APERTURA DE SESIONES

Repercusiones del discurso de Llaryora: desde un "que Dios nos ayude" hasta "el modelo cordobés en marcha"

Muchos dirigentes presentes dieron su punto de vista de las palabras del gobernador de Córdoba. Luis Juez, Gregorio Hernández Maqueda, Rodrigo Agrelo y Alejandra Ferrero fueron los principales opositores. Siciliano y Montero, a la defensiva.

Discurso de Llaryora en Deán Funes Foto: Cedoc

El discurso de apertura del 147° período de sesiones de la Legislatura de Córdoba del gobernador Martín Llaryora generó diversas reacciones en el ámbito político y social. Mientras funcionarios del oficialismo destacaron la continuidad del "Modelo Córdoba" y la defensa de la democracia, desde la oposición se expresaron críticas sobre el manejo de los recursos y el rol del Estado.

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Desde el vecinalismo, el legislador Rodrigo Agrelo cuestionó la asignación de recursos del gobierno provincial y puso el foco en la instalación de un casino en Cruz del Eje. “Si Martín Llaryora tanto quiere al Norte y al Oeste de Córdoba, que pare la instalación del nuevo casino en Cruz del Eje. #bastadetimba”, expresó en sus redes sociales. También criticó el gasto en infraestructura en otras áreas: “Propongo que los U$14 millones que gastarán en la playa de estacionamiento del Kempes y los U$1.5 millones en el casino de Carlos Paz se destinen a infraestructura del Norte, el Oeste y Sur Sur”.

Desde el oficialismo, el presidente del bloque Hacemos Unidos por Córdoba, Miguel Siciliano, puso el acento en la necesidad de reformular el esquema tributario nacional y resaltó la capacidad de gestión de la provincia en un contexto de crisis. “Es momento de discutir quién presta los servicios en Argentina y, por lo tanto, quién debe cobrar los impuestos”, manifestó. Asimismo, remarcó que Córdoba ha asumido funciones que la Nación ha dejado de lado, sosteniendo con recursos propios áreas clave como salud, educación e infraestructura vial. “El modelo de gestión cordobés sigue en marcha, a pesar de las dificultades”, subrayó.

El legislador liberal Gregorio Hernández Maqueda adoptó una postura crítica hacia el oficialismo. Si bien celebró la construcción de un nuevo edificio de la UPC en Deán Funes, lo hizo con reservas: “Propio de un Gobierno que cree que el cemento y las obras (¡aún con sobreprecios!) mejoran la vida de la gente. Después, la calidad de los servicios que prestan (el verdadero desafío), bien, gracias”. En un tono más confrontativo, acusó al oficialismo de no asumir responsabilidades sobre el crecimiento del Estado en las últimas décadas: “Propio de ese izquierdismo que siempre tiene a alguien ‘arriba’ suyo a quien reclamarle. No se hace cargo del Estado monstruoso que construyeron por 25 años y que significa la ruina de la clase media y de los pobres de Córdoba”. Además, valoró la intención del gobierno de reducir agencias estatales, aunque la consideró insuficiente: “Ahora anuncia que va a tomar nuestro proyecto de ley para eliminar agencias. En buena hora. Aunque el 30% es poco. De las 11, habría que sacar 8. Esta es la única medida razonable que ha anunciado hasta ahora, nobleza obliga. Esperemos que se cumpla sin trampas ni demoras”.

Otro de los puntos destacados del discurso de Llaryora fue el anuncio de que el 5% de la recaudación de Ingresos Brutos se destinará a proyectos de inversión. Sin embargo, desde algunos sectores advirtieron sobre la carga impositiva que representa este tributo. “Le pedimos que reduzca el impuesto más distorsivo, caro, regresivo e insensible que abarca hoy el 82% de la estructura tributaria de la Provincia. Le recuerdo que Ingresos Brutos golpea, castiga y tambalea a los que menos tienen, no solo a los que producen”, expresaron.

Luis Juez también dejó su cuestionamiento en un tono irónico y directo: “Córdoba está al borde del abismo y el Gobernador nos dice ‘Hemos decidido acelerar…’ Bueno, que DIOS nos ayude”.

La ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero, valoró el mensaje del gobernador, destacando la idea de un Estado presente pero eficiente. “Creo que el gobernador Llaryora dejó en claro un aspecto central del Modelo Córdoba, donde el Estado no se retira de sus obligaciones y tiende puentes a todos los sectores. Encabeza un gobierno que promueve un Estado ágil, inteligente y austero, con superávit fiscal innegociable. Pero ese superávit no puede ser un fin en sí mismo. El fin debe ser el desarrollo integral de las personas. El Modelo Córdoba cierra con la gente adentro”, afirmó. Además, resaltó la importancia del mensaje en un contexto de protestas a nivel nacional: “En un día en que Argentina y Córdoba se manifestó en las calles, la palabra del Gobernador rechazando las expresiones de odio y reivindicando la convivencia y la tolerancia tiene un alto contenido político para la Provincia, que se condice con las políticas públicas que venimos implementando”.

El discurso del gobernador Martín Llaryora, lejos de pasar desapercibido, dejó en evidencia las tensiones y diferencias sobre el rumbo de la provincia. Mientras el oficialismo defiende la continuidad del Modelo Córdoba como una estrategia de desarrollo con equilibrio fiscal, la oposición señala falencias en la distribución de recursos y cuestiona el tamaño del Estado. El debate, sin duda, seguirá abierto en el ámbito legislativo y en la sociedad cordobesa.