rugby championship: derrota final y balance

Un torneo que consolidó a Los Pumas en la élite

. Foto: Cedoc Perfil

Terminó el sueño y no terminó bien, pero lejos de generar fastidio o frustración, el saldo final es satisfactorio. El título frío, casi como la estadística, dirá que Los Pumas perdieron por mucho, 48-7, ante los Springbooks y no pudieron coronarse en el Rugby Championship. Sin embargo, lograron la mejor performance desde que entraron a este torneo, allá por 2012, y se afianzaron como nunca antes en la élite del rugby internacional.

Ya nadie podrá decir que Argentina no está en el mismo nivel que Sudáfrica, Nueva Zelanda o Australia, básicamente porque en este 2024 le ganó a las tres selecciones: en la primera fecha a los All Blacks en Wellington, en la cuarta a los Wallabies en Santa Fe y en la quinta a Sudáfrica en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero. No alcanzó para quedarse con el segundo puesto por primera vez porque la victoria de los All Blacks ante los australianos los colocó en esa posición.

El entrenador Felipe Contepomi, artífice de este buen momento del seleccionado argentino, masculló bronca: “Ya tendremos tiempo para analizar un poco más profundamente nuestra idea. Nosotros queremos dar pasos para adelante, pero indudablemente éste último partido no fue el caso y ahí es donde tenemos que ser muy duros con nosotros mismos para poder seguir creciendo”, dijo. Aunque enseguida dio una mirada más integral de lo que fue el torneo: “Hay cosas que se hicieron buenísimas y hay que reforzarlas. Tenemos que seguir aprendiendo”.

Paliza final. Los Pumas cayeron 48-7 frente a los Springboks en el encuentro por el título del Rugby Championship. El elenco sudamericano fue goleado y se desató una gran pelea en los minutos finales del partido por el certamen internacional.

Vapuleado 48-7 por el vigente campeón del mundo, que ahora homologó su condición con esta obtención, Los Pumas lograron marcar un único try, que llegó de la mano de Tomás Albornoz, en la primera parte del encuentro.

En la primera mitad del compromiso, el equipo guiado por Contepomi salió al terreno de juego con la ilusión de concretar una hazaña que podría haber quedado para los libros de historia. Sin embargo, las ganas no bastaron, y la calidad del rival se notó dentro de la cancha.

Los sudafricanos mostraron un gran repertorio de individualidades que se complementaron con un juego colectivo. A eso le sumaron un poderío físico, un factor determinante para la contundente victoria, que se potenció en la segunda parte: el cansancio de los argentinos también fue determinante.

Los Springboks rompieron la defensa planteada por Contepomi y así gestaron la paliza, que contó con siete tries, con un formidable desempeño del medioscrum Jaden Hendrikse, que para sorpresa general fue designado para tirar a palos, y de sustituto Handré Pollard, que pateó tres conversiones.