Salud

Ladrones de tu mente

. Foto: Cedoc Perfil

Quiero explicarte quiénes son los ladrones de tu mente y, en particular, de tu atención, y transmitirte los factores que están influyendo tan poderosamente en que todos hayamos perdido la capacidad de concentrarnos en lo que hacemos. ¿Es malo distraerse? ¿De qué factores depende y quiénes son los personajes implicados en la atención? ¿Las pantallas son siempre perjudiciales? ¿Podemos recuperar la capacidad de enfocarnos correctamente?

Empecemos con William James, el padre de la atención. En su libro The Principles of Psychology expone que está íntimamente ligada a la experiencia, a cómo conectamos con la realidad y a cómo nos influye. No se puede desligar una de otra. Recibimos constantemente estímulos e información, pero no todo aviva la atención ni se convierte en una experiencia propia. ¿La razón?

No todo lo que nos llega activa nuestro interés. Lo que genera cierto atractivo para la mente y los sentidos es lo que la estimula.

La atención es un pilar de la vida clave para el aprendizaje –educar–, para la relación con las personas –empatizar–, para la meditación –conectar con lo profundo y trascendente–, para la reflexión—–encontrar respuestas a los temas más importantes– y para decidir con libertad –ser capaz de tomar las decisiones desde la información, emoción y cabeza–. También nos ayuda a activar el asombro, a ser curiosos. Sin ella, perdemos la gestión de los impulsos, carecemos de voluntad para posponer la recompensa, tenemos dificultad para mirar a largo plazo y resolver los diferentes retos diarios.

Existen estados de atención elevados como el flow –estado de flujo–, la meditación, la conexión con grandes verdades –de la cultura, de la ética, de la razón, de la emoción y de la trascendencia–—y la empatía. De hecho, William James manifestaba que parte de los genios poseían un enorme poder de atención sostenida, entraban en el estado de flow con más frecuencia. Respecto a la empatía, cuando no sabemos ponernos en el lugar del otro y bloqueamos la capacidad de prestar atención, pueden surgir dos fenómenos: la polarización y las posturas extremas.

Una sociedad con incapacidad de prestar atención arrastra un grave problema psicológico, de salud, familiar, afectivo, político y social. Para salir de una crisis precisamos de tipos muy inteligentes que sepan mucho del tema, que se pongan de acuerdo con otras personas involucradas en el mismo fin y sean capaces de buscar soluciones al respecto. En una crisis de atención perdemos a esos tipos listos –nos cuesta pensar– que se ponen de acuerdo con otros –nos cuesta empatizar– y que son capaces de buscar soluciones –la mente solo quiere sensaciones y gratificaciones instantáneas y tiene bloqueado el largo plazo–. ¿Y quiénes son los cuatro personajes más importantes que aparecen en los procesos de atención?

- Las ondas alfa del cerebro.

- La corteza prefrontal.

- La corteza cingulada anterior.

- La dopamina.

Nazareth Castellanos es una de las grandes científicas y divulgadoras del tema de la atención y de su relación con la meditación. Ha dedicado años a indagar sobre ello y expone de forma maravillosa este asunto en muchos de sus escritos y publicaciones. Incide en que atender supone desatender. Es decir, cuando el cerebro “decide” ocuparse de una tarea y poner su foco en algo, en ese momento necesita distraerse de otros estímulos. La atención se orienta al enfocarse en lo que lo seduce y bloquea lo que no le interesa, y así define su realidad. Cómo atiende y cómo desatiende tiene una base neurobiológica expresada a través de las ondas alfa del cerebro. 

Al activarse las neuronas, se genera una corriente electromagnética en sus membranas. Esta es la que se registra en el electroencefalograma (EEG), que analiza la actividad de grupos neuronales en el cerebro. Se mide en hercios (Hz), que corresponden a los disparos por segundo. Existen cinco tipos de ondas: beta, alfa, theta, delta y gamma.

Las alfa tienen una frecuencia de 8-12 Hz –ocho-doce ciclos/ disparos por segundo–. Son las encargadas de los momentos de relajación, de meditación o atención. Cuando una persona pasa a modo alerta, van disminuyendo y surgen las beta –donde se pone en marcha la actividad mental– o las gamma –estados complejos de la mente, de alta resolución, creatividad o resolución de problemas–.

En la atención, las protagonistas son las ondas alfa. Cuando estás atendiendo, se encargan de frenar otras áreas no implicadas en esa tarea y así contener las distracciones, inhibiendo estímulos para que puedas enfocarte en lo que estás realizando en ese instante. Si estás atendiendo en una charla, en un concierto, leyendo una novela, involucrado en una conversación, en una meditación pausada, y lo asocias con la respiración, en ese momento muchas de tus neuronas se sincronizan a la vez en ritmo alfa. Si uno tiene poca fortaleza en estas ondas, es más vulnerable a evadirse, pues esa barrera que bloquea las distracciones es débil. La mayor parte de las distracciones que surgen son de origen interno: pensamientos, rumiaciones, preocupaciones u obsesiones.

*Autora de Recupera tu mente, reconquista tu vida. Editorial Espasa. (Fragmento).