Vélez perdió una oportunidad en Santa Fe y le puso adrenalina a la última fecha del torneo

La expectativa estaba puesta en Vélez, porque si ganaba casi que se coronaba campeón de la Liga Profesional. Pero como pasó varias veces a lo largo de las últimas fechas, el foco se corrió. Y si Vélez era el sujeto noticioso de este texto, de repente pasó a ser Unión, porque le ganó al líder del torneo, y también todos los perseguidores, sobre todo Talleres y Huracán. Talleres porque si gana hoy lo iguala en puntos (pero queda muy lejos en goles) y Huracán porque juega contra Vélez en la última fecha y puede salir campeón en caso de ganarle en Liniers, en lo que sería una suerte de revancha del Clausura 2009.

Podríamos decir que Vélez flaqueó, y sería más o menos cierto. En realidad Vélez viene flaqueando hace varias semanas, solo que sus últimos dos partidos atenuaron esa sensación: el partidazo contra Boca en la Copa Argentina y ajustado triunfo ante Sarmiento lo pusieron de frente a la historia. Solo le falta un paso, que ante Unión no pudo dar, en buena medida porque el equipo del Kily González lo superó desde el principio.

Uno de los principales artífices de esa superioridad fue uno de los delanteros de Unión, Adrián Balboa, que volvió loca a la defensa, que pivoteó y desbordó en el primero y en el segundo tiempo. El gol llegó en ese tiempo, luego de un centro de Orsini que Elías Gómez metió de manera involuntario en su arco.

Con la necesidad de al menos buscar el empate, Vélez reaccionó. Aquino entró más en juego, Pizzini y Pellegrini colaboraron en ese armado. Pero los reiterados ataques tuvieron su final en el arquero Thiago Cardozo. Dos uruguayos, Balboa y Cardozo, fueron claves para el triunfo del Tatengue, ya asentado en zona de Sudamericana. El Unión del Kily es un buen equipo. Quedó demostrado desde principio de año, cuando venció en su debut al Racing de Costas. Vélez también: solo que para dar el salto de jerarquía y transformarse en el mejor, le queda una última oportunidad.