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Dengue: San Francisco se prepara con ovitrampas, peces larvívoros y recorridos casa por casa

La ciudad del este fue una de las más afectadas por el mosquito Aedes Aegyptis en la temporada pasada y las autoridades municipales no quieren que vuelva a ocurrir. El clima húmedo no ayuda por lo que buscan implementar acciones particulares de acuerdo a la topografía de la ciudad, para evitar un brote de magnitud en el verano.

LAGUNAS DE RETARDO. La ciudad cuenta con varias que evitan las inundaciones. Sin embargo, actualmente se les ha aplicado larvicidas y matalarvas para contener el crecimiento del mosquito. Foto: Cedoc Perfil

El verano pasado, la ciudad de San Francisco fue una de las más afectadas por el dengue con un brote que golpeó a un amplio sector de la población. Con el objetivo de que eso no vuelva a pasar, autoridades municipales y sanitarias dieron comienzo a un ambicioso plan que combina ejes dispuestos por autoridades provinciales y nacionales con incorporaciones propias, adaptadas a la topografía del este cordobés.

Darío Muratore, director General de Servicios Públicos, especificó de qué se trata el plan antidengue local que incluye ovitrampas, larvicidas y pequeños peces, que se suman a las medidas tradicionales como el descacharreo, tal vez la más importante de todos, y la vacunación.

Ovitrampas

En puntos estratégicos de la ciudad se instalaron 200 ovitrampas en 100 domicilios, destinadas a capturar huevos del mosquito Aedes Aegypti y ayudando a detectar su presencia. Las ovitrampas son recipientes de plástico oscuros que contienen agua y en donde se colocan una especie de lenguas descartables alrededor. El objetivo es generar un criadero de mosquitos durante siete días, que luego se retira por autoridades sanitarias pa ra determinar cuántos huevos de Aedes Aegypti se encuentran. La lengüeta se revisa con una lupa estereoscópica que permite precisar la presencia de los huevos del mosquito.

“Hasta el momento tenemos cero huevos de Aedes Aegyptis, lo cual no indicaba presencia de dengue en la ciudad. Estos recipientes se analizan todas las semanas, se cambia el palito y se toman los datos de lo que están haciendo”.

Larvicidas y peces

La ciudad de San Francisco tiene varias lagunas de retardo que buscan evitar las inundaciones en la ciudad. En dichas lagunas se aplicaron larvicidas y un “matalarvas orgánico” que buscan comer larvas de mosquitos.

“En varias de las lagunas estamos utilizando un larvicida biológico como otra de las herramientas”. Este larvicida se denomina Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria entomopatógena capaz de producir una amplia variedad de proteínas insecticidas leta les para distintos órdenes de insectos. En tanto que la otra medida son los peces larvívoros autóctonos, cuyo nombre científico es Jennysia multidentata, pero se les llama “tosqueritos” o “madrecitas del agua”.

Muratore informó que “son pececitos más chicos que las mojarritas y son voraces consumidores de larvas, por lo que pueden llegar a comer más de 200 larvas por día”. Estos peces son criados por la estación de piscicultura que la provincia tiene en Villa Carlos Paz, los cuales, además de utilizarse en lagunas de retardo se usarán en canales urbanos y rurales”.

Según se explica en el sitio web de los criadores, se trata de un método biológico para el control de las larvas en sus fases acuáticas y en el seno de los núcleos poblacionales, herramienta complementaria para la lucha contra los vectores de enfer medades médico epidemiológicas como el dengue y la encefalitis.

Hogar en lucha

La municipalidad de San Francisco busca hacer partícipes a los ciudadanos en las tareas contra el dengue. Por tal motivo, tomaron los planos elaborados por infectólogos sanfrancisqueños que determinaron cuáles fueron los sectores de la ciudad con más casos. A partir de allí se visitan todos los domicilios incentivando el descacharreo y se dejan contenedores para que la gente tire allí toda la basura que pueda acumular agua.

“Es una de las acciones que tomamos como principal, visitar todos los domicilios. Tomamos el mapa que nos brindó el área de infectología del municipio y allí pudimos ver que las zonas más complicadas fueron las que se ubican en la zona suroeste de la ciudad. Comenzamos trabajando con esos barrios. Vamos con cuatro promotores, le explicamos lo que tienen que hacer, la importancia del descacharreo y le dejamos un contenedor en la esquina de las casas para que tiren todo lo que pueda estar juntando líquido. Incentivamos a que saquen la basura y algo que la gente valora, le damos una calcomanía que dice ‘Hogar en lucha contra el dengue’. Los que nos atienden, reciben nuestros consejos y los folletos, les ponemos una calcomanía, quedan como un aliado. Hasta ahora golpeamos 4.500 puertas y nos atendieron en 2.200. Los que no atienden les pasamos el folleto por debajo de la puerta, y enviamos un flyer en los grupos de WhatsApp de los distintos centros vecinales”, puntualizó.

“El año pasado hubo una situación de lluvia, mucha proliferación de mosquitos, muchísimos infectados y para nuestra ciudad fue algo descontrolado. No queremos nuevamente esa situación en la que vemos a nuestros amigos, familiares, la gente de la ciudad correr riesgo. El mosquito no viene de la estratósfera, está en nuestro patio, debemos comprometernos para trabajar juntos en tareas tan simples como vaciar el agua de los frascos de los patios que quedan después de la lluvia”, completó.