LA DIPLOMACIA DE MILEI

Notarfrancesco: "estas improlijidades para China no son gratuitas, cuestan"

El cordobés, especialista en China contemporánea y asesor de inversores grafica que los ataques -verbales-del oficialismo nacional y las idas y vueltas en la relación liman el vínculo con uno de los principales socios comerciales del país, y que no duda en imponer trabas y rigores comerciales cuando se molesta. “Pero hay líneas rojas que no aún no se han trazado, como sería el tema Taiwan”, opina el analista. Cómo ve la relación a futuro y qué oportunidades tienen los subsoberanos, como la provincia de Córdoba.

JEFA. La secretaria general de la presidencia viaja a la feria de Shanghai, en noviembre. Foto: Cedoc

El gobierno nacional todavía busca recalibrar sus posiciones luego de los retrocesos y avances en la relación con China, un gigante que hace tiempo es el segundo destino de las exportaciones argentinas -fundamentalmente de soja, cebada y carne bovina- y que también talla fuerte a la hora de dar oxígeno a las reservas del Banco Central. El viraje obligado se explica, en gran parte, por las urgencias de ingreso de divisas y de flujo de mercadería, lo que hace inevitable repensar la gestión en las relaciones.

Entre lo que no dice -evitó menciones en su discurso en la ONU- y lo que dice -en la entrevista con la diva Susana Giménez- el presidente parece haber comprendido algo de esa urgencia. El viaje que la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, tiene programado para la primera semana de noviembre a China podría interpretarse como otro gesto para tender un nuevo puente. Pero la beligerancia anti China presente entre la militancia y las bases de libertarios -que el propio Milei ayudó a sembrar- será otro desafío para la administración.

Para entender más de cerca cómo puede seguir la relación con el estado asiático Perfil Córdoba dialogó con el abogado especializado en China y asesor de inversiones Santiago Notarfrancesco.

-¿Cómo ve China, no digamos a la Argentina, sino a la región? ¿Ha cambiado la mirada geopolítica de China hacia Latam?
-Comparto que ha cambiado la mirada, foros como el China-Celac para una relación más geopolítica, hoy las relaciones Estado-Estado están más frías, los chinos los pusieron en stand by. Las grandes inversiones que hacían los chinos, el mejor ejemplo son las represas del sur, pero hay otras en otros países y se han reducido muchísimo. Los negocios siguen, esa parte a China le interesa, no la supedita a la coyuntura política, los productos que les vendemos y China necesita eso sigue su camino y sigue creciendo regionalmente. Y lo mismo el negocio de las importaciones. Creo que hay dos planos, las relaciones diplomáticas a nivel nacional y regional están más frías que en la etapa anterior, las relaciones comerciales siguen su curso. Hubo inversiones vinculadas al negocio de la carne hace unos años, ahora lo que tiene que ver con el litio, cobre, etc.

-¿A qué atribuís ese enfriamiento en el plano político? ¿Al viraje a la derecha que tuvo la región?
-Sí, hubo un intento parcial de trato regional con China, lo más avanzado fue el Foro Celac-China, que es algo que a los chinos les interesa. Para ellos lo mejor sería tener un interlocutor regional, pero como no hay posibilidad de una articulación regional la articulación es más país-país, la situación de cada país es muy volátil, cambias de un perfil a otro en 4 años. No solo en Argentina, en Brasil, en Ecuador, en Colombia, en Perú, la situación está muy volátil. Ser un bloque regional te daría más peso en la charla y que te presten más atención, pero es algo que hoy no está entre las posibilidades.

-¿Cómo decodificas el ida y vuelta en la narrativa del gobierno, de una narrativa muy anti China a una posición donde se buscan limar asperezas, cómo se lee ese corrimiento?
-Me parece improlijo, en términos de estrategia de política exterior, celebro el realismo en el marco de las relaciones internacionales. Lo que el gobierno está haciendo hoy es lo que iba a tener que hacer cualquier persona que gestionara el Estado y la relación con China que es, básicamente, tener una relación. Lo otro era parte de la campaña, lo preocupante es que se profundizó durante varios meses más.

-¿Fue una construcción para su tribuna?
-Bueno, uno no termina de saber si ellos realmente creían que podían no tener una relación con China, pero, en síntesis, todo esto tampoco es gratuito para tus interlocutores. Los chinos entienden, no podemos pensar que sean gratuitos los idas y vueltas, esas improlijidades a la hora de tener una relación, ser muy agresivo y decir barbaridades y después pedir que te renueven el swap. Esas improlijidades cuestan.

-El gobierno retrocedió sobre sus pasos, pero hay cosas en las que Milei sigue profundizando como es la relación muy marcada pro-Trump, ¿eso puede generar consecuencias o ruidos en la relación?
-Me parece que no, el problema sería que el gobierno entre en algunas de las cosas que China considera líneas rojas, como el conflicto que tienen con Taiwan, si el gobierno intenta meterse ahí, sí puede haber problemas.

-¿Cuáles son las otras líneas rojas? ¿apertura o no comercial, patentes?
-Seguridad alimentaria, que Argentina, en el marco de una disputa ideológica ponga en juego nuestro rol de proveedores de alimentos que necesitan. Eso es una línea roja, también. Pero no veo hoy al gobierno en eso. Pero sucedieron cosas marcadas en esa dinámica, por ejemplo, cuando fue lo del Covid el gobierno de Australia fue uno de los que se sumó tratando al Covid como un virus chino y lo trataba como el virus chino y pedía indemnizaciones de China al mundo por la pandemia. Y lo que hicieron los chinos quitar las licencias a todos los frigoríficos de Australia que tuvieron que empezar un proceso de dos años para la renovación. Ahí entró la carne argentina al mercado chino en magnitud. Y subieron los aranceles de la cebada australiana, y entró la argentina como producto.

-Tienen una serie de herramientas comerciales y no tienen temor en ejercerlas.
-Es una forma que tienen en ejercer su descontento diplomático, la presión comercial, donde son fuertes. Probablemente no haya una declaración de la Cancillería China mencionando a Milei, pero desde hace un tiempo hay varias solicitudes de frigoríficos argentinos esperando habilitaciones y se demoran.

-¿Qué ves para adelante en la relación con China?
-Calculo que la política seguirá siendo igual de errática, por momentos buena y por momentos mala, creo que la reacción de los chinos es la que vemos ahora, frialdad, pero no conflicto. Y creo que el enfriamiento a nivel nacional termina abriendo puertas para que se intensifiquen las relaciones a nivel provincial. Eso estamos notando, el embajador chino, por primera vez está recorriendo toda la Argentina, está muy activo con lo que tiene que ver con los subnacionales y encuentra mejores interlocutores en las provincias. La visita que hizo a Córdoba la semana pasada fue súper importante.

-¿Ves ahí oportunidades para las provincias? 
-Creo que sí, exacto. Creo que lo más novedoso es esto, la importancia que China le está dando a los subnacionales, el embajador vino con empresarios chinos, le gobernador Llaryora habló de hacer una misión comercial de Córdoba en China en 2025. Es lo más novedoso de este momento de la relación. Noto una potencialidad muy grande en la relación con las provincias. Y de parte de Córdoba quedó el ofrecimiento para que las empresas chinas se instalen en Córdoba.