5 aspectos que necesita Argentina para enfrentar el coronavirus
Visión de futuro y un plan global son algunos de los aspectos que se necesitan para poder enfrentar las consecuencias del coronavirus
Dios nos dio tiempo, esas fueron las palabras del Presidente Alberto Fernández el día que declaró la cuarentena. Ese día su imagen, poder y presencia irían en un sentido de crecimiento y acumulación, hasta que lo vimos, el Viernes Santo, intentando sonar convincente mientras mostraba y comparaba curvas.
En el debate político argentino se instaló la idea de pacificación para anestesiar las disidencias. Son pocos los que se animan a plantear sus diferentes posturas a sabiendas de que puedan ser tildados de desestabilizadores. Pero exhibir los matices es de una necesidad absoluta. No se coincide en todo y es muy sano que podamos manifestar estas diferencias.
Por eso hay que decir que en Argentina faltan muchas cosas y las quiero señalar:
1. En la Argentina falta República. Que dos de los tres poderes de la República estén en modo avión, en pleno siglo XXI, es gravísimo. Dos poderes de tres, prefirieron decirle a la sociedad que son incapaces de encontrar formas para dominar la escena. Hablo de la Justicia y del Congreso. Esto da lugar al abuso de poder. Policías haciendo bailar a personas que “violan la cuarentena”, o que directamente “se les va la mano”, como parece haber sucedido en el reciente caso de Florencia Magalí Morales, que fue detenida por violar la cuarentena y apareció muerta en un calabozo de Santa Rosa de Conlara en San Luis.
Es fundamental que las instituciones no se borren y desaparezcan en una crisis. El Congreso puede y debe reunirse, priorizando, desde ya, las condiciones sanitarias óptimas para que pueda sesionar.
Es fundamental que las instituciones no se borren y desaparezcan en una crisis. El Congreso puede y debe reunirse, priorizando, desde ya, las condiciones sanitarias óptimas para que pueda sesionar
2. En la Argentina faltan 10 mil argentinos que siguen varados en el exterior sin poder volver y no cuentan con la información suficiente. Pero el Canciller, en vez de concentrarse en estas cuestiones, apoyándose en el excelente servicio exterior de la Nación que tenemos, prefiere hacer cálculos sobre qué hubiera pasado si aún gobernara Mauricio Macri. En las redes sociales ya se empiezan a ver casos puntuales: personas que pagaron hasta dos pasajes sin poder volver, y hasta otros que deben continuar con sus tratamientos médicos. Son argentinos que tienen que volver a su país y quien debe garantizarlo de manera prioritaria es el Estado, sin estigmatizarlos ni perseguirlos.
3. En la Argentina falta un Plan Global que no sólo nos invite a quedarnos en casa. Ok, nos quedamos en casa. Pero no hagan salir a los abuelos a agolparse en las puertas de los bancos. Ese día todos supimos que el esfuerzo se había tirado a la basura, dolió mucho ver esas colas desesperantes en busca del cobro. Más allá de aplaudir a nuestros profesionales de la salud, debemos saber que tienen que contar con los equipos de protección personal indispensables para poder cuidar su propia vida. Faltan datos, que son mucho más que un conteo. Hay faltantes de tests, y estos nos pueden brindar una visión acabada de dónde nos encontramos y cómo seguir. El ministro, que sostenía que el virus no llegaría pronto, se durmió, y hoy la prensa anuncia compras directas de reactivos por más de 800 millones. Parece que se repite la misma maniobra: la urgencia justifica todos los medios.
4. En la Argentina faltan medidas para las pymes.Se ha vuelto una recurrente insultar a quienes generan riqueza y empleo. En lo que va de abril el 40% de las pymes no pudieron pagar sueldos y se espera que el 70% no lo pueda hacer en los primeros días de Mayo. No hace falta ser demasiado creativos para articular, de manera urgente, algunas medidas como exenciones o reducciones impositivas, aplanamiento de pagos o prórrogas de vencimientos. Ni hablar de la necesidad de créditos blandos y opciones de financiamiento público-privado para pequeñas y medianas empresas que no tienen la carpeta bancaria al día. Un caso que no nos puede dejar de llamar la atención es el de Tecmec y Leistung (ambas radicadas en Córdoba), las dos empresas argentinas que producen respiradores. Es lógico que el Estado regule sus producciones, pero es una verdadera obscenidad que una de ellas haya tenido que pedir un crédito para pagar sueldos. Es más: aún no les llegó el pago.
5. En la Argentina falta visión de futuro y asumir la responsabilidad. Hay políticas impostergables, por mencionar algunas: la promoción de las empresas del conocimiento, la modernización del Estado y la simplificación de las burocracias. Temas, desde siempre, muy relativizados y minimizados por los que actualmente nos gobiernan. Los resultados están a la vista: la desastrosa inscripción para el Ingreso Familiar de Emergencia, la indescriptible demora en la unificación de los permisos de circulación que en muchos casos son de tramitación imposible. Estamos presenciando el desmantelamiento del “Estado digitalizado” que se había empezado a poner en marcha desde 2015. Hoy, la implementación de estas innovaciones a niveles masivos, son casi de una condición impostergable. Años de populismo son el condimento principal del agravante de esta pandemia. Lo que el peronismo no se anima a decir, es que el conurbano bonaerense es inviable, pobre, y a causa de ello, extremadamente riesgoso. Y todo esto es producto de que no se hicieron las obras de infraestructura mínimas como agua y cloacas, que se dejaron los hospitales provinciales en ruinas y se despreció al SAME. Ah, pero casi me olvido: “el cemento no se come”.
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En síntesis, lo único que el gobierno ofreció a la sociedad argentina fue un “Quedate en casa”. Lo que pretendo decir, es que una pandemia con semejante escala y con un panorama crítico e incierto, se la debe enfrentar con mucho más que eso: con República, con los argentinos en Argentina, con un plan global en lo sanitario, en la contención social y en la recuperación productiva, con datos, tests y transparencia, con modernización y visión de futuro, y finalmente con responsabilidad histórica.
*Es ex director del IOMA, actual asesor en el Senado bonaerense.