CASO VALERIA REINOSO

Mala praxis: Ricardo Pickenstainer reconoció que “hay un espacio de tiempo que nadie sabe qué pasó”

Declaró en el juicio a una enfermera y dos anestesistas del Hospital Privado por las secuelas gravísimas provocadas por mala medicación y asistencia en el postoperatorio de una paciente.

JUSTICIA POR VALERIA. Es la consigna de familiares y amigos que asisten al juicio a tres profesionales del Hospital Privado. Foto: Cedoc Perfil

El ministro de Salud de la Provincia de Córdoba, Ricardo Pickenstainer, declaró durante más de tres horas este martes en el juicio que se sigue a una enfermera y dos anestesistas del Hospital Privado por mala praxis, a raíz de las secuelas gravísimas con las que quedó una paciente después de una cirugía estética practicada en octubre del 2018. Desde entonces, Valeria Reinoso, está con vida vegetativa y no responde a ningún estímulo.

Hasta noviembre del año pasado, Pickenstainer se desempeñó como director médico del Privado, antes de asumir como titular de la cartera sanitaria. Por el rol que cumplía en el momento del hecho que es juzgado fue convocado a declarar.

Otra vez un ministro de Salud en tribunales: Pieckenstainer fue citado como testigo por una mala praxis

Gran parte de la testimonial estuvo referida a la medicación que se suministra, la disponibilidad en el denominado "carro de paro" que hay en toda terapia intensiva, quien la repone, quién la indica y puede utilizarla y en qué momento debe hacerlo en situaciones como las que sufrió Valeria Reinoso.

A poco de concluir la testimonial reconoció abiertamente que “hay un espacio de tiempo que nadie sabe qué pasó”, lo que resulta inexplicable en un área tan delicada como la sala de recuperación y en un hospital de tanto prestigio como el Privado.

RICARDO PICKENSTAINER. El actual ministro de Salud quiso eludir las fotos a la salida del juicio.

La descompensación ocurrió en el postoperatorio cuando a la paciente le aplicaron un opioide. Le provocó hipoxia y si bien la lograron reanimar, nunca más tuvo actividad neurológica. A eso se refirió Pickenstainer al decir que nunca quedó claro qué sucedió realmente luego de hablar con los médicos y enfermeros que actuaron en el momento.

Otro aspecto llamativo es que elogió con vehemencia el desempeño de los acusados: la enfermera Sandra Monier y los anestesistas Aníbal Olivazzi (jefe) y Luis Richetta (residente), a pesar de que las accione por lo menos deficientes afectaron de por vida a la paciente.

La fiscal de Cámara, Laura Battistelli, le preguntó expresamente al exdirector médico y actual funcionario si la acción u omisión del personal merecieron algún reproche, como sucedería en el ámbito público. "Ninguno", respondió y agregó que en el sector privado no evalúan al personal “por episodios aislados” sino por su "desempeño a lo largo de los años: “¿Sabe cuántas vidas salvó la enfermera Monier?”, señaló. 

En la investigación preliminar había sido imputado también el cirujano plástico Tomás Ferrer, -quien operó a Reinoso- pero luego resultó sobreseído.

No habría que descartar que alguno de los acusados vuelva a mencionarlo en algún momento del debate, aunque ello no modificará el escenario porque la decisión de exculparlo está firme, es decir que no puede ser modificada.