Cerca de la demolición

La historia del ex edificio de Desarrollo Social que quieren derribar: de plaza de toros a emblema peronista

En 1995 Carlos Menem lo llamó adefesio, en 2022 Roberto García Moritán propuso demolerlo y ahora el Gobierno volvió con esa idea. Más allá de la simbología política que representa, se trata de un edificio que es parte del patrimonio histórico del país.

Ministerio de Obras y Servicios Públicos (Desarrollo Social) Foto: Cedoc Perfil

El lugar donde se emplaza el ex edificio de Desarrollo Social ubicado entre las calles Belgrano, Lima, Moreno y Bernardo de Irigoyen fue en 1791 la primera plaza de toros de Buenos Aires. Antes de su existencia, las corridas se hacían en la actual Plaza de Mayo. 

La llegada de los toros modificó el barrio, los balcones de la casa de la familia Azcuénaga, que vivían enfrente a la plaza se usaban como palcos, llegaron los corrales para animales, las pulperías, la prostitución y las apuestas. La ciudad comenzaba a tomar un aspecto más vertiginoso.

La situación se fue saliendo de control y finalmente en 1799 el virrey Avilés ordenó su demolición. A principios del siglo pasado se expropiaron los terrenos para construir un Instituto de Profesorado Secundario junto a un colegio. Ese proyecto no prosperó y luego se cambió el proyecto para una Casa de Ejercicios Físicos, que tampoco fue aprobada en el Congreso.

Luego de una sucesión de proyectos, en 1933 se concretó el de construir el ministerio de Obras Públicas allí, una cartera que creó Julio Argentino Roca en su segunda presidencia.

La construcción del edificio

Con el diseño del arquitecto Belgrano Alberto Blanco, la dirección del ingeniero Marcelo Martínez de Hoz y la supervisión del arquitecto José Hortal, Director de Arquitectura del ministerio, se comenzó la obra.

La idea era construir un edificio de 93 metros, con dos subsuelos, una planta baja y 22 pisos, con terraza y se inauguró septiembre de 1936.

El renunciamiento de Eva Perón

En 1951 desde un palco levantado junto al edificio, se produjo el “renunciamiento histórico” de Eva Perón, cuando la central obrera quería que fuera candidata a vicepresidenta para la reelección de Juan Perón en 1952. Fue allí que dijo la famosa frase “renuncio a los honores pero no a la lucha”.

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Ese mismo año, en la terraza se instaló una antena que permitió realizar la primera transmisión de televisión del país. El edificio fue víctima de bombardeos durante el mismo atentado en Plaza de Mayo. En 1991 fue transferido al Ministerio de Salud y en 2002 fue declarado Monumento Histórico Nacional.

 

En 2010, el gobierno de Cristina Kirchner declaró a Eva Perón “mujer del bicentenario” y el año siguiente se colocaron dos murales de acero con su rostro en las caras norte y sur, realizados por el artista Alejandro Marmo.

El edificio molesto: el gobierno pretende demolerlo

En 1995, el entonces presidente Carlos Menem definió al edificio como un “adefesio” y había intentado convencer a la opinión pública de la conveniencia de demolerlo. Sin embargo, Eloísa Blanco, arquitecta e hija del constructor del edificio, fue una de las voces que se alzó en contra de ese intento y explicaba con argumentos estéticos y prácticos por qué se oponía a la demolición, más allá del valor histórico.

 

El derrumbe simulado del Ministerio de Desarrollo Social en el spot de Moritán.

“En un barco todo tiene que estar sujeto a una serie de elementos que ocupen poco espacio. Cuando diseñó este edificio, mi padre sabía que debía tener suficiente flexibilidad como para resistir los cambios”, explicaba la arquitecta.

En 2022 el entonces diputado Roberto García volvió con la idea de Menem de deshacerse del edificio y recientemente el Gobierno actual manifestó su deseo de sacar el edificio de allí.

 

 

RB / Gi