en avellaneda

Independiente y San Lorenzo se repartieron un punto que no suma

Promesa. Santi López, uno de los pibes que entusiasman en el Rojo. Anoche no desequilibró. Foto: prensa independiente

El sonido de las tribunas del estadio de Independiente después del clásico con San Lorenzo marcaron la síntesis de lo que fue el partido: aplausos para los pibes del Rojo e insultos para los dirigentes. El cero a cero tuvo intensidad y evidenció cierta mejoría en el equipo de Julio Vaccari, pero que el entrenador no haya podido contar con los refuerzos porque los dirigentes no levantaron las inhibiciones cuando ya se disputaron cuatro fechas después del receso entra en el terreno de lo intolerable para los hinchas.

Independiente, además, jugó con diez durante 70 minutos por la expulsión de Alex Luna, que de manera irresponsable le metió un planchazo a Malcom Braida. VAR mediante, el árbitro le mostró la roja y parecía que se venía la noche.

San Lorenzo aprovechó el jugador de más y tuvo la pelota gran parte del primer tiempo, pero Independiente no se quedó y ante sus limitaciones pudo refugiarse bien atrás y salir de contraataque en momentos clave.

Ya en la segunda etapa, el arquero Rodrigo Rey se convirtió en la figura del partido, ya que le quitó un remate por la derecha a Alexis Cuello y tapó un cabezazo en el área chica a Andrés Vombergar.

Vaccari metió a todos los juveniles en la cancha buscando frescura y lo consiguió, ya que arrinconó a San Lorenzo en su propio campo y no lo dejó jugar con comodidad hasta el final del partido.

Desde que asumió Vaccari, Independiente sigue sin ganar, lo que motivó la protesta generalizada de los hinchas cuando terminó el partido.

San Lorenzo, a pesar de que pudo contar con sus refuerzos, nunca logró hacer valer el jugador de más que tuvo durante 70 minutos. Los dirigidos por Leandro Romagnoli intentaron, pero no tuvieron claridad para encontar los caminos para inquietar al arquero Rey. 

El empate no convenció a ninguno, ya que los mantiene lejos de los puestos de privilegio de la Liga Profesional y de la pelea por el ingreso a las copas internacionales del próximo año.

El único aspecto positivo en Independiente fue la entrega y el sacrificio que mostraron por los juveniles del club. Los ingresos de Hidalgo y Tarzia le dieron al equipo más frescura y ambición, al punto que no se notó que tenía un jugador menos. Esa reacción que Independiente mostró en el final fue lo que incentivó al público en las tribunas.

Los últimos minutos desbordaron de intensidad. Rey volvió a cerrar el arco del Rojo y Altamirano logró conjurar las más claras que tuvo el equipo local. Al final quedaron a mano. Un empate que no suma.