CUMBRE DEL MERCOSUR

Bolsonaro marca la cancha del Mercosur: "No habrá retrocesos ideológicos"

El futuro del Mercosur, fundado en 1991, está ahora supeditado a las transiciones políticas y a las reorientaciones ideológicas d.e Argentina y de Uruguay

El Mercosur en riesgo: Bolsonaro rupturista Foto: CEDOC

El presidente brasileño Jair Bolsonaro enfatizó este jueves en la cumbre del Mercosur en Bento Gonçalves (sur de Brasil) la necesidad de proseguir con políticas de apertura comercial, en advertencias apenas veladas a cinco días de la toma de posesión de Alberto Fernández.

"Necesitamos llevar adelante las reformas que están dando vitalidad al Mercosur, sin aceptar retrocesos ideológicos", dijo Bolsonaro al abrir la reunión en la que participaron el presidente Mauricio Macri, el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y la vicepresidenta de Uruguay, Lucía Topolanski, así como representantes de países asociados al bloque.

El miércoles, Bolsonaro dijo al diario O'Globo: "Argentina dio un giro a la izquierda, nosotros vamos hacia el pragmatismo, peleándonos vamos a perder, pero Argentina pierde mucho más; pero yo no quiero perder, no quiero perder ni un dedito".

Transiciones y dudas

El futuro del Mercosur, fundado en 1991, está ahora supeditado a las transiciones políticas y a las reorientaciones ideológicas de Argentina y de Uruguay, donde el próximo 1 de marzo Luis Lacalle Pou reemplazará a Vázquez, poniendo fin a quince años de gobiernos de izquierda.

Las tensiones entre Bolsonaro y Fernández desde la derrota electoral de Macri preocupan en el ámbito de los negocios y por sus eventuales consecuencias en el proceso de ratificación del acuerdo de libre comercio firmado este año con la Unión Europea. Bolsonaro no asistirá a la investidura del nuevo ocupante de la Casa Rosada la próxima semana y su gobierno llegó a amenazar con abandonar el Mercosur, temeroso de que Fernández, heredero de una economía en crisis, adopte políticas proteccionistas.

Pero este jueves, tras abandonar la cumbre, Bolsonaro afirmó en una transmisión en vivo por redes sociales que los cuatro socios dieron "otro paso para concretar de hecho el acuerdo Mercosur-UE". "Tenemos prisa para que cada país lo apruebe lo más rápido posible. Todavía va a demorar, tal vez hacia fines del año que viene o del otro, pero vamos a implementarlo", afirmó el mandatario brasileño.

Al mismo tiempo, reunido en Buenos Aires con parlamentarios brasileños, Fernández expresó su deseo de mantener una buena relación con Brasil y anunció que nombrará como embajador al exvicepresidente de Argentina Daniel Scioli. "Si nos respetamos, convivir es más fácil. Transmitan al presidente Jair Bolsonaro mi respeto y valoración para trabajar juntos. Mi primer gesto con Brasil es enviar como embajador a alguien muy valorado por mí", dijo Fernández, según un comunicado de prensa.

Brasil es el principal socio comercial de Argentina y Argentina el tercero de Brasil, aunque el principal comprador de sus productos industriales. Por todo esto, Bolsonaro enfatizó: "Tenemos un destino en común, tenemos que cuidar que ninguna coyuntura altere nuestra relación: Brasil es un hermano con otro idioma".

Ideología vs. Pragmatismo

Las transiciones políticas impidieron un eventual avance en las discusiones para reducir el Arancel Externo Común (AEC), la elevada tasa -de un promedio de 13% a 14%- a importaciones de terceros países. Pero Bolsonaro dejó constancia de que no olvidará esa asignatura: "La tasación excesiva afecta a la competitividad y es perjudicial para quien produce. Brasil confía en la apertura comercial como herramienta de desarrollo", afirmó.

Ni Bolsonaro ni Macri se refirieron al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Brasil, que busca posicionarse como aliado estratégico de Washington, y de Argentina. Según analistas, el pragmatismo que Bolsonaro demostró en sus relaciones con Estados Unidos y China, sus dos principales socios enfrentados en una guerra comercial, deberá prevalecer también en el caso de Argentina, dada la interdependencia de las dos economías. "El gobierno de Brasil le dará el beneficio de la duda al nuevo gobierno argentino en relación a su política comercial, antes de adoptar cualquier actitud drástica", explicó Thomaz Favaro, analista de Control Risks.