desigualdad del primer trimestre de 2023 con los del mismo periodo de 2024: la indigencia pasó del 8,9% al 19,8% y la pobreza del 38,8% al 54,6%. Los indicadores no golpearon a todos por igual, ya que en este periodo para el 20% más rico de las clases medias la pérdida del ingreso real fue del 17,9%, mientras que para el 20% más pobre la caída fue del 27,8%.

Uno de los indicadores de la crisis es el endeudamiento, que crece en cuestiones básicas como alimentos, salud y vivienda. Un informe de la Federación de Inquilinos y Ni Una Menos reveló que en junio el 30% de los encuestados se endeudaron para pagar el alquiler, mientras ese porcentaje era del 16% en marzo de este año. La encuesta también reveló que los hombres están menos endeudados que las mujeres y las personas trans: el endeudamiento llega al 23,2% y al 36,7% respectivamente. 

El incremento en los precios de los alquileres explica en parte esta situación: “En el informe de enero, el 53,1% de los encuestados respondía que poseía deudas de algún tipo, mientras que los datos del mes de junio muestran que el 62% se encuentra endeudado. Es decir, al mismo tiempo que se destina una mayor proporción de los ingresos a pagar el alquiler, la cantidad de inquilinos que están endeudados también es mayor”, explica el informe. 

Para no ser pobre una familia necesitó $873.169 en junio según el INDEC

En junio, “el 34,4% de los ingresos de los hogares inquilinos encuestados se destina a pagar el alquiler más las expensas, sin considerar impuestos y tarifas de servicios públicos”. Pero el estudio hace una diferenciación con el caso de los alquileres que se firmaron después de la entrada en vigencia del DNU 70/2023, que derogó la ley de alquileres: el presupuesto de gasto destinado a vivienda asciende al 38,6%.

En cuanto a las deudas para cubrir alimentos, en promedio, más del 40% respondió que necesitó recurrir a un préstamo o financiación. Para las mujeres y varones y mujeres trans, las deudas por este motivo alcanzan al 48,1%, mientras para los hombres esta cifra se reduce al 34,9%. Mientras tanto, casi el 25% del total de los inquilinos se endeudaron para atender urgencias médicas. 

Cabe aclarar en este sentido que el informe se basó en una población que en su mayoría posee trabajo formal (en el 68,3% de los casos el jefe o jefa de hogar cuenta con trabajo registrado en relación de dependencia y en el 15% de los casos son profesionales autónomos). “Esto se debe a que una de las condiciones que impone el mercado inmobiliario para acceder a un alquiler es justamente tener un trabajo formal. Sin embargo, esto también da cuenta de que aún con mejores condiciones laborales los inquilinos se encuentran con enormes dificultades para pagar el alquiler”. 

Cuando se mide la población total algunos de estos datos cambian, e incluso pueden agravarse en grupos específicos. Según el Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de Córdoba, el 88,9% de las familias encuestadas tuvo que financiar alimentos en junio.

La inflación de los trabajadores fue de 5,1% en junio y el ingreso de los hogares cayó 15,1% en el primer semestre

Mientras el financiamiento para comprar bienes básicos crece, el consumo sigue cayendo. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de alimentos se desplomaron un 26,6% en junio con respecto al mismo mes de 2023, y acumulan una caída del 21,8% en el primer semestre del año. 

“La gente compra menos cantidades, muy selectivamente, se remite a los productos necesarios, cambia primeras marcas por segundas y terceras, y aprovecha las ofertas en todo lo posible. La opinión general de los comercios consultados es que se está atravesando una situación crítica, con precios más estables, pero con la situación financieramente muy delicada”, explicaron. 

La venta de medicamentos es una de las que lidera el ranking de la caída del consumo: fue del 32,8% con respecto a junio de 2023 y acumula una baja del 29,6% en el primer semestre. 

“Las farmacias atraviesan una situación muy dispar. Entre los productos meramente farmacéuticos la venta cae más moderadamente que en los de perfumería”. En lo que respecta a los medicamentos, además de las urgencias médicas, el endeudamiento también crece: la gente pide las marcas más económicas y fracciona pastillas cuando es posible, pero además elige farmacias en donde pueda pagar en tres o seis cuotas sin interés. 

El problema es que muchas personas vuelven a endeudarse para poder pagar la tarjeta de crédito. Según un estudio de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe y la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral, el 42% de las personas consultadas se endeuda para pagar los alimentos y la tarjeta de crédito.

Ciudad: por la crisis, hay 300 personas más por mes que pasan a vivir en la calle

El estudio de la Federación de Inquilinos señaló que en el caso de esta población los principales acreedores de los préstamos son los bancos emisores de tarjetas de crédito (44,3%), familiares y amigos (15,7%), los bancos a través de préstamos personales (15%) y plataformas como Mercado Pago o Ualá (13,3%).

“Otra cuestión importante a resaltar es que dentro de este grupo de hogares inquilinos endeudados, el 31,3% no tiene sólo un acreedor, sino que posee deudas con dos, tres o más entidades al mismo tiempo”, destacaron.  

Tal vez el dato más alarmante es que el 58,4% no conoce la tasa de interés que paga por esas deudas, algo que se da particularmente en el caso de las billeteras virtuales y mecanismos informales. 

Según un informe de CEPA, la población inquilina se incrementó del 24% al 36% del total de hogares residentes en la Ciudad de Buenos Aires durante los últimos veinte años. 

LT