La abuela y tres ex amigas de Néstor Soto declararon en el segundo día del juicio por el crimen de Catalina Gutiérrez

Este viernes se dio la segunda audiencia del juicio contra Néstor Aguilar Soto por el asesinato de Catalina Gutiérrez. Una sesión en la que destacó un momento de risas de Soto con su abogada, Ángela Burgos, que provocó variadas reacciones entre los presentes y en redes sociales. Entre las personas que hablaron en la jornada se encontraron la abuela del acusado y tres examigas que comentaron sobre su relación con Soto.

Herta Jeannette Vargas, la abuela de Soto, se quebró en varios momentos de su testimonio, pero intentó defender a su nieto planteando que él "no lo quiso hacer". "Hay personas que en dos segundos se le va la mente. Yo estoy segurísima que estaba con ese problema psicológico y de estrés", detalló sobre la posible situación de Néstor viviendo solo en Córdoba y por afrontar gastos de vivienda y estudio.

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La mujer explicó que ella formó parte de la crianza de Soto, ya que su padre lo había abandonado a una temprana edad y su madre trabajaba mucho tiempo. Además, afirmó haber conocido a Catalina cuando su nieto se la presentó en la facultad como su compañera, y mencionó que él "la cuidaba mucho".

A pesar de su defensa, Jeannette Vargas dijo que "jamás hubiera imaginado" que Soto sería capaz de cometer tal acto, y que aquel día murieron "dos personas, mi nieto está muerto en vida". Sobre esta frase, el padre de Catalina, Marcelo Gutiérrez, la respondió señalando que "la única persona muerta es Catalina".

Las amigas con quienes compartió grupo

En la audiencia también se presentaron tres chicas que compartieron grupo de amigos con Néstor y Catalina, y las tres destacaron las actitudes de "obsesión" de Soto. En los testimonios también llamó la atención el hecho de que algunas tenían activada la geolocalización de sus celulares, con lo que personas con acceso a esa información pueden saber dónde se encuentran, algo que Soto controlaba, según declararon.

Ornella Beltramo fue la primera en hablar y explicó que nunca había percibido actitudes violentas de parte del acusado: "Jamás me ha levantado ni un dedo ni la voz". A pesar de la sorpresa por lo que hizo y que "los primeros años lo consideré como un hermano", confirmó que hoy lo ve como un "asesino". 

También fue consultada por su conocimiento sobre la orientación sexual de Soto, algo que negó saber, pero que él "hablaba de mujeres y nunca con varones". Además, mencionó que luego del asesinato de Catalina, le dijo a Luna, otra de las testificantes, que eso le podría haber pasado a cualquiera de ellas.

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Luna del Castillo pasó en segundo lugar, y señaló que la relación de Néstor y Catalina empezó con él considerándola "superior" por la cantidad de seguidores en sus redes sociales, y que luego "empezaron a hacerse más cercanos y ahí empezó a ser más raro porque se repetía esto de la intensidad que tuvo conmigo y después con Orne". También explicó que sí detectó un comportamiento violento una vez que fue a su departamento y vio el lavarropas roto, a lo que él "dijo que fue un ataque de que algo le salió mal y le pegó al lavarropas".

La última en declarar fue Celina Giolitto, quien mantenía una relación muy cercana con Catalina, y había advertido una relación tóxica y posesiva con Soto, ya que él la manipulaba para que se sienta mal por no dedicarle tiempo. Giolitto también negó estar al tanto de alguna relación de Soto con otro hombre, incluso recordando haber escuchado "comentarios homofóbicos" de su parte.