El 8 de junio el Ministerio ya tenía identificados los 13 casos de bebés atacados 

En la cuarta jornada del juicio por las sospechosas muertes seriales de bebés ocurridas entre marzo y junio del 2022 en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, declaró la médica Claudia Ringelheim. Se la presenta como vicedirectora del nosocomio pero ella aclaró que, si bien estuvo a cargo de la Subdirección en el momento de los hechos, ella era jefa por concurso de Tocoginecología.

Uno de los aspectos centrales que expuso fue una reunión ocurrida un día después de la última secuencia trágica registrada el entre el 6 y 7 de junio de ese año, cuando se produjeron dos fallecimientos y dos descompensaciones de recién nacidos que fueron internados en terapia intensiva.

Ringelheim dijo que sucedió el 8 de junio cuando funcionarias del Ministerio de Salud fueron al Neonatal. Quien la presidió fue Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia de la cartera. Textualmente afirmó: “Nos reunimos en la sala de situación. Éramos muchos. Y en el pizarrón, Yanover nos hace una línea de tiempo (con los casos de bebés descompensados) entre el 18 de marzo y el 6 de junio. La gente que estaba ahí no podía creer lo que estábamos viendo”.

Señaló que tras la reunión con los profesionales del departamento intentaron acceder a las historias clínicas de las madres, pero ya “había secreto de sumario”.

El punto es trascendente porque, de su declaración se deduce que Yanover -funcionaria del Ministerio- tenía localizado el grupo de 13 bebés que habían sufrido descompensaciones: Es decir, las máximas autoridades, entre las cuales el ministro Diego Cardozo, no podían desconocer la situación si se había precisado en detalle la sospecha.

Sin embargo, apenas concluyó la declaración de Ringelheim, otra imputada, la neonatóloga Adriana Moralez -que había declarado ayer- refutó el dato. Pidió hacer una “aclaración” y dijo ante los jurados que en la mencionada reunión no se expuso la “línea de tiempo” sino los nombres de los 13 bebés sobre los cuales no lograban encontrar la causa de las descompensaciones que habían sufrido.

De todos modos, en esa fecha, a 24 horas del último evento trágico con cuatro bebés descompensados de los cuales dos habían fallecido, ambas evidenciaron que ya se había instalado una sospecha muy grave.

Ringelheim también admitió que ese día se informó sobre “pinchazos, lesiones, que habían buscado en las cunas, hasta rompieron colchones para ver si había insectos que provocaran picaduras”. En síntesis, no había explicaciones a la secuencia de niños afectados.

En relación a los acontecimientos del 6 y 7 de junio, la médica señaló que la jefa de guardia la llamó después de medianoche para pedirle que se comunique con Derivación de Pacientes para solicitar que no envíen más personas porque “el hospital estaba colapsado porque dos niños habían fallecido y dos estaban en muy mal estado; había estupor en el hospital”.

Cuando fue a trabajar durante la mañana al hospital, todo era “un horror, estupor, tristeza”, describió. Señaló que intentó hablar con la directora, Liliana Asís, pero ella estaba reunida con Escudero Salama (también imputado) “haciendo las denuncias correspondientes”.

También señaló que no conocía a la enfermera Brenda Agüero. “La conocí acá en el juicio”, sostuvo.

Claudia Ringhelheim: "Jamás vi a la enfermera Brenda Agüero, la conocí acá en el juicio"

Cuándo se presentaron las denuncias

El punto expuesto es trascendente porque no coincide con lo que ocurrió en la Justicia. 

El 16 de mayo se había reunido el director administrativo del Neonatal, Alejandro Escudero Salama con el fiscal Guillermo González y el perito forense David Dib. De ahí no surgió ninguna denuncia. Solo se plantearon sospechas.

Después de la madrugada del 6 y 7 de junio, se ordenaron las autopsias forenses de dos bebés, pero en tribunales no se relacionaron ambos casos.

Juicio por la muerte de bebés en el Neonatal: "No tengo dudas de que acá hubo una mano asesina"

Recién el 7 de julio, la denuncia del esposo de una médica, originó la apertura del expediente que vinculó las sospechas de los 13 casos de bebés atacados intencionalmente.

Hay un mes de distancia entre la reunión en el hospital donde se había expuesto la situación sospechosa y la denuncia que formuló un particular a partir de la cual interviene la Justicia abordando el universo de casos. El Ministerio de Salud nunca formalizó ninguna denuncia.