Sierras de Córdoba

Ordenamiento territorial, una herramienta clave para prevenir y mitigar futuros incendios

El crecimiento de las viviendas en zonas serranas complejizó la tarea de los bomberos. Fabricio Díaz, intendente de Capilla del Monte, y Laura Cavallero, investigadora del Conicet, analizan lo ocurrido y proponen herramientas pensando en el futuro. Ordenamiento, cortafuegos y reducción de la interfase urbano – forestal, algunos de los instrumentos que podrían implementarse. Además, el efecto que se está viendo en las sierras tras la pandemia de Covid.

SIERRAS. “Nos encontramos con que mucha gente se muda al monte con la idea de protegerlo. En realidad lo ponen más en riesgo Foto: Cedoc Perfil

Las localidades de Capilla del Monte, Los Cocos y San Esteban fueron algunas de las principales afectadas por los incendios que generaron pérdidas de todo tipo, principalmente en materia ambiental. En ese marco se empezó a trabajar en el futuro, y especialistas de distintas áreas tratan de definir cuáles medidas tomar para que esta tragedia, que se repite cada año, no vuelva a ocurrir.

Frente a ese planteo volvió a sonar con fuerza un concepto que puede ser una herramienta clave frente a este flagelo: el ordenamiento territorial. La página oficial del Gobierno Nacional define el concepto de Ordenamiento territorial y, curiosamente, lo contrapone a la lógica del mercado: “significa disponer, con orden, de la ocupación y usos del territorio. Implica, en la práctica, orientar mediante normativas la localización de las actividades en contraposición a la distribución espontánea imperante, motorizada por las leyes del mercado”, precisa.

En los últimos incendios, los bomberos aseguran que además de la intencionalidad en el inicio de los fuegos encontraron numerosas impericias de algunos habitantes del lugar que afectaron sus tareas. Fabricio Díaz, intendente de Capilla del Monte, una de las localidades más golpeadas, es a su vez presidente de la Comunidad Regional Punilla, y desde allí busca impulsar el ordenamiento territorial con el objetivo de reducir el impacto que pueda tener el crecimiento de pueblos y ciudades.

Díaz dialogó con PERFIL CÓRDOBA, analizó lo ocurrido en su localidad, y explicó de qué manera el ordenamiento territorial debería ser un compromiso ineludible para intendentes y jefes comunales. “Veníamos trabajando en un esquema de planificación con el Copec (Consejo para la Planificación Estratégica de Córdoba), con la idea de abrir el diálogo a todas las localidades. La premisa es anclarnos en la ley que modificó el gobernador Llaryora, y que nos permite trabajar con los cortafuegos”, indicó Díaz.

“Estamos tratando de desarrollar nuevas ordenanzas en cada localidad para enfocarnos en la planificación del territorio en términos ambientales y urbanos. Hay localidades más chicas que han tenido mucho éxito, es importante que también se pueda aplicar en ciudades más grandes”, agregó.

Cortafuegos. Para el intendente de Capilla del Monte, es imperiosa la necesidad de implementar los cortafuegos en aquellas viviendas que ya se ubican en terreno serrano. Esta herramienta permite trabajar más rápido en la limitación y mitigación de incendios. “Es una herramienta más. Tenemos la ley que nos permite intimar a los dueños de los grandes campos para que tengan sus respectivos cortafuegos al lado de cada alambre. Los cortafuegos son brechas de tierra, son aperturas de calle que permiten el acceso de los bomberos con maquinaria pesada. De esta manera se pueden gestionar grandes incendios”.

Respecto al porqué de estos incendios tan voraces, Díaz consideró que se combinaron factores. “Creemos que existió un poco de negligencia, maldad y travesura, sumada a la sequía, la velocidad del viento y la baja humedad creó una combinación de mucho riesgo. Los detenidos están siendo investigados y estamos trabajando en la recuperación de lo que se perdió en término de bosques, trabajando con el Ministerio de Ambiente. Además estamos saliendo a promocionar nuestro destino turístico porque nuestra oferta sigue vigente. Destacamos el trabajo de los bomberos y de la Provincia, el gobernador nos acompañó desde el primer momento y puso todos los recursos a disposición”, completó Díaz.

Interfase urbano-forestal. Laura Cavallero, investigadora del Conicet de la estación forestal Villa Dolores, autora de diversas investigaciones vinculadas al bosque nativo, al efecto del fuego y a la restauración ecológica explicó que el ordenamiento territorial es definir “cómo vamos a habitar nuestra casa común”.

“Cuando vos construís una casa pensás dónde vas a poner el baño, en qué lugar el comedor, la habitación, y le vas a poner infraestructura adecuada. No pones la cama en el comedor, ni la cocina en el baño, la idea del ordenamiento es la misma, ordenar las actividades que hacemos. No podemos poner una fábrica que tira residuos a un río del cual después la gente consume agua”, graficó.

Tras la pandemia, las sierras de Córdoba comenzaron a ver un masivo desembarco de personas de distintas localidades que buscan lugares tranquilos y un mayor contacto con la naturaleza. “Hay mucha gente que viene a vivir a las sierras para tener un contacto más estrecho con la naturaleza, esto se ha exacerbado tras la pandemia de Covid. La gente quiere estar más cerca de la naturaleza. Nosotros no podemos correr de lugar una montaña, pero si está a nuestro alcance modificar las actividades humanas para causarle el menor impacto posible”.

Respecto a los últimos incendios, Cavallero afirmó que está demostrado que las casas se mezclan con la vegetación nativa, con el monte. “Nos encontramos con que mucha gente se muda al monte con la idea de protegerlo. En realidad lo ponemos más en riesgo. Nos metemos en el monte con garrafas, con salamandra y ese monte queda más expuesto. Es un contrasentido. Estamos habitando de forma caótica. Hay gente que se va a vivir en el medio del monte sin luz, sin agua, y luego los bomberos deben ir a buscarlos”, subrayó. Y agregó: “Este entremezclado se llama interfase urbano-forestal y hace referencia a las áreas de contacto entre áreas urbanas y monte nativo. Mientras esto crece, el combate al fuego se complica muchísimo más porque los bomberos tienen recursos limitados. Tenemos que reducir esa interfase”.

Teniendo en cuenta que las casas ya están en esa interfase urbano – forestal, la científica propone acciones concretas que se podrían aplicar. “Tenemos que trabajar en la mitigación del riesgo, disminuirlo, mantener caminos accesibles para que puedan llegar los bomberos. Mejorar la accesibilidad, el ancho de las calles. Hay calles en donde no entra una autobomba. Un incendio forestal que debe ser combatido con mochilas, es desigual. Debemos apuntar a la accesibilidad. Si esos terrenos tienen pastos, cortarlos, ese pasto es el combustible fino que prende más rápido”, indicó.

Cavallero agregó otras medidas que se pueden tomar en este contexto: “Siempre estamos en contra de sacar árboles, pero en estos casos se pueden podar las ramas que tocan los techos. La mayoría de las viviendas tienen techos de madera que están en contacto con ramas de árboles. Si tenemos garrafas o salamandras cuyos caños atraviesan los techos hacer las aislaciones correctas. Vemos galpones con pinturas o combustibles que son súper inflamables y hay que tomar medidas para evitar riesgo, lo mismo que tener cuidado con maquinarias que son a combustión. Si el fuego no tiene que quemar, se detiene”, completó.