Arte inédito

Militante gay durante los setenta, poeta, ensayista y artista: Marcelo Benítez y un sueño cumplido post mortem

Con el nombre de “Ritos y Tempestad”, se presentan los cuadros del artista junto a artículos, folletos, correspondencia con Néstor Perlongher y Gumier Maier, para comprender la integralidad del autor.

Marcelo Benítez "Ritos y Tempestad" Foto: Gtlza. Herlitzka & Co

“Afortunadamente me decidí a ir al Centro Ricardo Rojas. Dejé la carpeta con las fotos. Todas mis esperanzas están puestas en que me den una fecha para exponer”, escribía Marcelo Benítez en septiembre de 1995, su amigo Jorge Gumier Maier había asumido la dirección de las exposiciones de ese centro cultural. Sin embargo, Maier tenía otros planes estéticos para su rol y su respuesta fue no. Para Benítez eso fue una traición imperdonable. 

El deseo de Benítez de tener sus pinturas expuestas y que sea difundida no se cumplió en vida, pero desde el 1 de noviembre en Herlitzka & Co. se puede conocer su producción en la muestra titulada “Ritos y Tempestad”.

Benítez fue artista, poeta, ensayista y, sobre todo, o trasversal a todo, figura clave en la historia de la militancia gay argentina. Desde Avellaneda, su ciudad adoptiva, no descansó en su convicción y lucha contra la heteronorma y para eso se valió de diferentes vías de expresión.

Marcelo Benítez. Sin título, s_f

En esta muestra se incluye un corpus de obras nunca antes exhibidas, que permanecieron ocultas durante décadas y a su vez, el título de la misma alude a uno de sus poemas inéditos de 1994, el cual forma parte del poemario Los pelos de Casandra, de próxima publicación. 

En 1972, Benítez se unió al Grupo Eros del Frente de Liberación Homosexual (FLH) introducido por Néstor Perlongher. Hasta su muerte en 2022 escribió más de doscientos poemas, decenas de cuentos cortos homoeróticos, y otros tantos ensayos sobre feminismo, homosexualidad, represión policial, iglesia y Estado, historia de la tortura, SIDA y también sobre literatura y cine. 

Marcelo Benitez. Serie de la muerte III. La librería de Madame Barsage, 1994 

Con la detención de Perlongher, ocurrida en enero de 1976, el Grupo Eros se disolvió. Al poco tiempo se produjo el golpe de Estado y durante los años de la dictadura militar, Benítez se dedicó a escribir poesía y a dibujar en lápiz y tinta china. Los materiales que producía los escondía debajo de tablones de madera de su casa, por temor a allanamientos y secuestros. Durante décadas, muchos de sus dibujos, escritos y poemas quedaron allí.

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Participó en todas las principales agrupaciones que existieron entre la década del setenta y del noventa. Colaboró con numerosos ensayos y dibujos en el semanario judío y de izquierda Nueva Presencia; en la revista El Porteño, y en revistas de la comunidad LGBT como Postdata, Vamos a Andar y Confidencial. Escribió sobre Derechos Humanos, historia de la represión a la sexualidad en la Argentina, feminismo, homosexualidad, tortura, persecución e intolerancia eclesiástica, entre otros temas. En dictadura, Benítez participó de la reorganización de la militancia gay. Escribió el informe "Asesinan a personas homosexuales", sobre 18 crímenes a homosexuales de Buenos Aires nunca esclarecidos.

En 1984, recomendado por Jorge Gumier Maier, su compañero de militancia, comenzó a escribir en la revista gay Diferentes artículos sobre prostitución masculina, homosexualidad, sociabilidad gay, suicidio, etc.

Marcelo Benitez. Serie de la muerte IV. La fiesta de la señorita Eleana, 1994 

"Durante la dictadura, por obvias razones, y más allá, por no tan obvias razones, Benítez seguirá dibujando y pintando en la seguridad relativa de su casa de Avellaneda, sin mostrar salvo en contadas excepciones los resultados de su tesón. Es así que nos enfrentamos hoy a un voluminoso tesoro prácticamente inmaculado, que recorre tres décadas y otras tantas mudanzas de técnica y estilo, que comprende dibujos sutiles y pinturas estridentes, figuras al crayón refulgentes y tintas tenebrosas, y que da cuenta de un catálogo caprichoso de la historia del arte occidental, en el que se destacan la estatuaria clásica, el Bosco, Rubens y la pintura metafísica, pero también el orientalismo noir de Aubrey Beardsley y el imaginario cyborg de H. R. Giger. Benítez, que no se consideraba tan apto para la plástica, opera como una máquina mimética que absorbe con destreza todo lo que ese recorte le ofrece para plantear fantasías eróticas y sexuales dramáticas, en las que se pone en escena el deseo, claro está, pero también sus sombras: la represión, la persecución, la locura, la enfermedad y la muerte", escribe Mariano López Seoane, autor del texto curatorial que acompaña la muestra.

Correspondencia con Néstor Perlongher y la decepción con Gumier Maier

La correspondencia del artista con Néstor Perlongher está por ser publicada. Se trata de 50 cartas inéditas que Benítez recibió entre 1978 y 1992, año de la muerte de Perlongher. El material documental y la información sobre Marcelo Benítez fue obtenida gracias a la investigación de Juan Queiroz, a cargo del proyecto Archivos Desviados. A continuación, algunos extractos de sus escritos personales:

11 de marzo de 1978

[...] Me alegré al comprobar que, aunque la miseria no me deja escribir, sí me deja dibujar. Pude hacer un dibujo en el que aún estoy trabajando y llamaré "Las huestes del Leviatán".En él quería ensayar un segundo grupo de figuras en tinta china más pálida para dar la ilusión de más lejos pero todavía no me atrevo, al menos en los dibujos de grandes dimensiones, creo que lo haré en ensayos más chicos.

19 de abril de 1978

[...] He terminado "Las huestes del Leviatán" y estoy orgulloso de ese dibujo. Ya fue calificado de freudiano, demoníaco y perturbador por varias personas, es un gran dibujo. 

21 de mayo de 1982

[...] Terminé varios dibujos a tinta china, pequeños. Tres personas en una celda, de las que una sola muestra las manos; una especie de ejecución, y el que estoy haciendo ahora: una mujer muy gorda a la que le están extrayendo huevos al tiempo que, a sus espaldas, una muchedumbre huye. Pero tuve que volver a los antidepresivos. No doy más.

Marcelo Benitez. Serie de la muerte. La sopa, 1993

4 de septiembre de 1978

[...] Quedé en ir el jueves para practicar dibujo con una modelo a la que contrataron [Emilio C. y Alejandro Jockl] por $ 3.000 la hora. No solo será la primera vez que dibujaré al natural sino que por primera vez veré en carne propia una mujer desnuda, espero al menos no gritar. Nunca entenderé este miedo a perder mi homosexualidad.


10 de septiembre de 1995

[...] Afortunadamente me decidí a ir al Centro Ricardo Rojas. Dejé la carpeta con las fotos. Todas mis esperanzas están puestas en que me den una fecha para exponer.

19 de noviembre de 1995

No sé qué hacer con la respuesta que me debe el Centro Ricardo Rojas, temo que esta tardanza preanuncie un NO. Y no me quedan muchas más puertas para golpear.

2 de diciembre de 1995

[...] Estos últimos días se han presentado muy contradictorios por la desilusión que me provocó el rechazo que hizo el Centro Cultural Ricardo Rojas de mis obras [...] Realmente tenía casi la certeza, alentada tal vez por la tarotista que consulté el 7 de enero de este año, de que Jorge Gumier Maier me iba a ayudar en el Centro Ricardo Rojas. Pero no fue así, y este nuevo "NO" que recibo me llena de incertidumbre. Vivo exclusivamente para pintar, mi vida no está teniendo otro sentido que el de ir completando una obra pictórica que me haga trascender. Me he alejado de todos mis amigos, me niego rotundamente a tener cualquier romance, ni siquiera una esporádica relación sexual. Solo pinto y voy al cine, pero no sé cuándo voy a exponer. Los Dioses parecen ayudarme cuando pongo el pincel en mi mano pero me impiden mostrar lo que hago.

30 de diciembre de 1995

[...] La única nota desagradable del año fue que rechazaron mis trabajos en el Centro Ricardo Rojas. De no ser por eso, me sentiría realmente feliz.

21 de mayo de 1996

[...] Desde el verano no he vuelto a tomar los pinceles. Me preocupa esta falta de energía, este deshinche. Necesito que alguien valore mi trabajo y me permita exponer.

31 de diciembre de 1996

[...] El domingo fui también al cine, pero con Emilio. [...] A la salida fuimos a tomar algo y en el bar me encontré con un amigo de Jorge Maier, un tal Marcelo Pombo. Emilio lo conocía, parece que también es un artista plástico. Yo lo trataba hace muchos años, en los tiempos de los Grupos Gays. Debo confesar que me molestó verlo, me hizo recordar a la Maier y al Centro Ricardo Rojas que me rechazó los cuadros. Creo que estuve un poco agresivo con él, la decepción que me trajo lo del Ricardo Rojas me llenó de amargura, con alguien me tenía que desahogar; de todas maneras le di mi teléfono, si me llama (lo cual dudo) me gustaría encontrarme con él. Pero este Pombo era de esa troup de la Maier, toda gente snob que se cree muy superior al resto de la hermandad porque usan un arito en la oreja desde 1983. [...] Este año fue triste, monótono, y eso se reflejó en mi escasa producción de cuadros (todavía no terminé el de la Bruja Rebeca Golan). Estoy impaciente porque termine de una vez para ver si me siento mejor y me vuelven a pasar cosas agradables.

 

La exposición se puede visitar hasta enero 2025 en Herlitzka & Co. (Libertad 1630 – Buenos Aires) de lunes a viernes de 11:30 a 19.