Crimen de Sebastián Villarreal a manos de adolescentes: su hermana pide no bajar la edad de imputabilidad

El asesinato de Sebastián Villarreal a manos de adolescentes el pasado 29 de febrero generó un intenso debate en Córdoba sobre la edad de imputabilidad. Tras nuevos hechos recientes, el gobernador Martín Llaryora se mostró a favor de reducirla, argumentando que debería aplicarse en casos específicos y hechos graves. Pero Jimena, la hermana de Sebastián, se opone firmemente: "La solución no está en meter niños a la cárcel".

Jimena Villarreal nunca podrá superar el dolor de perder a su hermano Sebastián, asesinado a balazos por dos adolescentes para robarle la moto en el barrio Yofre Norte. A pesar de su dolor, Jimena alza su voz para abogar por una vida mejor para los jóvenes. "El pibe roto que mató a mi hermano es víctima de todo este sistema", sostiene, acentuando en la necesidad de abordar las raíces del problema en lugar de enfocarse únicamente en el castigo.

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"No estoy de acuerdo con que se baje la edad de imputabilidad", afirmó Jimena, en una postura opuesta a la de Llaryora, y manifestó con ironía: "El gobernador dijo que sea para determinados casos y hechos. Y le faltó agregar para determinados sectores sociales...".

La familia de Sebastián exige justicia, pero también pide políticas públicas integrales para niños y jóvenes, con recursos y oportunidades reales que les permitan una vida digna.

Jimena, licenciada en Psicología, enfatiza la importancia de comprender el contexto de formación de cada individuo. "Nos falta entender. Si un pibe de 14 y uno de 17 llegan a tener un arma para matar a alguien es porque hicimos todo mal, se hizo todo mal. No podemos llenar las cárceles de niños", reflexionó. Para ella, es crucial entender que las personas vienen de distintos recorridos y que la empatía es fundamental para abordar estos problemas.

Sebastián Villarreal fue asesinado en la puerta de su casa mientras se disponía para ir a su trabajo. Emboscado por motochorros, fue ejecutado a sangre fría para robarle su moto XR 190. Era padre soltero de dos adolescentes y trabajaba en una fábrica de plásticos en la capital. "Tengo dos hijos, no me mates por favor", fueron sus últimas palabras antes de ser asesinado.

El caso involucra a varios acusados: un adolescente de 14 años, inimputable por su edad; otro joven de 17, señalado como el autor del crimen; y otros dos jóvenes de 18 y 20 años, imputados como partícipes necesarios, además de un hombre de 25 años acusado de ser partícipe no necesario. El fiscal Andrés Godoy, a cargo de la investigación, ha identificado a estos individuos como miembros de una asociación ilícita, con otros tres sospechosos cumpliendo condenas por otros delitos.

A tres meses del crimen se su hermano, Jimena publicó una sentida reflexión en sus redes sociales: