DIAGNÓSTICO UCA

En el último año se duplicó la indigencia y la pobreza pegó otro salto

La tasa de indigencia en regiones urbanas pasó del 9 por ciento al 18 por ciento. En tanto, la pobreza escaló entre 10 y 12 puntos porcentuales.

EMPOBRECIDOS. Más de la mitad de los argentinos siguen en situación de pobreza, mientras escala la indigencia. Foto: CEDOC PERFIL

El primer semestre concentró todos los males posibles para dejar una de las postales más crudas: un fuerte salto en los índices de pobreza, explicado, entre otras razones, por el fogonazo inflacionario desde fines de 2023 y la licuación de ingresos donde impactó fuerte la devaluación de la moneda. La foto más dura siempre corresponde a los sectores más postergados, que comienzan a expandirse: 25 millones de argentinos son pobres, dentro de los cuales hay 7 millones menores de 14 años. 

En la semana en la que el Indec dio a conocer que durante el primer semestre del 2024 el 52,9 por ciento de los habitantes del país es pobre, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina publicó su documento sobre por la pobreza urbana, a partir de los datos generados por la por ingresos en base a la Encuesta Permanente de Hogares. El relevamiento, en consonancia con lo comunicado por el Indec, muestra que durante el último año hubo un marcado incremento de la incidencia de la indigencia y de la pobreza. 

Entre el primer semestre de 2023 y el primer semestre de este año, la indigencia se duplicó en todos los aglomerados urbanos analizados por la Encuesta Permanente de Hogares del Indec y puesta bajo análisis por el Observatorio de la Deuda Social.

Para la UCA, el empeoramiento en la calidad de vida de la población es contundente y se mide por los indicadores de pobreza e indigencia monetaria, en el marco de lo que definen como “los efectos de la devaluación, política de shock aplicada en diciembre de 2023”. Esa espiral inflacionaria junto a una limitada recuperación en la capacidad de compra de los ingresos de los hogares ocasionó que más de cinco millones de personas se conviertan en pobres en el primer semestre del año. 

Por otra parte, el análisis de la evolución relativa del índice de precios al consumidor (IPC), que representa el principal índice para la actualización de los ingresos laborales y del valor de las transferencias no contributivas realizadas por el Estado, manifiesta que los precios que componen la canasta básica alimentaria se incrementaron más que los de la canasta básica total y estos más que el índice de precios al consumidor. Por lo tanto, “el ajuste por el IPC fue en desmedro de la capacidad de compra de los hogares en situación de pobreza y aún más de los de situación de indigencia” aseguran.

 

Zona por zona

Para el total de 32 aglomerados urbanos la pobreza escaló del 40,1 al 52,9 por ciento. El pico de pobreza lo mostraron el Gran Resistencia (de 60 a 76 por ciento), Formosa (con un salto al abismo del 29 al 67 por ciento) y La Rioja (del 39 al 66 por ciento). En Córdoba la pobreza pasó del 39 al 49 por ciento.

En la indigencia los valores son alarmantes. El promedio nacional registra una espeluznante duplicación de los valores: del 9  al 18 por ciento. El Gran Resistencia pasó del 18,8 al 38,6 por ciento, Gran Concordia pasó del 18 al 26 por ciento, Santiago del Estero (de 7 a 15 por ciento) y el Gran Córdoba del 7,4 al 12,8 por ciento. 

“A pesar de los esfuerzos del Estado, que basa sus políticas sociales en transferencias focalizadas en hogares vulnerables con menores de edad, en el punto más álgido de la crisis de la coyuntura, en el primer trimestre de 2024, el 30,6 por ciento de los menores de 18 años residían en hogares en situación de indigencia y el 70,4 por ciento, en situación de pobreza. Posteriormente, con la desaceleración del aumento de precios y la leve recuperación de los ingresos, la población de menores de 18 años en situación de indigencia disminuyó al 24% y los que se encontraban en situación de pobreza al 63,8%”, remarca el trabajo de la UCA. 

"Lo peor ya pasó"

 

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, dialogó con el periodista de Radio Mitre, Eduardo Feinmann tras conocerse el relevamiento. En declaraciones al aire aseguró que “el aumento de la pobreza se viene dando desde 2018 (...) la caída post pandemia ya dejó de todas maneras 40% de pobreza y en cuarto trimestre del año pasado ya teníamos 45% de pobreza, es decir, incluso 15% ya de indigencia venía en ascenso”. 

Frente a la pregunta de si lo peor ya pasó, Salvia afirmó que sí "Lo peor ya pasó. Estamos en una situación difícil, creo que todavía estamos transitando la crisis, pero la tendencia es que lo peor pasó y la tendencia parece ser hacia una lenta mejora, alivio, no sé si mejora, lo que diría es que hay un proceso de alivio”. 

Los sectores más vulnerables

 


Para el director, “la sociedad está logrando algún equilibrio dentro de este empobrecimiento, las clases medias bajas que cayeron en la pobreza tienen cierta capacidad de soporte, capacidad de administrar esta crisis”. Y agregó, “los sectores más pobres están experimentando sin duda una mayor incertidumbre alimentaria, de medicamentos que consumen, también han recibido un aumento de la ayuda social”.