Llaryora respalda a Schiaretti y diseña su proyecto para llegar a la Casa Rosada
A través de voceros, el gobernador electo salió a cortar las versiones que hablaban de un eventual acercamiento a Massa. El schiarettismo confía y afirma que el tándem continuará. El plan presidencial del todavía intendente tiene dos caminos: 2027 si gana Juntos por el Cambio o 2031 si se impone Massa. La definición de las autoridades legislativas condicionarán el armado del gabinete provincial.
Después de la impactante victoria del domingo en la ciudad de Córdoba, el gobernador electo, Martín Llaryora, fue noticia nacional con la estruendosa afirmación que pronunció en el búnker ganador. Su mordaz crítica al centralismo exacerbado agitó una fuerte polémica, especialmente cuando llamó ‘pituquitos de Recoleta’ a la elite porteña que tiene decisiva influencia en los destinos del país.
¿Cómo sigue Llaryora después del cimbronazo que provocó? ¿Cuáles son sus objetivos políticos, más allá de gobernar la provincia?
Por un lado, apoyar expresamente al gobernador saliente, Juan Schiaretti, en su aventura nacional. “Nosotros apostamos todas nuestras fichas en este casillero, no vamos a cambiar a esta altura del partido”, subrayan los llaryoristas para evitar escenarios difusos.
Por otro lado, comenzar a diseñar su proyecto nacional que tiene, como frutilla del postre, ganar la elección presidencial para ocupar el sillón de la Casa Rosada. En este sentido, imagina dos posibilidades: en 2027, si en las presidenciales gana Juntos por el Cambio, o en 2031 si se impone Sergio Massa, el actual ministro de Economía y precandidato presidencial del oficialismo.
“Estamos con ‘El Gringo’ a muerte, en esto no hay tutía, lo seguiremos a todas partes y, a partir de ahí, iremos construyendo el sueño nacional”, repiten con entusiasmo voces que ocupan despachos muy próximos a los del intendente.
Esos voceros remarcan cada vez que pueden lo que denominan “el alineamiento total” con el exintendente de San Francisco. Y lo hacen adrede, con el propósito claro de frenar las versiones que indican que existe un acercamiento con el ministro de Economía y precandidato presidencial del kirchnerismo, Sergio Massa. “Ni loco Martín se va a mover del lado de Schiaretti”.
Sin venta de humo. Los escuderos del todavía mandatario provincial comparten ese punto de vista: “Cuando Llaryora habla de que está encolumnado con Juan no vende humo, lo dice absolutamente en serio y no tenemos la más mínima duda”.
Consideran que ese supuesto acercamiento de Llaryora al kirchnerismo tiene que ver con la función porque no hay intendente que no se haya sacado una foto con funcionarios de los gobiernos nacionales. Las necesidades del municipio están por encima de los argumentos ideológicos o formales que pueden separar a un dirigente de otro. “Llaryora tuvo buena relación y actualmente la tiene con hombres de la Casa Rosada, eso es obvio y no presenta ningún inconveniente para el tándem que integra con el gobernador de Córdoba”, repiten los schiarettistas.
Desde el Centro Cívico levantan el pulgar cuando se consulta sobre el objetivo llaryorista de llegar a la Casa Rosada. “Eso es natural”, responden los voceros del jefe del Ejecutivo provincial. Y, de paso, mencionan la aspiración central de Schiaretti que, hoy por hoy, pasa por estar en la conducción del Consejo Nacional del Justicialismo. Es un viejo deseo de Schiaretti que hoy ve posible. Sabe perfectamente que no será presidente pero aspira superar las PASO y llegar a la elección presidencial de octubre, para después definir una política de alianzas.
Si Patricia Bullrich derrota a Horacio Rodríguez Larreta, Schiaretti tendrá que barajar y dar de nuevo porque tiene profundas diferencias con la presidenta del PRO. Aunque no se puede descartar la hipótesis del mal menor, si debe elegir entre la opositora y el candidato oficialista, Sergio Massa. Sería una situación incómoda para afrontar y, para la cual, hoy no tiene respuesta.
Pero si Larreta gana las PASO, el escenario cambia y, finalmente, se podría concretar el frente común con el jefe de Gobierno porteño.
¿Qué pasará con Llaryora en este caso? “Nosotros estamos con el gobernador a muerte”, responden sin dudar los amigos del intendente. Y dicen: “Si ‘éstos’ de Juntos por el Cambio ganan, Martín acelerará su proyecto presidencial para 2027. Si triunfa Massa, posiblemente debamos pisar la pelota hasta 2031”.
Llaryora reconoce en la intimidad que Schiaretti dejará la vara muy alta porque se va con una alta imagen positiva, por lo cual deberá conseguir recursos del Estado nacional para afrontar su primera etapa de gobierno en la provincia. “Tenemos que pagar la deuda que la provincia tiene y generar un plan de acción que motive a la gente”, comentan para explicar lo que vendrá.
El gabinete y la Legislatura. Mientras tanto y en absoluto silencio, el gobernador electo comienza a diseñar su gabinete, a sabiendas de que tiene un obstáculo que no imaginaba: la Legislatura. Al no tener mayoría peronista estará obligado a una negociación permanente.
“Martín pensaba en convocar a algunos nombres de legisladores electos para sumarlos al gabinete provincial, pero con este escenario legislativo es posible que tenga que dejar a varios porque habrá que estar en diálogo permanente con la oposición, sobre todo cuando se debatan leyes fundamentales”, admiten las fuentes del gobernador electo.
En ese sentido, mencionan a los que estaban en el listado de ministeriales: Paulo Casinerio, Miguel Siciliano y Manuel Calvo, entre otros.
Una de las ideas para la conformación del cuadro de autoridades legislativas es que el riocuartense Juan Manuel Llamosas ocupe la estratégica presidencia provisoria (fue el primer candidato a legislador provincial de la lista sábana). Mientras que a Sciliano le podrían confiar la titularidad del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba.
De todas maneras, aún no está definido y habrá que esperar la definición de la elección presidencial. “Siempre puede haber sorpresas”, deslizan los llaryoristas con un tono enigmático.
Se sabe que, posiblemente, Guillermo Acosta sea ministro de Economía (actual titular de esa área en la Municipalidad) y que Verónica Bruera podría llegar a la Secretaría General de la Gobernación, en la misma función que desempeña hoy en el Palacio 6 de Julio.
Algunos ministros seguirían, como por ejemplo Fabián López en la cartera de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, aunque no sería el único.
Bajo siete llaves se encuentra el nombre de quien estará al frente del ministerio más sensible: Seguridad. Tampoco se sabe ni hay pistas sobre quién ejercerá la conducción de la Policía de la Provincia. Al tener la misma bandera en Provincia y Municipalidad, también será clave el nombre del secretario de Seguridad del municipio, área que se creará, según había anticipado el intendente electo, Daniel Passerini, en su campaña electoral.
Nos encontramos frente a un escenario novedoso. La coyuntura obliga a los protagonistas a poner el proceso vinculado a lo nacional en primer lugar. De todos modos, queda retumbando una contundente expresión de los llaryoristas: “De ‘el Gringo’ no nos vamos a separar”.
También te puede interesar
-
Caso Tania Abrile: un condenado dijo que confesó bajo presión y ahora pide un juicio abierto
-
Jesús María: padres se quejaron porque su hija no fue seleccionada como abanderada y generaron controversia
-
Un fallo de la Justicia cordobesa avala el modelo de negocio de las franquicias inmobiliarias
-
Dengue: detectan larvas de Aedes aegypti en el 6% de las viviendas durante noviembre
-
El PJ va por la sanción del Presupuesto 2025 con cambios de “ultima hora” que encendió la crítica opositora
-
El dólar blue en Córdoba: a cuánto cotiza este jueves 12 de diciembre
-
Tres detenidos acusados de abusar de una joven en un country de Malagueño
-
Ramón Mestre: amigos de De Loredo quieren una alianza con Milei, a lo que yo me opongo totalmente
-
La Noche de los Templos, un recorrido para conocer los cultos presentes en Córdoba
-
¿Hubo contacto desde Alberdi con Zielinski?