después de la tormenta

Al Rojo se lo empataron sobre la hora pero sigue en zona de Sudamericana

Peleado. El partido fue deslucido, con muy pocas situaciones. Los dos convirtieron de cabeza. Foto: prensa cai

Tuvo que pasar una hora para que Independiente genere la primera situación de riesgo. Un córner que Federico Mancuello puso al borde del área, la cabeza de Felipe Loyola y un 1-0 que le dejó al Rojo un premio que había buscado con demasiada tibieza. Va de vuelta: la primera vez que inquietó a Godoy Cruz fue recién a los 15 minutos del segundo tiempo.

Hay otra lectura posible del partido de anoche: Independiente mantiene el invicto de once partidos, sigue en zona de clasificación a la Copa Sudamericana y, sobre todo, parece haber superado sin traumas la polémica que se armó en la semana con los tres jugadores que Julio Vaccari marginó por indisciplina cuando se filtraron en las redes sociales videos de una fiesta en un barco. El barcogate, en definitiva, no lo hundió del todo.

El primer tiempo fue parejo y aburrido. Uno de esos empates clavados a los que Independiente se había acostumbrado antes de la seguidilla de triunfos que encadenó ahora. Hubo apenas unos avances que tanto Petroli como Rey controlaron sin demasiadas complicaciones.

En la segunda etapa Godoy Cruz se metió atrás e Independiente se vio obligado a encarar. El Tomba entregó la pelota y la iniciativa, entonces al equipo de Vaccari no le quedó otra que intentarlo. Con poca claridad, trató de llenar el área con centros. Y así llegó el gol.

Con el 1-0 en contra, Godoy Cruz no tuvo una reacción que justificara un empate. El Rojo mantiene cierta solidez en la línea de fondo, de hecho es uno de los equipos con menos goles en contra. Y el Tomba no encontró los caminos para vulnerar la defensa.

Una falta de Vera al borde del área, una de esas infracciones imperdonables, irresponsables, casi infantiles, le dejó servida al Tomba la posibilidad del empate. El centro a la cabeza de Salomón Rodríguez y la poca resistencia de Rodrigo Rey le dieron el 1-1 a Godoy Cruz.

El empate evitó lo que pudo haber sido una despedida del estadio Ricardo Bochini entre insultos y silbidos. El único jugador que recibió algún reproche fue Joaquín Laso, que volvió a ser titular después del conflicto que los dirigentes mantienen con su representante. Después de no jugar la fecha pasada, el central volvió a ser titular pero recibió silbidos cada vez que tocó la pelota.

Anoche Independiente mostró la misma versión de lo que se vio durante todo el torneo. Tiene serias dificultades para generar juego, para llegar con profundidad.  Ofrece momentos de pura voluntad con otros de desidia. Dos caras de un mismo equipo. El empate de anoche es otra muestra de este equipo que no termina de entusiasmar.