CELEBRACIONES

Escándalo en el Festejo de Urkupiña en Villa El Libertador: denuncias de cobro de espacio y a los bailarines

Los puesteros alertan por los altos costos para instalar sus negocios. Solo por bailar, una familia asegura que pagara más de un millón de pesos. El barrio está en ebullición.

Fiestas y celebraciones bolivianas en Barrio El Libertador Foto: La Tinta

El festejo de Urkupiña de este sábado viene cargado de polémica y está al rojo vivo. La tradicional celebración religiosa de la comunidad boliviana cumplirá 39 años, pero llega con denuncias cruzadas de sobre los altos costos de alquiler de los espacios y madres que aseguran pagar mucho dinero para ver a sus hijas bailar.

Los puesteros acusan a las familias organizadoras de convertir un festejo de la comunidad en una “fiesta privada”. Aseguran que se les cobran un 25% más que los valores oficiales por el “alquiler de los lugares” que los precios oficiales y dejaron trascender que a los grupos musicales (caporales) llegan a invertir millones de pesos para estar en la celebración.

Pamela Olivera, junto a su madre “doña” Alicia Olivera, participan hace más de diez años de la festividad ofreciendo los productos típicos de Bolivia. Pero este año desistieron de hacerlo por los altos precios fijados para poder vender durante el festejo. “Es una locura los precios fijados por la comisión, un abuso”, denuncia Olivera.

Femicidio de Anahí Bulnes: el acusado admite encuentro, pero niega responsabilidad en el crimen

Por otra parte, pero en el mismo sentido de los cuestionamientos, los bailarines también se quejan. En forma confidencial para evitar represalias, una mamá sorprendió al contar que su hija debió pagar 220 dólares, equivalente a casi 300 mil pesos según la cotización del dólar informal, para bailar en el festejo religioso.

“Los grupos bailables invierten mucho en traslados y en trajes, y sin embargo se les cobra”, acusan. Entre traje y baile una familia puede llegar a gastar más de un millón de pesos.

Matías Kulfas en Córdoba: “El cristinismo se convirtió en un club de fans y por ese camino el peronismo no volverá al gobierno”

La fiesta se realizó históricamente por el esfuerzo de la comisión organizadora a cargo de un grupo de familias fundadoras. Al comienzo todo lo recaudado era a pulmón de los vecinos del sector. Ellos son quienes estipulan las tarifas para puestos de comida y para los grupos de baile. Con el correr de los años, se logró que la municipalidad y la provincia declaren a la fiesta como patrimonio y de interés cultural, lo que obliga a los Estados a afrontar algunos gastos logísticos y operativos.

Quienes cuestionan las tarifas y la “privatización” del espacio público argumentan no entender el fin recaudatorio de los organizadores cuando son los contribuyentes, a través del aporte estatal, los que solventan los gastos principales de logística del evento. En este sentido, se preguntan por qué el municipio permite la comercialización del espacio público.

Costos de los espacios

Isac Gutiérrez uno de los organizadores admitió ante la consulta de La Décima que la tarifa para este año es “40 mil pesos para los puestos grandes y 25 mil pesos, para los chicos”. Aunque otras voces hicieron trascender que el cobro sería más alto: 50 mil para los grandes y 45 mil para los más pequeños.

Gutiérrez justifica el cobro para afrontar “gastos varios”, como “impresión de programas, carteles y limpieza”. “No es plata para los organizadores, sino para que funcione bien la fiesta”, aclaró. Al mismo tiempo remarcó que “además, le damos una parte (de lo recaudado) a la iglesia, colaboramos todos los años”.

Córdoba: cuál es la nueva propuesta de Llaryora a la UEPC que elimina el diferimiento a gran parte de los jubilados

El “aporte” a la iglesia está puesto en duda. Una fuente confiable allegada al Consejo Económico de Nuestra Señora del Trabajo confió que “el año pasado, solo le aportaron 30 mil pesos a la iglesia”. Y contrasta con lo que sucedía en el pasado remoto: “en los comienzos, muchos años atrás, todo lo que se recaudaba iba a la iglesia. Con eso se pintó la pared, se hacían refacciones, etc”, indicó.

Para bailar en Urkupiña algunos deben pagar hasta 300 mil pesos

La mamá de una alumna de una academia de danza de Villa El Libertador reveló que deben pagar para bailar en la festividad religiosa a celebrarse este sábado en el barrio. “Lo hacemos porque los chicos tienen un entusiasmo muy grande y por ser la primera vez, pero es mucho el sacrificio, porque además te fijan los precios en dólares”, expresó una mamá preocupada a La Décima.

Precisó que también debió invertir 500 dólares para comprar el traje diseñado y enviado desde Bolivia. Le indicaron que el pago del baile sería para solventar los gastos de la banda de música invitada que acompañará en el desfile a este grupo de danza, cuyo nombre mantenemos en reserva por pedido de la fuente. Pero funciona en barrio Villa El Libertador.

Se calcula que el año pasado participaron entre 1500 y 1600 bailarines. Esto no significa que todos deban pagar porque hay casos donde la música del grupo de danza no lo proporciona una banda invitada, sino un equipo de sonido que alquila la agrupación.

“Yo solo voy a pagar 25 mil pesos”, dijo un viejo integrante de un grupo de danza Caporal cuya música será provista por un equipo de sonido.

Pero en el caso del grupo de danza de esta niña, son 40 los integrantes. Por lo tanto, 300 mil pesos por cabeza, supone una inversión de 12 millones de pesos (8 mil dólares)

“Privatización” del festejo

Por ejemplo, marcan como un contrasentido que el Estado provea baños químicos gratuitos para los asistentes y que los organizadores cobren “peaje” para su uso. Esto pasó el año pasado. En definitiva, los críticos apuntan a la “privatización” y apropiación comercial del festejo popular y religioso por parte de algunas familias.

Estas sorprendentes tarifas que se denuncian, surgen en momentos en que algunos cuestionan la generosa ayuda estatal para solventar (con dinero de los contribuyentes) los gastos de logística de la fiesta como seguridad, vallado de calles, sonido, audio, luces, higiene, ambulancia, bomberos e inspectores de tránsito.

Qué es la Urkupiña

La Urkupiña es una celebración tradicional y popular. Además de decenas de músicos y bailarines participantes, asisten personas de todo el país y familias de los inmigrantes bolivianos.

Evoca los milagros de la Virgen del Valle de Cochabamba y con el tiempo se ganó el respeto y reconocimiento de los gobiernos de la Provincia y Municipalidad que la declararon patrimonio y de interés cultural para Córdoba.

Esto obliga al Estado, cada año, a proporcionar la logística para el funcionamiento del evento como servicio de seguridad, ordenamiento del tránsito, equipo de sonido y escenario, vallado de calles, ambulancia y bomberos, y baños químicos, entre otros.