editoriales independientes

Imaginación y libertad

Un sello editorial argentino apuesta, como tantos, a la literatura nacional, pero como pocos –de hecho es el único– publica libros, inéditos en español, de autores japoneses, o de autores como Lafcadio Hearn, británico nacido en una isla del mar Jónico y muerto en Japón, país al que dedicó más de un texto inolvidable. Con Hearn conviven Riichi Yokomitsu, Masaoka Shiki y Rintaro Takeda, entre otros. Interés y audacia es una de las marcas más claras de las nuevas editoriales que surgieron y siguen surgiendo en el país.

Editores. Miguel Sardegna y Mariana Alonso fundaron la editorial hace pocos años. También el Caracol debe su nombre al poeta Masaoka Shiki, quien resulta de hecho el inspirador del emprendimiento editorial. Foto: cedoc

Aunque parezca una contradicción, no es ninguna novedad afirmar que la industria editorial independiente en nuestro país es, como poco, sorprendente. Por la diversidad de sus libros, por el nivel de los autores publicados, por su extensión territorial y hasta por la belleza de sus ediciones. De esto dio más que cuenta la última Feria de Editores (FED) que explotó de público los primeros días de agosto en el Complejo Art Media de CABA. Entonces, resulta imperioso tener un acercamiento a los protagonistas de un fenómeno que está logrando que mucha más gente lea mucho más.

En este camino podemos iniciar con También el Caracol, la peculiar y exquisita editorial que dirigen Mariana Alonso y Miguel Sardegna, muestra eficaz de imaginación y libertad para realizar una tarea que se nutre más de pasión, interés, tiempo y sabiduría, que de marketing y proyecciones comerciales. 

Fundada hace pocos años podemos encontrar cuatro colecciones, dos de ellas dedicadas, como corresponde, a autores nacionales; las otras dos, y esta es seguramente su diferencia específica, exclusivamente a la literatura japonesa. También el Caracol debe su nombre al poeta Masaoka Shiki (1867-1902), quien resulta de hecho el verdadero inspirador del emprendimiento editorial. Es que Shiki, además de ser un extraordinario poeta revolucionó la tradición poética del Japón. Pasó sus últimos meses en cama producto de la tuberculosis y desde ahí dejó un último haiku: “Con la cabeza erguida/ también el caracol/ se me parece”. 

Las ganas de conocer nunca desaparecen. 

En esta particularidad, la colección Bosques de Bambú se propone acercar al lector, variados textos de escritores japoneses nacidos a fines del siglo XIX y comienzos del XX quienes desarrollaron una intensa obra en un breve período de tiempo. Los nombres, los autores, resultarán a primera vista desconocidos para aquellos que no hemos incursionado en una literatura la cual, solo en apariencia y ayudada seguramente por la geografía y cierta hegemonía cultural que nos viene atravesando, puede parecer lejana, pero sus temas, la sensibilidad y sobre todo la dureza con la que se abordan los comunes casos de toda suerte humana en cada cuento, genera, puede asegurarse, una inmediata empatía en quien está leyendo estas breves historias que transportan en el tiempo y el espacio. Es justo nombrar lo publicado: de Riichi Yokomitsu (1898-1947) Cabeza y vientre y La primavera llegó en un carro tirado por caballos; de Sakunosuke Oda (1913-1947) El signo de los tiempos y, de Rintaro Takeda (1905-1946) La ópera japonesa de tres centavos especie de juego literario sobre la obra de Bertolt Brecht-Kurt Weill donde se da cuenta de la realidad del Japón en los años 30 del siglo pasado. 

Párrafo aparte merece la extraordinaria antología de literatura proletaria Bajo un cielo oscuro cargado de nieve, cuyos distintos autores tienen en común la pertenencia a lo que quizás sea uno de los grupos artísticos más comprometidos con la vida social y política de su país de todos los tiempos y en todo el mundo; que apostaron a una escritura desde y para el pueblo, pero sobre todo, con la intención de organizarlo en su lucha contra la explotación capitalista. En muchos casos los textos son tan explícitos que fueron muy censurados. 

Gran acierto de la edición: en algunos dejar en blanco esos espacios faltantes y en otros, aquellos en dónde se pudo acceder al original, destacar las palabras borradas con negritas entre paréntesis. Hay que decir, sin pelos en la lengua, que estos escritos están muy lejos de ciertas posturas literarias actuales “comprometidas”. Aquí hay panfleto, podrá afirmarse y con razón, pero de brutal honestidad, absoluta entrega y exquisita factura, que dista mucho de la declamación incorpórea de principios progresistas generales a la que nos tiene acostumbrados nuestra literatura de moda, premios y salones. 

Estos escritores viven lo que escriben en el momento en que lo escriben, es decir: hambre, persecución, tortura y muerte son su material. Las palabras huelen y se sienten en la piel, pero lo que cuentan, de un realismo apabullante, lejos de ser relato de un triste derrotero personal, son la historia de todos en cada una, historias hechas para ser leídas en grupo, en voz alta, para provocar el debate, para intentar dar una mínima respuesta sobre qué hacer (Lenin dixit) ante tanta y tanta injusticia. 

La colección se completa con dos ensayos del orientalista británico Lafcadio Hearn (1850-1904): Juntando espigas en los campos de Buda, sobre las manos y el alma en el lejano Oriente, y La canción del arrozal, sobre libélulas, grillos, mariposas y ranas en la poesía japonesa.

Pero cuando hay interés y audacia los caminos siguen, y ante el encuentro casi fortuito de una antología con nuevas voces de poesía japonesa contemporánea –algunas de las cuales apenas habían asomado al castellano y otras, incluido Yukio Mishima, uno de los escritores más importantes del Japón del siglo XX, ni siquiera eso–, dio origen a un libro que reuniera todos estos textos nuevos: Mandalas, pero también, por su característica propia y diferenciada –poesía, contemporánea–, a una nueva colección, Puente Curvo, que se propone generar la exacta manera de vincular pasado y presente, tradición y modernidad. Como el río que siempre fluye se vislumbran nuevos títulos para ambas colecciones en el 2023 –incluido Mandalas II que reúne poesía clásica japonesa– haciendo que los límites sean como deben ser: difusos.

*Director de teatro y periodista.