sotheby’s y christie’s en caída

La crisis en el mercado del arte internacional expone su lado oscuro

“El mercado del arte se está hundiendo”, tituló esta semana el diario “The Wall Street Journal”. Las casas de subastas Sotheby’s y Christie’s han mostrado una caída en las ganancias respecto a hace dos años. ¿Las razones? Los compradores pagaron precios astronómicos por obras de arte y sospechan que nunca recuperarán el dinero. Además, ambas casas han sufrido una fuga de cerebros, lo que hace levantar sospechas en torno a la calidad de las obras que ofrecen.

Subastas a pique. La casa central de Sotheby’s, en Nueva York. Foto: cedoc

Esta semana el diario neoyorkino The Wall Street Journal publicó el artículo titulado “El mercado del arte se está hundiendo. Sotheby’s tiene problemas aún mayores”, firmado por los periodistas Kelly Crow, Matt Wirz y Ben Foldy. El título del mismo resulta escaso: la crisis en la compra-venta de arte a nivel internacional es aún mayor y el caso de Sotheby’s es algo así como la punta del iceberg. 

La referencia estadística sobre el primer semestre de 2024 –Artnet Intelligence Report–, detalla que, entre enero y julio, la casa de remates Christie’s recaudó casi U$S 1.600 millones en ventas de bellas artes, superando a su rival Sotheby’s por U$S 116 millones. Eso sí, el total de ganancias de la casa representa una caída del 28,2 % respecto al mismo período del 2023. Los U$S 1.400 millones de Sotheby’s representaron una caída del 31,2 %, mientras que, Phillips –mucho más pequeña que sus competidoras– sufrió la menor caída en ventas, 12,7 %.

No obstante, sorprende la caída de ventas respecto a 2022: Christie’s, 47,5 %; Sotheby’s, 41,1 %; y Phillips, 43,9 %. El informe aclara que estas cifras no incluyen las ventas privadas e indican los ingresos totales en lugar de las ganancias. Distintos especialistas adjudican la caída de ventas al escenario de guerra (Ucrania y Medio Oriente), la retracción económica de China y al volátil ambiente político electoral estadounidense (más la suba de tasas de interés e inflación).

Pero existen otros síntomas. Los compradores de arte contemporáneo pagaron durante años precios muy altos por artistas emergentes y sospechan que nunca recuperarán la inversión (es decir, los engañaron). Como consecuencia, galerías más pequeñas en todo el mundo que dependen de esos coleccionistas para vender artistas desconocidos, están cerrando. Además, según galeristas más sólidos, las ventas en ferias de arte también cayeron.

Depósito de ganancias futuras, también de poder, una obra de arte significa mucho más que el valor internacional de venta: es vehículo financiero para el movimiento de divisas. Y aquí es donde el caso Sotheby’s adquiere relevancia, lo mismo que otro similar en Hong Kong, acaso su reflejo como gemelo y sobre el que trataremos hacia el final de esta nota.

Patrick Drahi es el hombre clave, multimillonario franco-israelí, nacido en Casablanca hace 61 años, es el dueño de Sotheby’s. Fundador y mayor accionista de la empresa de telecomunicaciones y medios Altice, con presencia en Europa y Estados Unidos, en 2019 adquirió la casa de subastas neoyorquina por U$S 2.700 millones. Para eso emitió U$S 1.000 millones en bonos y préstamos financiando la compra, cerrando la operación con solamente U$S 1.000 millones de su bolsillo. Un verdadero apostador de alto riesgo.

Sus antecedentes en el arte, antes de comprar la casa de remates, fueron adquisiciones seguras en valor: artistas tradicionales de los siglos XIX y XX, como Matisse, Chagall y Picasso. Llamó la atención, al momento de tal inversión, que nadie registrara su presencia, desde galeristas a museos y fundaciones. No obstante, aplicó a su nueva joya una política agresiva: reducir costos y cantidad de empleados, ampliar el espectro comercial y maximizar ganancias, tendencia global en el emprendedor modelo exitoso del siglo XXI. Con él, la expansión de Sotheby’s ya comprende la venta de propiedades y autos de lujo. ¿Acaso es un Amazon para millonarios?

Fueron los estados contables de Drahi los que encendieron las alarmas de Wall Street, lejos de las campanadas de notables visitantes: Altice muestra una deuda de U$S 60.000 millones, y tanto la filial francesa como la norteamericana tienen prevista una reestructuración con sus acreedores. Mientras que Sotheby’s tiene una deuda de U$S 1.800 millones, el doble que tenía antes de la compra en 2019. El pasado 9 de agosto, ésta anunció un salvavidas financiero de U$S 1.000 millones proveniente del fondo soberano de Abu Dhabi Developmental Holding Company (ADQ) que, por ahora, no llegaría antes de fin de año.

Esta deuda se disimuló por las ventas a coleccionistas ricos de China, Rusia, Oriente Medio e ignotos de las criptomonedas. Pero al “enfriarse” el sector, los transportistas y curadores están cobrando a más de 6 meses, mientras que los empleados reciben comisiones y premios con pagarés. A pesar de todo esto, tanto Sotheby’s como Christie’s abrieron sucursales de lujo en Hong Kong. Drahi designó allí a su hijo de 26 años en 2021, con nula formación en arte. Lo que ocurrió también es una fuga de especialistas, creando sospechas sobre la calidad de la oferta de materiales (origen, calidad y veracidad de las obras), es decir, decae el prestigio comercial.

El reflejo anunciado está en Hong Kong. El miércoles renunció el megacoleccionista Adrian Cheng como director del gigante de desarrollo inmobiliario asiático, NWD, que adeuda U$S 2.600 millones. Con 44 años es conocido por K11 Art Foundation, fusión de arte, cultura y comercio; y desde donde apoya al MoMA PS1, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Centro Pompidou de París, entre otras instituciones. Con estos aportes financieros en riesgo, la crisis llegará a los museos en breve.

La última novedad es cómo operan las casas de remates, a raíz de las quejas tanto de vendedores como de compradores. Desde mayo pasado, Sotheby’s cobra a los compradores 20% por cualquier cosa que venda por U$S 6 millones o menos y 10% por cualquier cosa que venda por más; mientras a los vendedores les cobra un 10% por cualquier cosa que venda por U$S 5 millones o menos. Para acuerdos más grandes los porcentajes se negocian. Christie’s y Phillips aclararon que también cobran una comisión al vendedor no revelada, pero que es negociable.