A dos meses de la muerte de la escritora

La hija de la Premio Nobel Alice Munro reveló que su padrastro abusó de ella y que su madre lo protegía

Andrea Robin Skinner publicó en el Toronto Star una columna en la que cuenta su historia. Los abusos ocurrieron desde que la víctima tenía 9 años hasta su adolescencia.

Alice Munro Foto: Agencia Afp

La hija de la ganadora del Nobel literario, Alice Munro, decidió revelar un duro secreto en una columna publicada en el medio canadiense The Toronto Star. Andrea Robin Skinner describió cómo la escritora permaneció casada con su segundo marido, Gerald Fremlin, incluso después de enterarse de que abusó de ella.

“Mi padrastro abusó sexualmente de mí cuando era niña. Mi madre, Alice Munro, decidió quedarse con él”, tituló Skinner a su historia en la que contó que cuando tenía nueve años, en 1976, su padrastro de cincuenta años, había abusado sexualmente de ella. Esa situación se perpetró hasta su adolescencia cuando Fremlin “perdió interés” en ella.

A la mañana siguiente no podía levantarme de la cama. Me había despertado con mi primera migraña, que con el paso de los años se convirtió en una enfermedad crónica y debilitante que persiste hasta el día de hoy”, escribió. En aquel momento la niña lo único que quería era regresar a Victoria, a la casa de su padre, el librero James Munro, primer esposo de la Nobel de Literatura 2013.

Las dos hermanas de la denunciante apoyaron a Andrea y confirmaron el secreto de la escritora. Skinner denunció a Fremlin décadas después y el agresor fue acusado de “agresión indecente” contra ella. Fremlin se declaró culpable; tenía ochenta años y fue condenado a prisión en suspenso y libertad condicional durante dos años. Munro permaneció con él hasta su muerte, en 2013.

“Yo... quería que esta historia, mi historia, se convirtiera en parte de las historias que la gente cuenta sobre mi madre”, explicó Skinner. Siendo niña, tras lo vivido, le contó a su padre y a su hermanastro lo que había padecido, pero ninguno confrontó a Munro de inmediato. 

Para Skinner fueron años de vivir un "dolor privado" que le trajo enfermedades como bulimia, insomnio y migrañas, y que ese padecimiento la obligó a abandonar un programa de desarrollo internacional en la Universidad de Toronto.

A sus 20 años, Skinner le escribió a Munro una carta detallando el abuso de Fremlin, sin embargo, no recibió ninguna contención de su madre. "Yo... estaba abrumada por su sensación de haber sido herida", recordó Skinner en el Star. “Ella creía que mi padre nos había obligado a guardar el secreto para humillarla. Luego me habló de otros niños con los que Fremlin tenía ‘amistad’, enfatizando su propia sensación de que ella, personalmente, había sido traicionada. ¿Se dio cuenta de que estaba hablando con una víctima y que yo era su hija? Si lo hiciera, no podría sentirlo”, continuó.

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Munro permaneció al lado de Fremlin hasta su muerte en 2013 y dijo que le habían “contado demasiado tarde” el abuso y que amaba demasiado a su marido como  para dejarlo y que no se podía esperar que ella “negara sus propias necesidades”, detalló Skinner. En 2005, la víctima denunció a Fremlin, quien finalmente se declaró culpable de un cargo de agresión indecente.

Skinner, ahora profesora de meditación y atención plena, dijo que desde entonces se reconcilió con sus hermanos, pero nunca con su madre.

Repercusiones tras la publicación de la hija de Alice Munro

“Sí, es muy triste, vergonzoso. Es bueno que Andrea finalmente haya contado su historia y es trágico que haya sido negada/suprimida durante tanto tiempo”, posteó en X la escritora estadounidense Joyce Carol Oates. “Munro parece haber sido una persona de su tiempo y lugar del tipo dramatizado en sus cuentos: vidas provincianas y de pueblos pequeños donde estar casado, tener un marido por despreciable que sea, es de alguna manera un valor tan alto que una madre traicionaría a su propia hija, completamente de otra época, afortunadamente no la nuestra, excepto en algunos sectores de los Estados Unidos. en los que las niñas y los niños sufren abusos rutinarios por parte de hombres a quienes otros protegen y habilitan. Nuestras condolencias por estas víctimas, la mayoría de ellas silenciadas para siempre”, concluyó.

A través de un comunicado en su página web y en redes sociales, Munro’s Books, la librería de la familia Munro, expresó: “Es importante respetar las decisiones de Andrea sobre cómo se comparte su historia de manera más amplia. Como muchos lectores y escritores, necesitaremos tiempo para elaborar la noticia y el impacto que esta podría tener en el legado de Alice Munro. Si bien la librería está inextricablemente vinculada con Jim y Alice, somos una propiedad independiente desde 2014″.

RB CP