LA MACRO DE MILEI

El ajuste público también es provincial: recortaron casi lo mismo que la Nación

Se estima que la Nación generó un ahorro del 28% en sus erogaciones, principalmente explicado por recortes en jubilaciones, prestaciones sociales, personal, subsidios y gastos de capital. Las provincias bajaron un 27% sus gastos, enfocados en personal, transferencias corrientes, seguridad social e inversión en capital. Desafíos y oportunidades que vienen.

RECORTE GENERALIZADO. Las provincias también aplicaron un fuerte ajuste en sus partidas en el primer semestre del año. Foto: Cedoc

La semana pasada y en el marco de su discurso para presentar el Presupuesto 2025 el presidente de la Nación, Javier Milei, disparó un duro escenario para las provincias. A los gobernadores les marcó que ellos también deberían ponerse a trabajar para bajar la presión fiscal y sorprendió con el número del ajuste que, según él, deberían hacer las provincias: unos US$60.000 millones. Como muchos de los números que presenta Milei, luego comienza a correrse la espuma y quedan los valores más acordes a la realidad. en este caso, desde el propio espacio de La Libertad Avanza, el diputado y economista José Luis Espert esbozó que el ajuste de los subsoberanos estaría más cerca de los US$20.000 millones.

En la semana los análisis siguieron y las posiciones se fueron acomodando. “Milei sobreestima las proyecciones buenas y subestima las malas. Y cuando pide esfuerzo a las provincias es un jueguito para el Fondo Monetario Internacional, porque la metodología que siempre tuvo el Fondo para los ajustes fiscales en las cartas de intención ha sido el ajuste en las provincias. Y no entiendo por qué tienen que hacer tanto ajuste si la mayoría de las provincias tienen que equilibrio o superávit”, remarcó el economista José María Rinaldi. 

En la misma línea se explayó el exministro de Economía de Córdoba y actual presidente del Ieral de la Fundación Mediterránea, Osvaldo Giordano al plantear que durante los primeros 7 meses del año las provincias hicieron un ajuste similar al de la Nación. Mientras la Estado nacional generaba recortes por un 28%, las provincias hicieron los propio en una magnitud de 27%.

“La reducción del gasto de las provincias, a nivel del consolidado, ha sido enorme. Con la particularidad de que a las provincias sí les bajó mucho los ingresos. A la Nación los ingresos se le bajaron un 4%, pero a las provincias un 20% porque no tienen Impuesto País ni retenciones. De manera que, contrario a lo que se ha instalado, es bastante parecido lo que pasó en las finanzas provinciales con las nacionales, hubo un proceso bastante parecido”, señaló.

A la hora de diseccionar la composición del ajuste se analiza que el Estado nacional recortó fuerte: jubilaciones (un 26%), prestaciones sociales (19%), personal (19%), subsidios (39%), transferencias corrientes a provincias (74%), gastos de capital (81%); en tanto, las provincias ajustaron en personal (24%), transferencias corrientes (21%), seguridad social (24%), gastos de capital (57%), entre otros.

“En las provincias la inversión en infraestructura también bajó mucho, menos que a nivel nacional, pero hubo una caída enorme que señala que nos estamos comiendo la poca infraestructura que tenemos”, afirmó Giordano.

En el marco de las Jornadas de la 11° Jornada de Infraestructura organizada por la Cámara de la Construcción Argentina Delegación Córdoba, el presidente de la entidad, Horacio Berra puso el eje es un aspecto medular cómo es el grado de involucramiento que los Estados tienen en la obra pública: “en Chile el 90% del total lo invierte el Estado, en los países desarrollados es mayor al 85%. La inversión privada es importante, pero para que ello ocurra debe bajar el Riesgo País para que las tasas de interés sean razonables, hoy tenemos 15 puntos anuales más que cualquier país normal. Hacen falta años de estabilidad jurídica y política que no varíen con las gestiones y que el país cumpla los contratos. Muy por el contrario, acá se declama el efecto licuadora, que es el incumplimiento de los contratos contraídos, el Estado, incumpliendo atenta contra la seguridad jurídica que defiende. Las obras paralizadas se van a deteriorar y el costo de recuperarlas será muy alto. Es una falacia decir que las inversiones privadas van a encarar el 100% de las obras y todos seremos perjudicados”.

Para Giordano se trata de un escenario inédito en términos de la velocidad y el tamaño del ajuste que se está viendo, lo que genera nuevos desafíos hacia adelante: “al escenario complejo que teníamos se le agregan algunos potenciadores con este escenario nuevo, por ejemplo, la poca infraestructura que tenemos no la estamos manteniendo. El desafío principal es invertir más y mejor, no hay forma de resolver los enormes problemas que tenemos si no hacemos el esfuerzo de invertir en infraestructura, ahora hay que pensar nuevos esquemas para el financiamiento y para la gestión de la inversión. No puede ser con la vieja receta. Pero creo que hay algunas oportunidades. Creo que la estabilidad macro económica es un escenario nuevo, tener precios, tener estabilidad, poder hacer contratos a futuro es muy importante. El crédito va a aparecer porque el Estado no va a estar absorbiendo el ahorro y eso es una oportunidad”. Y amplió: “el escenario de desregulación también favorece, invertir con tantas regulaciones no favorece y creo que el gran cambio es migrar este proceso de ajuste, que era necesario para estabilizar, a un escenario de ordenamiento del Estado, repensar la organización del Estado para que sea capaz de cobrar los impuestos y devolver eso en servicios a la gente. Es una agenda compleja, pero hay que encontrarle la vuelta”.