balance de los juegos panamericanos

Predominio de los deportes de equipo

Leonas. Volvieron a quedarse con la medalla de oro. Foto: twitter

La delegación argentina se despidió de los Juegos Panamericanos de Santiago con 75 medallas (17 de oro, 25 de plata y 33 de bronce), y un modesto séptimo lugar en el medallero. Pero más allá de la estadística, estas competencias volvieron a dejar claro la idiosincrasia del deporte argentino: la riqueza albiceleste está planteada en los deportes de equipo. Dos referentes del deporte nacional tratan de explicar esta realidad. Y cómo potenciarla.

Federico Diez Andersen es entrenador de la Selección de natación. En esta edición se lograron dos medallas (Ulises Saravia, plata, y Macarena Ceballos, bronce, además de la histórica presea de bronce del waterpolo masculino), aunque se estuvo lejos de las cuatro doradas conseguidas en Lima 2019 por Delfina Pignatiello (3) y Virginia Bardach, ya retiradas.

“En la natación pasó la generación que más se apuntaló, que fue el mix entre los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y la preparación de Buenos Aires 2018. Esa fusión de dos programas dio como resultado una generación con grandes talentos”, recuerda Diez Andersen.

“Pero las generaciones pasan y eso genera una transición que es normal, la de los que empiezan a dejar el deporte y a dedicarse a algunos emprendimientos personales, y los más chicos que empiezan a resurgir. En el medio nos agarró la pandemia, eso creo que también golpeó en el desarrollo”. Justamente, en ese renacer se encuentra la natación argentina.

“Este año hubo mucho apoyo, con la cantidad de viajes que hicieron tanto los mayores como los juveniles, preparación en torneos de Estados Unidos, también hubo una gira por Europa con juveniles y mayores”, detalla Diez Andersen, y agrega: “Me encantaría que se direccione nuevamente o con mayor acento a la natación, porque hay grandes promesas que están ahí, por dar el golpe en el plano internacional”.

Otro enfoque de esta realidad lo muestra Ariel Martínez, presidente de la Federación Argentina de Tiro y, además, entrenador de Fernanda Russo, emblema de la delegación que, con 24 años, se clasificó a sus terceros Juegos Olímpicos en rifle de aire 10 metros.

Para Martínez, “Argentina, culturalmente, es buena en deportes de equipo porque la pelota está en los pies de cualquier chico, de cualquier barrio, de cualquier pueblo, de cualquier municipio y en cualquier provincia. Es igual que con el básquet, en cualquier lado un chico se puede encontrar con el básquet”.

“El deporte de equipo se sostiene por tus compañeros”, sigue Martínez. “El deporte individual se practica desde la soledad, los objetivos siempre son personales, por eso es más exigente y demandante, y requiere más acompañamiento de afuera hacia adentro. Un equipo de fútbol, en cambio, puede estar convencido en ganar un torneo, aunque sea en un country, y se lo toman como una final, porque lo que generaron internamente es tan fuerte que se sobrepone a las circunstancias”, cierra Martínez.