VINCULOS EN LA ERA TECH

“Tinder hizo que volviera a sentirme deseable como mujer”

El online dating tuvo su pico durante la pandemia, pero muchas personas aún utilizan las apps de citas para conocer gente. La experiencia nunca es la misma y varía según las personas que la utilizan.

¿Matcheamos? Las apps de citas nos han dado acceso a un buffet interminable de personas. Foto: shutterstock

Julieta Márquez (nombre de fantasía), nutricionista de 42 años, comenzó a usar las apps de citas en 2018, después de separarse por primera vez. “Mi psicóloga me decía que no podía ser que estuviera sola, que era espléndida, sonriente, buena onda y que merecía ser feliz y tener un compañero al lado”, cuenta. Así se animó a abrir una cuenta en Tinder y en Happn. Le resultó bien. “Las apps me sirvieron para volver a sentirme deseable como mujer”, confiesa. Aunque dice que estas aplicaciones son “como una venta de clavos”. “Ponés me gusta, no me gusta, compro o no compro. Hay mucho fantasma, mucho hombre casado”, advierte.

María Batista (nombre de ficción) es docente, mayor de 50. “Usé la app una sola vez y conocí a mi expareja. Las apps te resultan hasta cierto punto porque uno no puede elegir a una persona por catálogo, como elegís una crema”, sostiene. 

Sin embargo, piensa que las circunstancias llevan a usarlas porque después de los 50 no es fácil encontrar lugares a donde ir.  

“Por supuesto que sería mucho mejor el cara a cara, no lo cambio por nada, Pero las apps no son una mala opción”, agrega. En tanto, María dice que mucha gente se frustra porque deposita muchas esperanzas en las apps. “Yo pongo cero expectativa”, añade.

La psicóloga Paula Catanese, terapeuta de familias y parejas, recibe en su consultorio a personas que se conocieron por aplicaciones y luego fueron construyendo su vínculo. Dice que no observa cambios en la cantidad de personas que las utilizan.  “Hay mucha gente sola y estas apps son un medio para contactar porque no hay espacios para que la gente grande se encuentre”, dice.  Y recuerda que la construcción de los vínculos de pareja requieren un trabajo cara a cara, disponibilidad de tiempo y espacio. 

“A los 20 años usan Tinder para encuentros sexuales casuales. Para las generaciones +30, +40 y +50 es un modo de encontrar gente. Pero hacen un uso que no tiene que ver con el encuentro casual; saben rápidamente con quién están conversando y si se abre un interés, se pasan el contacto y empieza la construcción de un vínculo donde la sexualidad forma parte, pero no es lo único”, dice.