El David de Miguel Ángel: el hombre más bello y los genitales más censurados del mundo
A 520 años de su creación, la pregunta sigue siendo una: ¿por qué el pequeño pene de David, escultura inspirada en el rey bíblico, es tan controvertido? Desde la conservadora Florencia del Renacimiento hasta "Los Simpson", pasando por los Papas romanos y la reina Victoria, todos han cuestionado las partes íntimas de esta obra maestra.
La escultura del David, de Miguel Ángel, nacida hace más de cinco siglos en un taller de Florencia, es una de las obras de arte más famosas del mundo. Cuando terminó la enorme estatua de mármol, el célebre escultor se convirtió en el artista florentino más importante del siglo XVI y su joven rey David, en el ideal de la belleza masculina.
Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) tenía poco más de veinte años cuando recibió el encargo de la Ópera del Duomo de crear una escultura que representara al héroe bíblico David en 1501. Fue una tarea colosal y el resultado, maravilloso, todavía deja atónitos a los millones que llegan anualmente a la Galleria dell’Accademia de Florencia para conocerlo.
Pero la desnudez completa del David impactó a los florentinos a principios del siglo XVI y escandalizó a los religiosos. En los sucesivos años impulsó el surgimiento de la infame "campaña de la hoja de higuera", el mayor encubrimiento de la historia del arte, que llevó a la censura y la "castración" de decenas de obras maestras.
Los genitales de David fueron ocultados de la vista pública durante mucho tiempo para no avergonzar a los más pudorosos. Muchos de ellos arrojaron piedras a la obra de Miguel Ángel en vanos intentos por destruirla. Algunos poderosos, con el apoyo de la Iglesia, pidieron tapar el pene de mármol de forma permanente o incluso castrarlo.
No lo lograron, pero los esfuerzos por censurar al David continuaron hasta nuestros días. En 1995, la ciudad de Jerusalén rechazó una réplica de la escultura como regalo de Florencia porque su desnudez alteraba los principios religiosos. Después de un gran debate público, finalmente la ciudad aceptó recibirla, pero sólo después de protegerla con ropa interior.
Por esos años, la exitosa serie animada "Los Simpson" abordó el tema de la censura del David con un episodio en el que Marge Simpson lanza una apasionada campaña contra la violencia en las caricaturas de la televisión, pero se encuentra del otro lado de la barrera cuando se le pide que apoye una protesta contra la exhibición de la obra renacentista.
En la caricatura, los residentes de Springfield protestan contra la famosa escultura como ofensiva cuando fue llevada a la ciudad, y el presentador de noticias pregunta: "¿Es una obra maestra o simplemente un tipo con los pantalones bajados?"
En 2021, el David volvió a estar en el centro de una polémica cuando una réplica exacta de la obra, realizada gracias a escaneos láser y tecnología de impresión 3D para ser expuesta en la Expo de Dubai, sufrió la censura de sus genitales porque habían ofendido a los musulmanes conservadores.
Cuando los visitantes llegaron, se encontraron con la escultura atrapada en un pozo octogonal con solo su cabeza y hombros visibles para los transeúntes. Los asistentes a la expo se sintieron estafados y el crítico de arte Vittorio Sgarbi calificó este acto de censura como grotesco y ridículo.
Dos años más tarde, en Estados Unidos, la directora de una escuela del estado de Florida fue expulsada de su cargo por exhibir una foto de David durante una clase de historia del arte para alumnos de sexto grado sin avisar a los padres. Los padres, escandalizados, manifestaron que la estatua era "pornográfica".
La discusión escaló y el gobernador de Florida dijo que lo sucedido significaba un "giro aterrador hacia la censura". "Denle unos años y mostrarle a un niño una imagen del David de Miguel Ángel será un delito penal, castigado con un pelotón de fusilamiento", ironizó Ron De Santis.
Un mes después, en Escocia, un famoso restaurante de comida italiana se vio obligado a cubrir la entrepierna del David en su cartelería publicitaria porque muchos consideraron que la desnudez de la obra era demasiado escandalosa para aparecer en el metro de Glasgow. Y hay más casos...
En 2024, el David de Miguel Ángel cumplió 520 años de una existencia plagada de censura e intentos de "castración" por la franqueza con la que exhibe su bella anatomía. Cuando se inauguró en 1504, incluso Leonardo da Vinci, aunque la elogió como una obra maestra, se escandalizó y sugirió que se le pusiera "un taparrabos".
En el siglo XIX, la reina Victoria quedó tan sorprendida al ver las partes íntimas de David que pidió hacer una hoja de higuera de yeso para proteger sus ojos sensibles. Más recientemente, el Papa Benedicto XVI pidió al gobierno italiano que proteja la inocencia de los visitantes de la Galería cubriendo la desnudez del David mientras la iglesia denunciaba la "depravación y la desnudez simbólicas" de las obras de arte.
El David de Miguel Ángel significó originalmente un mensaje político
David, un joven pastor, es descrito en el Antiguo Testamento como un hombre de "bellos ojos y de hermosa apariencia". Y aunque era un inexperto en el arte de la guerra, fue el protagonista heróico de uno de los episodios bíblicos más emocionantes: la batalla entre el ejército israelí del rey Saúl (su padre) y los feroces filisteos.
En aquel decisivo encuentro, el soldado filisteo Goliat, definido como "un gigante de seis codos y un palmo de altura, […] protegido por una armadura de escamas de cinco mil siclos de bronce", desafió al ejército israelí a luchar contra él.
David dio un paso al frente y, armado sólo con un bastón, una honda y cinco piedras, se enfrentó a Goliat con confianza. El gigante no tuvo tiempo de sacar su espada antes de que David tomara su honda para lanzarle una piedra que se incrustó en su frente, derribándolo. El joven no perdió la oportunidad y remató al filisteo cortándole la garganta con su propia espada.
Para muchos, la escultura tenía originalmente un significado político especial. Según el profesor de historia de la Universidad de Virginia Paul Barolsky, Italia tiene una larga tradición de reverenciar a David como un padre y protector tanto de la sociedad como de la cultura.
Florencia –epicentro del Renacimiento y hogar Giotto, Brunelleschi, Donatello y Da Vinci, entre otros– se había liberado hacía poco del dominio de la dinastía Médicis y había instaurado un gobierno republicano. David personificaba la liberación del pueblo de la tiranía y en su ubicación original su rostro miraba desafiante en dirección a Roma, lugar del exilio de los Médicis.
Una pieza de mármol de segunda mano para crear la obra de arte más hermosa
Con el objetivo de representarlo como un guardián del pueblo, Miguel Ángel trabajó más de tres años (por un salario mensual de 6 florines de oro) y representó a David más alto, más atractivo y más musculoso de lo que sugerían los pasajes bíblicos.
A Miguel Ángel le ofrecieron un colosal bloque de mármol que fue tallado en las montañas de Carrara once años antes del nacimiento de su escultor. Tenía 5,5 metros de alto, pesaba casi 12.000 kilos y nadie había extraído una piedra de este tamaño en casi 1.000 años.
El viaje de Carrara a Florencia –un trayecto de 128 kilómetros– demandó dos años de arduo trabajo e involucró a decenas de hombres, bueyes, grandes barcos oceánicos, barcazas fluviales, malas condiciones climáticas, accidentes y muchos meses de retraso.
Para cuando se encargó el David a Miguel Ángel, el mármol ya había sido trabajado por otros dos artistas para crear el David, Agostino di Duccio (en 1464) y Antonio Rossellino (en 1475), pero que abandonaron su obra tras notar imperfecciones en la veta de la roca.
Agostino di Duccio había sido seleccionado por uno de los grupos más influyentes de Florencia, el Gremio de la Lana, para esculpir una monumental estatua de mármol del David bíblico que se colocaría en lo alto del borde de la gran catedral de la ciudad, el Duomo.
Pero Di Duccio, no era un experto en tallar mármol a esa escala y su inexperiencia lo llevó a seleccionar un mármol con muchas imperfecciones. Cuando intentó utilizar la pieza por primera vez, en 1464, comprobó que la losa de mármol estaba estropeada por pequeños agujeros y vetas que habían sido causadas por el caótico traslado desde las montañas.
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Rossellino recibió el encargo de utilizarlo en 1475, pero no comenzó a tallarlo porque dijo que el mármol era de mala calidad, de forma que la gigantesca roca quedó abandonada a la intemperie en un patio de la catedral florentina. Expuesto durante décadas al calor y el frío, el monumental bloque de mármol nunca se movió y los florentinos comenzaron a llamarlo "el Gigante".
No fue sino hasta 1501, en medio de una gran agitación política y el cambio de régimen en Florencia, cuando la élite de la ciudad –entre los que se encontraban Botticelli y Da Vinci– encargó el David a un artista todavía en ascenso, Miguel Ángel Buonarroti, un joven de 26 años que acababa de hacerse famoso en Roma por esculpir "La Piedad".
A pesar de los problemas que presentaba el encargo de la ciudad, Miguel Ángel –que se consideraba más un escultor que un pintor– aceptó el desafío de esculpir la figura en el mismo fragmento de mármol de carrara que otros artistas habían despreciado.
"Miguel Ángel realizó un milagro al devolverle la vida a un bloque de mármol que se había dado por muerto", dijo el historiador de arte renacentista Giorgio Vasari en su obra Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos (1550).
Miguel Ángel esculpió la estatua en el más absoluto secreto, ocultando su obra maestra de los ojos del público. Trabajaba mucho, dormía muy poco y, cuando lo hacía, dormía con la ropa e incluso las botas puestas, y rara vez comía, como relata su biógrafo Ascanio Condivi en Vida de Miguel Ángel (1553).
El "milagro" demandó tres años de trabajo hasta que el David comenzó a surgir del avejentado mármol, "como una persona que se revela lentamente mientras el agua se escurre de una bañera", en palabras del historiador del arte A. Victor Coonin, autor de From Marble to Flesh: The Biography of Michelangelo's David (2014).
Los florentinos no salen de su asombro: el "gigante" de mármol se convirtió en el hombre más bello del mundo
Cuando las puertas del taller de Miguel Ángel se abrieron finalmente para que el público viera por primera vez al David, a mediados 1503, para muchos fue un milagro. Nadie podía creer que el rústico "gigante" de mármol de mala calidad se hubiera convertido en la estatua más perfecta del mundo.
El David adopta una pose sencilla pero lista para entrar en acción. Apoyando su musculoso cuerpo sobre la pierna derecha y llevando la pierna izquierda hacia adelante, el joven héroe deja caer su mano derecha a la altura del muslo mientras flexiona la otra a la altura del hombro, listo para arrojar la piedra que derribará al gigante filisteo.
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Miguel Ángel representó al joven guerrero con un cuerpo perfecto, musculoso y bien proporcionado. El rostro del coloso tiene un gesto audaz, casi nervioso, pero pensativo: los críticos de arte dicen que espera desafiante a su adversario y evalúa con calma sus posibilidades mientras planea un ataque legendario.
Los expertos dicen que Miguel Ángel trató de mostrar la belleza interior de David a través de su belleza exterior. "Nunca se ha visto una pose tan fácil, ni gracia igual a la de esta obra, ni pies, manos y cabeza tan bien en armonía, un miembro con otro, en diseño y excelencia artística", escribió Giorgio Vasari.
El artista cuidó hasta el más mínimo detalle de su hombre, de ojos vigilantes, una vena hinchada en el cuello, venas palpitantes en el dorso de las manos por la tensión, los músculos de las piernas flexionados, torso tenso y un pequeño pene incircunciso. Los historiadores explican que los pequeños falos que aparecen en las estatuas grecorromanas eran vistos como un símbolo de moderación y control.
¿Cómo había logrado Miguel Ángel tanta perfección? Algunos creen que el artista debía tener conocimientos de medicina y de la ubicación de los huesos, los músculos y los tendones. Otros dicen que había extremado sus saberes a través de la disección de cadáveres. Condivi dice que se debía, especialmente por haber "apreciado principalmente la belleza del cuerpo" masculino.
Concebido inicialmente como una figura religiosa, el David rápidamente se convirtió en un símbolo de heroísmo para el pueblo florentino. "Los dioses apoyan a los valientes luchadores por su patria incluso contra los enemigos más temibles", se lee en una inscripción en latín debajo de la escultura.
Apenas terminada la enorme y poderosa imagen, se desató un intenso debate popular sobre dónde debía colocarse. En un principio, estaba destinada a la parte superior de un contrafuerte de la catedral florentina dedicada a María, a más de 76 metros de altura.
Pero estar suspendido en lo alto de una columna en el aire no era el destino de David. Al ver la pieza terminada, el ayuntamiento de Florencia decidió, tras una serie de debates entre la élite intelectual florentina, que había que instalarla en la Piazza della Signoria, en el centro de la ciudad.
Instalar la figura en esta plaza pública, frente al Palazzo, requirió un gran esfuerzo: hubo que utilizar un andamio para levantarla y una serie de rieles para trasladarla desde el Duomo hasta la Piazza, donde finalmente fue instalada sobre un pedestal de mármol.
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Fue necesario contratar a cuarenta hombres jóvenes y fuertes para transportar la escultura desde el taller de Miguel Ángel hasta la piazza a bordo de un carro de madera que era deslizado sobre troncos. Aunque estaba a solo unos cientos de metros de distancia, el viaje duró cuatro días. Por la noche, hubo que protegerlo con guardias armados de los niños que le tiraban piedras, los borrachos y los pandilleros.
El David permaneció en la plaza pública de Florencia durante 369 años, dañado por el sol, golpeado por rayos, azotado por tormentas, sacudido por el paso de los carruajes y manchado por el excremento de las aves. Además, una vez una multitud enardecida que intentó asaltar el Ayuntamiento le arrojó piedras, tejas y muebles y más de una vez sufrió el vandalismo.
La escultura cambió de lugar una vez más en 1873, cuando fue retirado de la Piazza della Signoria por razones de conservación e instalado en la Galleria dell’Accademia como objeto de arte. Desde entonces, jamás dejó de impresionar.
"Ciertamente, quien vea esta estatua no tiene por qué preocuparse de ver cualquier otra pieza escultórica realizada en nuestra época o en cualquier otro período por cualquier otro artista", dijo Vasari en 1550. La obra era, agregó, era insuperable "entre todas las obras modernas y antiguas, ya sean griegas o romanas... y las colosales estatuas de Montecavallo no se comparan con él en proporción y belleza".
La Galleria dell’Accademia atrae a más de un millón de visitantes al año, que se reúnen en una misma sala: la rotonda del David. Con su alto y musculoso cuerpo, aunque con una modesta hombría, el David impacta y quienes lo visitan sólo pueden balbucear que es "perfecto".
El siglo XVI la perfecta anatomía de la escultura había escandalizado a los florentinos y al clero católico. Pero aunque los genitales expuestos del David han estado en el centro de una controversia perenne desde que fue cincelada, esta se mantuvo firme contra las constantes acusaciones de indecencia.
De Da Vinci a la reina Victoria: el David tiene una larga historia de censura
Con el exilio de la dinastía Médicis –grandes protectores y mecenas de artistas como Da Vinci y Botticelli– a finales del siglo XV, Florencia quedó en manos de una élite conservadora encabezada por el monje dominico Girolamo Savonarola, cuya religiosidad fue bien recibida por muchos opositores a los Médicis.
Solo unos años antes de la creación del David, aquel monje fanático había enviado a sus seguidores casa por casa para confiscar todo el arte no religioso, libros, ropa e instrumentos musicales y quemarlo todo en la plaza central: se le llamó la "Hoguera de las Vanidades".
"Savonarola tenía opiniones profundamente conservadoras y rechazó la renovación cultural all'antica patrocinada por los Medici, a la que calificaba de pecaminosa y corruptora", explicó la historiadora del arte Kim Butler Wingfield, de la Universidad Johns Hopkins. "Aunque fue ejecutado en 1498, mantuvo un grupo de seguidores fervientes que perpetuó una corriente de conservadurismo cultural que perduró mucho después de su muerte".
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Aunque Savonarola ya no gobernaba Florencia, la tolerancia de los Médicis había sido reemplazada por valores de conservadurismo religioso extremo, y eso afectó directamente a las exhibiciones públicas de desnudez en general y a la gran creación de Miguel Ángel en particular.
El primer emplazamiento del David permitió a los espectadores interactuar con la escultura de manera muy cercana: había sido diseñada para estar a 76 metros sobre el nivel del suelo, pero cuando se la ubicó en la piazza los genitales quedaron expuestos en la vía pública. Un gran escándalo.
No pasó un mes hasta que un pequeño comité de influyentes florentinos encargó al artista la creación de una guirnalda de metal con 28 hojas para cubrir la zona genital del David. El propio Leonardo Da Vinci, todavía bajo la influencia de Savonarola, había sugerido personalmente esta adhesión.
El accesorio fue retirado en 1508, para ser reemplazado por una sola hoja a mediados del siglo, justo cuando el Vaticano tomaba medidas enérgicas contra obras de arte prominentes que consideraba ofensivas. Fue uno de los actos de censura del arte más importantes de la historia.
Se la llamó la "campaña de la hoja de higuera", inspirada en la imagen de Adán y Eva al ser expulsados del Jardín del Edén: "Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron", dice el Génesis.
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La orden de la Iglesia Católica, gobernada entonces por el Papa Pablo IV, se formalizó en el decreto de 1563 del Concilio de Trento que prohibía "toda lascivia" en la imaginería religiosa. "Las figuras no se pintaran ni adornaran con una belleza que excite la lujuria", ordenaba.
El clero inició entonces su apasionada "campaña de la hoja de higuera" para camuflar los penes y el vello púbico visibles en las obras de arte de toda Italia. El erudito francés Montaigne relató que "muchas estatuas hermosas y antiguas" fueron "castradas" por orden papal.
Para el historiador de arte Arthur Frederick Ide se trataba de hipocresía: "El Concilio de Trento condenó la desnudez en el arte religioso, mientras que la mayoría de los obispos y cardenales conservaban pornografía en sus colecciones personales…".
Y un día, Miguel Ángel envió al "infierno" al ceremoniero papal
La "Campaña de la Hoja de higuera" es considerada el mayor caso de censura de arte de la historia y se intensificó en siglos siguientes, cuando el Papa Inocencio X (1644-1655) y luego Clemente XIII (1693-1769) cubrieron los genitales de las esculturas del Vaticano con hojas de higuera.
La campaña tampoco perdonó a las pinturas y una de las obras que sufrió la censura fue "La creación de Adán", creada por Miguel Ángel por encargo del Papa para la cúpula de la Capilla Sixtina.
El cardenal Carafa y monseñor Sernini ordenaron cubrir con pintura la desnudez de la obra, mientras que el ceremoniero papal, Biagio da Cesena, dijo que la pintura era más adecuada "para los baños públicos y las tabernas" que para una capilla. Según él, era "vergonzoso que en un lugar tan sagrado se hubieran representado todas esas figuras desnudas".
Algunos artistas se rebelaron contra la represión y, en señal de venganza, Miguel Ángel eligió a Biagio da Cesena para interpretar a Minos, juez del inframundo, pintándolo con orejas de burro como venganza y colocándolo en un rincón de su posterior obra "El Juicio Final", en el ábside de la Capilla Sixtina.
Da Cesena se quejó ante el Papa, quien se dice que le respondió: "Si el pintor te hubiera colocado en el purgatorio, yo podría ayudarte pidiéndole que te pusiera en otro sitio; pero como te ha arrojado al infierno, no está en mi potestad quitarte de penar, porque allí no hay redención posible".
La desnudez de "El Juicio Final" también fue considerada desagradable y sus partes fueron repintadas dos veces en el siglo XVI y nuevamente en el XVIII, con pequeños taparrabos. El artista Daniele da Volterra fue el encargado de hacer los añadidos, lo que le valió el apodo de "Il Braghettone" ("El fabricante de calzones").
En las siguientes décadas, la "campaña de la hoja de higuera" se extendió más allá de las fronteras de Italia y la genialidad de Miguel Ángel volvió a ser, una y otra vez, víctima de la censura, al punto de que los genitales del David debieron ser cubierto por una hoja de higuera de mármol durante el reinado del Papa Inocencio X (1644-1655).
En la década de 1870, el gran duque Leopoldo II de Toscana encargó a Clemente Papi, el fundidor de bronce real, la creación de una réplica del David en yeso a escala real para ser entregada a la reina Victoria de Inglaterra como gesto de buena voluntad después de que hubiera vetado la exportación de un cuadro que la National Gallery de Londres esperaba adquirir.
Cuando el museo V&A de Londres abrió sus puertas, en junio de 1857, estudiantes, artistas y artesanos acudieron masivamente al museo para admirar la fiel copia de Papi de la obra maestra de Miguel Ángel. Pero cuando la reina Victoria vio por primera vez la réplica, quedó tan impactada por su desnudez que el museo encargó una hoja de higuera con proporciones exactas para cubrir los genitales.
Esta hoja fue sujetada con la ayuda de ganchos colocados estratégicamente que permitieron bajarla en su lugar para "evitar el sonrojo de las dignatarias visitantes". Hoy, la escultura se encuentra completamente desnuda en el V&A, mientras que una pequeña vitrina junto a ella alberga la gran hoja.
Fue en esta época cuando Pío IX (1846-1878) ordenó la llamada "Gran castración" de las obras escultóricas del Vaticano, profanando las estatuas y extirpándoles los genitales para reemplazarlas por hojas de higuera. El Papa pensaba que la "representación exacta de la forma masculina" de las estatuas podría amenazar la vida de santidad del Vaticano.
Aunque en el siglo XX se restauraron a sus versiones originales obras como "Adán y Eva" (1427) de Masaccio y "El Juicio Final", y algunos de los taparrabos y hojas pintados en otras obras se quitaron cuidadosamente de sus superficies originales, la censura y los dilemas morales que inspira la desnudez siguen vigentes en nuestra época.
Más de 520 años después de que dejara boquiabiertos a los florentinos, el David sigue siendo el hombre más bello del mundo y sus genitales, los más censurados. Sorteó las inclemencias meteorológicas y superó la ira de las muchedumbres, fue casi fue "castrado" por la iglesia y en el siglo XXI aún enfrenta nuevos desafíos. Pero con el mismo espíritu guerrero que se le dio cuando fue concebido, David sigue a la espera de su próximo Goliat.
Fotos: Pixabay
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