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Córdoba: “Tuve que cavar la tumba de mi marido, con mis hijos”, relató una viuda por falta de ayuda del municipio de Ballesteros Sud

Silvina Alejandra Moreno cavó la fosa de su marido fallecido junto a sus hijos durante 3 días. Asegura que el municipio le quería cobrar 30 mil pesos. Se encuentra en una situación desesperante.

Cavo la fosa de su esposo Foto: Cedoc

El relato de una mujer y sus hijos tras la muerte de su esposo y padre de familia conmovió a la comunidad. Silvina Alejandra Moreno cavó la fosa de su marido fallecido junto a sus hijos durante 3 días. Aseguró que “no apareció nadie” de la Municipalidad.

“Tuve que cavar la zanja, con los chicos, porque la Municipalidad no me quiso ayudar. Tuve que cavar junto a los chicos y moverlo para volverlo a enterrar”, relató al recordar lo que vivió junto a sus cuatro hijos tras la muerte de su esposo, Liceo Antonio Villafañe, quien falleció el 26 de octubre a los 62 años.

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“Mi marido estuvo internado en el Hospital Pasteur de Villa María, en estado de coma, durante 15 días. Me avisaron que su estado no daba para más, tenía infecciones graves en los riñones, diabetes y otras cosas”, repasó Moreno, quien buscó ayuda ante la difícil situación.

Narró que, apenas falleció, desde el mismo hospital llamó “a la Municipalidad, porque no tenía cómo trasladarlo, porque no contaba con seguro de sepelio”, explicó. Moreno tiene cuatro hijos, de entre 15 y 10 años, “tres de ellos con discapacidad”, detalló.

“Ya le había dicho a la trabajadora social de la Municipalidad que la vida de mi marido estaba en riesgo, y me prometió que hablaría con la intendenta. Me dijo que se harían cargo y que me ayudarían”, continuó en su relato.

Sin embargo, las cosas no resultaron como esperaba. “El sábado 26 falleció y entonces la llamé, pero me dijeron que hablara con la empresa de sepelios”, comentó Moreno.

De lo inesperado

Ante esta situación, Moreno decidió hacer público su caso. Según señaló, la intendenta Elena Bertero le comunicó que la ayudarían y que cubrirían los gastos. Todo esto transcurrió entre el sábado y el miércoles siguiente, cuando finalmente le prestaron “un lugar provisorio” en el cementerio de la localidad para depositar los restos de su esposo, mientras buscaba una parcela definitiva.

“Ahí me dijeron que debía hacerme cargo de un costo de $3.000.000, sin posibilidad de cuotas”, contó. La situación se volvió aún más dolorosa. “Me mandaron que lo pusiera en la tierra, y tuvimos que cavar. Terminamos ayer”, declaró Moreno. Durante jueves y viernes, junto a sus hijos, cavaron el lugar en el que finalmente descansará Villafañe.

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“El lugar ya había sido usado para enterrar personas; encontramos restos, pero lo peor fue el dolor de los chicos al tener que mover el cajón de su padre y enterrarlo dos veces. Se tiraron sobre el cajón y lloraron”, relató, conmovida.

También expresó su queja porque “nadie fue a ayudar”, refiriéndose a la Municipalidad, y agregó que “el cementerio es tierra de nadie”.

Ayudar para sobrevivir

Actualmente, Silvina comenzó a retirar a sus hijos antes del horario escolar habitual. Aunque asisten de 8 a 16:30, ella sale con ellos “a cirujear, juntar fierros, lo que sea”. “Ellos me ayudan porque no tenemos otra opción. Comen en la escuela al mediodía, pero por la noche, ¿qué les damos?”, deslizó.

La incertidumbre envolvió a la familia tras la pérdida del esposo y padre. “Nosotros teníamos una pensión de mi marido, que además hacía changas de soldadura y gomería en casa, más las asignaciones de los chicos, pero ahora tendremos que hacer todos los trámites nuevamente, y recién en enero o febrero se reactivaría el cobro”, señaló Moreno.

Nadie de la Muni apareció siquiera para preguntarnos si necesitamos algo”, lamentó, con visible desconsuelo.

Volviendo al difícil momento en el cementerio, Moreno explicó: “Me dijeron que debía cavar cinco metros de profundidad, por si después quería enterrar a otro familiar allí. Cavamos 2,40 metros porque es lo que pudimos. Los chicos y yo cavamos 2,20 metros de largo por 1 de ancho”.

Recordando a su esposo, Moreno concluyó: “Mi marido siempre estuvo con los chicos. Si salía a trabajar o estaba en casa, ellos estaban con él. Salíamos todos juntos”.

Por último, Moreno describió el “estado de abandono” en al menos una parte del cementerio. “En los nichos contra la tapia que da al campo, que está caída en partes, los bichos (roedores) sacan restos humanos”, denunció.

 

Noticias redactada con información de El Diario de Villa María