Personajes

Gonzalo "Pela" Romero: "El beso en la frente es el archienemigo del like"

El "licenciado en cosas" es un escritor furor de las redes que lo llevaron a hacer un éxito en teatro. Se autodefine como el "Mick Jagger de la Literatura".

El escritor de Foto: Gonzalo Romero

¿Fenómeno? ¿El último buen hombre de las mujeres? ¿Un vendedor de ilusiones? Su público en su gran mayoría es femenino, pero en sus últimas presentaciones a lo largo de todo el país se ha comenzado a mixturar, y los hombres comenzaron a perder el miedo a saber quién es Gonzalo Romero, o como lo conocen sus fans (¿sus nenas? Como Sandro), “El Pelado” Romero.

Perfil.com entrevistó al escritor de los tres libros más vendidos, en los últimos tres años, en la plataforma más popular de venta online, que además tiene más de dos millones de seguidoras en sus redes y si fuera poco, no para de girar por todo el país llevando su unipersonal, “la charla sobre el escenario”, como lo define él mismo, llamado “Basta de Amores de Mierda”, que tendrá 210 presentaciones, incluidos Uruguay y España, en 234 días.

Sus tres libros son la “biblia” para muchas mujeres que se cansaron de esos amores de mierda que pasaron por sus vidas, de esa búsqueda de amores que siempre parecen tener un mismo patrón pero que “El Pelado” desmitifica, las hace reaccionar y reconocer que quizás esos atributos ideales que buscan en los hombres están más cerca de lo esperado, pero quizás es feo, gordito, o no reúne las condiciones físicas, o la piel, que ellas buscan.

La entrevista intenta descubrir quién es el famoso hombre que enloquece a las mujeres en silencio, que les habla de manera real y cruda, y ellas aceptan todo lo que él cuenta desde su experiencia de varios “amores de mierda”. Otro detalle de la magnitud que significa “El Pelado” fue la convocatoria de un reconocido cantante internacional para escribir canciones.

Romero se autodefine en sus redes como un “licenciado en cosas”, y por allí comenzó la entrevista para conocerlo. “Viste cuando te dicen ‘decime que sos argentino, sin decir que sos argentino’, bueno yo de lo que me preguntes si no lo sé, te contestó igual, de lo que me preguntes alguna vez lo escuché y a pesar de ser un tipo que no terminó la secundaria tengo bastante cultura general por parte de mi abuelo, de mi viejo, que leían mucho y que se sobre informan con el noticiero, son re paranoicos, pero no me preguntes por qué, pero te opino de cualquier cosa, por eso licenciado en cosas... me sonó gracioso, como un chamuyero, pero elegante”, arranca explicando “El Pelado”, que en algunos momentos debe pausar la charla por los fans que se acercan a entregarle regalos y cariño antes de su presentación en calle Corrientes.

Una de las frases preferidas por sus fans, el mensaje de cabecera en los textos de Romero es “el beso en la frente”, y ahí es donde suspira, frena y piensa... “El beso en la frente es el archienemigo del ‘like’, que es todo lo que representa lo banal, lo cagón, el ‘te tiró un like para ver si existo’, y el beso en la frente es protección. El beso en la frente es estar un ratito de vuelta dentro del útero”.

Quienes no lo conocen lo primero que piensan que es un “Arjona argentino”, pero no. Él se ubica en la vereda de enfrente y a varias cuadras del guatemalteco, pero sí acepta la comparación con la película que protagonizó Will Smith, “Hitch: especialista en seducción”. “Creo que tenemos la misma intención. Ayudar a la gente a perder los miedos y a quererse un poco más, no me emparentaría con Will Smith, porque le estaría faltando a él ser tan lindo como yo... pero sí. Nunca me hicieron esa comparación, pero ahora que lo pienso puede ser. En realidad, yo no doy consejos, pero doy opiniones y le digo a la gente lo que me hubiera encantado que me digan a mí en la situación que necesite una palabra así. ¿Si cobraría como hace Hitch por asesorar a alguien? El enseñaba trucos para seducir y darle a alguien negocios financieros, pero yo jamás le enseñaría a alguien una táctica, porque primero y principal sería subestimar a una mujer o al hombre, sería arrancar desde la soberbia, pero sí recomendaría a cualquiera persona que me conozca o me lea, sea hombre o mujer, que abra el corazón y se muestre como es. Sería un Hitch menos turbio, y jamás les cobraría. A lo sumo pagas un libro, pero no es tan caro y para colmo ahora están en combo y con envió gratis (risas)”.

Muchos se preguntan: ¿Cómo sabe tanto de las mujeres? ¿De dónde obtuvo tanta información? Porque muchas mujeres se sienten identificadas en cada historia narrada en sus libros, y ahora también son los hombres los que se sienten abordados por la experiencia de Romero.

“La verdad es que no fui a buscar a ningún lado. Tengo un don que me enseñó mi madre desde muy chico: escucho y presto atención. No me interesa ir a buscar, porque además caería en lo burdo, en lo estúpido, de decir que las mujeres son un algoritmo. Muchos dicen que la chica linda le gustan los músculos, y no siempre es así. Escucho mucho a la gente que me sigue, lamentablemente no puedo hacer estadística, pero cada diez mensajes de mujeres, ocho son mujeres lastimadas, y el 80% de esas mujeres están lastimadas porque no se quieren ellas, porque les gusta el mismo perfil de hombre. En mis presentaciones trato de empoderar tanto a la mujer como al hombre, porque el hombre tímido también tiene derecho a ser feliz y la mujer que elige a los boludos tiene derecho a dejar de elegir a los boludos. Estas cuestiones son difíciles para el ser humano, porque nos criaron para no tener sentimientos y a la mujer la crían para odiar su cuerpo, tenés que estar flaca, llegar al verano, no tenés que ser la gordita porque todos te van a cargar. Lamentablemente somos el reflejo de una sociedad que no acepta imperfecciones, entonces todos la tenemos complicada, cada uno a su manera, y la boludez no tiene género. Tampoco sirve culpar a los padres, porque al igual que nosotros hacen lo que pueden, no lo que quieren".

"¿Si yo aplico esto en mí vida? Sí, sobre todo el principio que más aplico es la coherencia. A mí las palabras me salen solas, podría decir un millón de cosas lindas para seducir, pero atrás de esas palabras hay un rostro, que no ayuda mucho, y la realidad es que prefiero ser coherente. Nunca fui un tipo de ganar en un boliche, de ganar a primera vista, de llamar la atención... hoy llamo la atención arriba del escenario, o porque me vienen idealizando por lo que leen, pero tampoco entro a una sala y digo ‘que bueno que está el pelado ese, tatuadito...’ ¡Ni en pedo! Mi viejo me dijo desde muy chiquito: ‘Gonzalo... Dios no te ayudo con el rostro, hacelas reír, cuando achinan los ojos ese el momento de meter el beso...’ Y tiene razón. Nunca fue del beso en la primera cita, siempre fui el payaso del grupo... Elijo ser coherente. Tengo casi tres millones de seguidores en mis redes, y nunca apareció una captura que diga: ‘mirá, todo bien con este que escribe de amor, pero mirá cómo me tira los perros’. Jamás salí con una seguidora, y no lo haría tampoco”.

Justamente esas millones de fans son las que dieron la popularidad exorbitante de “El Pelado” Romero, que no dejan de demostrar su cariño, sentimiento que el escritor aún no es capaz de reaccionar a semejantes muestras de cariño. “La verdad no caigo con todo eso. Soy el Mick Jagger de la literatura, pero no entiendo. Llegué a Chile, Uruguay, que me vayan a buscar, que haya gente que se tatué mi cara, mi firma, es un montón. No caigo, pero lo disfruto, pero no siento que no lo merezco, pero es algo en lo que estoy trabajando. Es imposible procesar la cantidad de cariño de la gente, más allá de la idealización del artista o que justo un texto mío te cayó en un momento en el cual la estabas pasando mal, y dicen ‘este tipo tiene una cama en mi casa, no puede ser que esté escribiendo esto ahora’. Creo que la mejor manera de honrar esos seguidores, es ser auténtico, no fingir un personaje, no creermela, no subirme al pony, no ostentar... no es que ahora soy el L-gante de la literatura, que salgo lleno de oro o te nalgueo una piba en público... sigo siendo el mismo de antes, con otra posición económica, y mi camioneta se llama ‘Mabel’ porque la compré con la plata que me quedó de los libros que compraron las ‘Mabeles’, que son mis seguidoras. Coherencia, ni más, ni menos”.

La comparación las “nenas” de Sandro aparece por decantación. “Me lo dijeron muchas veces, y tengo miedo que se abra la puerta del ´corpiñazo’, me da un miedo. En Córdoba, me tiraron una bombacha y no la pasé bien, hasta me han lamido la cara. Tuve que salir con seguridad, me sacaron cubierto con dos camperas... Córdoba es muy efusiva, amo la provincia, pero no puedo creer despertar eso, porque soy un escritor. ¿Si pensé por qué pasa esto conmigo? No, no quiero pensar. Pasa que cuando la vida te pone un éxito por delante, o te da una palmada diciéndote que la pasé mal y ésta viene a favor, pensar demasiado es autoboicotearse, y si hay algo que no me gusta, es el autoboicot. Yo voy para adelante, pero después vemos. A mí no me cuesta disfrutar, nunca me imaginé que vengan a hacerme una nota antes de un show, yo me imaginaba en calle Corrientes vendiendo medias, no haciendo teatro. Obviamente, hay momentos en los cuales quiero estar en casa, estar con mi familia, la persona que elegí y mis hijos”.

Uno de los grandes sueños del escritor es presentarse con sus libros en el Luna Park, que tendrá de antesala su presentación en el Gran Rex en diciembre. “Estos dos sueños no son por mí, sino con lo injusto que fui yo con la literatura. Nunca un escritor llenó un Gran Rex y muchos menos hizo un Luna Park, y me parece que la literatura es algo que perdió mucho valor y me parece buenísimo convertirme en el primer escritor en llenar un Luna Park, pero en nombre de la literatura, no en nombre mío. Sería bueno embanderarme en la literatura y decir: ‘Los escritores también existimos’. No todo es trap, cumbia, boxeo o ciclismo. Es un aporte a la cultura, que la gente tome conciencia que la literatura no está tan de moda, pero también te puede despertar algunas cosas”.

PS / ED