OPINION

Comercio internacional: A 40 años del "Draw Back" en Argentina

El régimen de Draw Back permite la devolución total o parcial de los derechos de importación y otros tributos que gravan la importación de insumos utilizados en la producción de bienes exportados.

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El régimen de draw back en Argentina, establecido mediante el Decreto 177/85 y regulado en los artículos 820 a 824 del Código Aduanero, ha sido una herramienta clave para fomentar las exportaciones del país.

Este mecanismo permite la devolución total o parcial de los derechos de importación y otros tributos que gravan la importación de insumos utilizados en la producción de bienes exportados.

Busca mejorar la competitividad de las empresas nacionales en los mercados internacionales, eliminando costos impositivos que de otro modo encarecerían el precio final del producto exportado.

 

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A lo largo de estos 40 años, el draw back ha sido utilizado por diversas industrias, especialmente aquellas que requieren insumos importados para fabricar productos con valor agregado, como la automotriz, la textil y la de maquinaria. En un contexto de alta presión impositiva y volatilidad económica, este régimen ha permitido a muchas empresas mantener precios competitivos en el exterior y acceder a mercados más amplios.

Cómo funciona el "draw back" en la Argentina

El funcionamiento se basa en un principio simple: si un insumo importado es utilizado en la fabricación de un bien que luego se exporta, el Estado devuelve los tributos pagados en la importación de dicho insumo.

El Código Aduanero establece que esta devolución puede ser total o parcial, dependiendo de la proporción en la que el insumo importado esté presente en el bien exportado. En este sentido, el artículo 821 detalla los requisitos que deben cumplir los exportadores para solicitar el beneficio, mientras que el artículo 822 regula el procedimiento administrativo para su otorgamiento. Asimismo, el artículo 823 establece las condiciones bajo las cuales la Aduana puede denegar la devolución si se detectan irregularidades, garantizando así la transparencia del sistema. Finalmente, el artículo 824 permite a las autoridades modificar las alícuotas o suspender el régimen en caso de necesidad económica o fiscal. Este marco legal ha permitido que el draw back se mantenga vigente y se adapte a los cambios en el comercio exterior, aunque en algunos períodos ha sido objeto de ajustes por razones fiscales.

Qué hace América Latina en temas de comercio internacional y regímenes similares al draw back local

En América Latina, varios países han adoptado regímenes similares al draw back argentino con el objetivo de estimular sus exportaciones. En Brasil, por ejemplo, existe el "Regime de Drawback" regulado por la Receita Federal y el Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios. A diferencia de Argentina, Brasil ofrece tres modalidades de draw back: exención, suspensión e integración. La modalidad de exención permite a las empresas importar insumos sin pagar impuestos si demuestran que los utilizarán en productos de exportación. La modalidad de suspensión otorga un diferimiento del pago de impuestos hasta que el producto final sea exportado, mientras que la modalidad de integración permite compensar tributos mediante créditos fiscales. En Chile, el régimen de draw back está regulado en el Decreto Ley 825 y en el artículo 25 de la Ley de la Renta, estableciendo una devolución del 3% sobre el valor FOB de los bienes exportados cuando se utilizan insumos importados. A diferencia del sistema argentino, el chileno es más automático y tiene menor carga burocrática, lo que ha facilitado su uso por parte de las empresas exportadoras.

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México cuenta con un esquema conocido como "Regla Octava" dentro del Programa IMMEX (Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación), que permite la importación temporal de insumos sin el pago de aranceles ni IVA, siempre que sean utilizados en la producción de bienes destinados a la exportación. Aunque no es exactamente un draw back en el sentido tradicional, el resultado es similar: las empresas pueden fabricar productos sin la carga impositiva de los insumos importados, mejorando su competitividad en el mercado internacional.

En Colombia, el Decreto 1165 de 2019 regula el draw back dentro del marco de los incentivos a las exportaciones, permitiendo la devolución de derechos arancelarios en insumos importados cuando estos se incorporan a bienes exportados. Este sistema es particularmente relevante en sectores como el textil y el de autopartes, donde la importación de insumos es una necesidad constante.

Qué pasa en la Unión Europea y en Estados Unidos

En comparación con las regulaciones de América Latina, la Unión Europea cuenta con un sistema más amplio y estructurado de incentivos aduaneros. El Código Aduanero de la Unión (Reglamento UE 952/2013) contempla el régimen de perfeccionamiento activo, que permite la importación temporal de insumos sin pago de derechos para ser transformados y posteriormente exportados. A diferencia del sistema argentino, en el cual se devuelve el tributo pagado, en la UE directamente se exime del pago desde el inicio, lo que reduce costos financieros para las empresas. Este esquema es ampliamente utilizado en sectores industriales avanzados, como el automotriz y el tecnológico, donde los insumos importados son clave para la competitividad.

En Estados Unidos, el sistema de draw back está regulado en el Título 19 del Código de Regulaciones Federales (19 CFR Part 191) y administrado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). A diferencia de Argentina, el draw back estadounidense permite la devolución de hasta el 99% de los aranceles pagados en la importación de insumos, y su aplicación es mucho más flexible, abarcando no solo la manufactura, sino también bienes que hayan sido reparados, reacondicionados o incluso desechados sin haber sido utilizados. Además, Estados Unidos permite el "substitution drawback", que permite a las empresas reclamar la devolución de aranceles incluso si exportan un producto similar al importado, lo que amplía significativamente el alcance del beneficio.

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Las diferencias entre los sistemas de draw back en Argentina, América Latina, la Unión Europea y Estados Unidos muestran la diversidad de enfoques que los países adoptan para fomentar sus exportaciones. Mientras que Argentina y varios países latinoamericanos han optado por modelos basados en la devolución de tributos ya pagados, la UE y Estados Unidos han desarrollado esquemas más flexibles que incluyen la exención desde el inicio o la posibilidad de aplicar sustituciones. La principal ventaja del sistema argentino es que proporciona un alivio impositivo concreto a las empresas exportadoras, permitiendo compensar el impacto de la carga fiscal interna. Sin embargo, su principal desventaja radica en la burocracia y los tiempos administrativos para obtener la devolución, lo que en ocasiones genera problemas de liquidez para las empresas. En comparación, los sistemas europeos y estadounidenses ofrecen mayor agilidad y previsibilidad, lo que facilita la planificación financiera de las compañías.

Dado el actual contexto del comercio exterior argentino, donde las restricciones cambiarias y la presión tributaria afectan la competitividad de las empresas, el draw back sigue siendo una herramienta fundamental para fomentar las exportaciones.

Sin embargo, su eficacia podría mejorarse mediante la simplificación de los trámites administrativos y la implementación de mecanismos que permitan una devolución más rápida de los tributos. La experiencia internacional muestra que los modelos más eficientes son aquellos que reducen al mínimo la carga burocrática y ofrecen incentivos más amplios, permitiendo a las empresas operar con mayor previsibilidad. En este sentido, una reforma del régimen de draw back en Argentina, inspirada en las mejores prácticas internacionales, podría potenciar aún más su impacto en la economía y fortalecer el rol del país en el comercio global.

 

* Analista de comercio internacional.