LA MACRO DE MILEI

Ballester: "todavía no hay un programa de estabilización, esto es puro ajuste fiscal"

El economista y director de la Fundación Ecosur trazó su diagnóstico sobre la gestión Milei y el rumbo de la macro que le da el ministro Luis Caputo y su equipo. Remarca que la caída de salarios e ingresos es más fuerte de lo que la economía necesitaba y subraya que el gobierno debe mejorar su capacidad política si quiere hacer sostenible el rumbo y llegar a nuevos acuerdos con el FMI.

RECESION COMO PLAN. Una de las principales anclas del esquema actual es la fuerte caída de la actividad, para bajar la inflación. Foto: Cedoc

En marzo mes la Bolsa de Comercio de Córdoba decidió relanzar su Instituto de Investigaciones Económicas. Para ello gestó y lanzó la Fundación Ecosur, en alianza con la consultora MindY-Economics del ex Banco Central Guido Sandleris.

Esta semana, y en el marco del almuerzo de trabajo que organizó la Bolsa y que contó con una presentación de la canciller Diana Mondino también dejó su mirada Francisco Ballester, director del área de análisis económico de la Fundación Ecosur. Ballester es también economista jefe en MindY, fue asesor del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y estaba formando parte de los equipos técnicos de Hernán Lacunza, preparando la hoja de ruta en el caso de una eventual presidencia de Horacio Rodríguez Larreta.

En la entidad que preside Manuel Tagle Ballester sostuvo que “el ajuste (del gobierno de Javier Milei) representa uno de los más ambiciosos de las últimas cuatro décadas en Argentina. El éxito del programa no depende únicamente de alcanzar el superávit financiero en el primer año, sino que ya sería positivo lograr avances significativos en la reducción del déficit. Existen incertidumbres justificadas sobre la sostenibilidad del ajuste, lo que plantea la necesidad de negociaciones. La clave estará en plantear la discusión sobre el gasto público partiendo de los nuevos niveles alcanzados”. Luego de su presentación dialogó con Perfil Córdoba.

-La mitad del ajuste fiscal se hizo vía licuación de jubilaciones, salarios y programas sociales, ¿qué tan sustentable es esto?
-Eso se puede ver desde dos aspectos. Desde lo social y político tenemos menos herramientas para saber qué puede pasar, pero estamos viendo que tenemos el mismo nivel de gasto en jubilaciones que había en 2004, con el doble de jubilados. Ahora el gobierno, con el cambio que hizo planteó dar unos puntos de suba e indexar, en términos técnicos se sostiene, pero si genera conflictos social y político es difícil saber, pero hay un tema.

-Este tipo de ajuste y control del déficit requiere, claramente, una negociación política para ser mantenido.
-Sí, requiere negociación política y la capacidad de sacar leyes para hacer modificaciones reales. No sólo en valores, que es la licuación, sino en cantidad e incluso lo que intentó hacer como fue recomponer el Impuesto a las Ganancias. Esa dificultad para sacar leyes entorpece la sostenibilidad del ajuste.

-¿Fue excesivo el ajuste sobre los ingresos en relación a los números del país y a sus cuentas externas?
-Tal cual. Yo trabajé en el equipo técnico de Hernán Lacunza que pensaba el programa de gobierno para un eventual mandato y cuando llegábamos a este punto a cómo encarar la corrección del cepo y el ajuste fiscal lo que veíamos es que hoy no hay un salario real altos. No es la situación de 2015 o 2016 donde el salario real en dólares era demasiado alto y eso provocaba desequilibrios que no podías sostener. Ahora no tenías eso, pero tenías cepo y una brecha gigantesca. El gobierno lo resolvió yendo a un tipo de cambio bastante alto que generó una caída del salario muy fuerte y que, según mi punto de vista, es más fuerte de lo que la economía necesitaba. Esta caída de los salarios e ingresos reales lo que permitió es que la inflación bajara bastante vía recesión. 

-La Nación ya empezó con su ajuste, ¿es más complicado para las provincias?
-Sí, porque la Nación aumentó recursos que no son coparticipables, como el Impuesto País y aumentó el tipo de cambio. También es cierto que las provincias venían, en el agregado, de una situación fiscal menos complicada que la Nación, en parte por el propio financiamiento que hacía la Nación a las provincias.

-¿De qué habla el FMI cuando pide “revisar la calidad del ajuste”?
-Si la mitad de tu ajuste tiene que ver con licuación de jubilaciones y salarios no estás apuntando tan bien en la reducción del gasto. Tenes que mejorar tu capacidad política para poder hacer un ajuste más racional y menos doloroso. Creo que esto todavía no es un programa de estabilización, es simplemente puro ajuste fiscal. Los programas de estabilización tienen otras cosas además de ajuste fiscal, otros elementos de coordinación. 

-Hay versiones que plantean que el agro no liquida esperando una suba del tipo de cambio, ¿está atrasado?
-Puede haber algunos precios que están altos en dólares, otros no tanto, pero no hay un atraso excesivo. Si bien los salarios no están altos, la pregunta creo que es hacia adelante, si se puede mantener este ritmo de devaluación al 2% mensual. Y depende de lo que se pueda lograr con la inflación. Una inflación al 8% mensual es demasiado alta para este ritmo de devaluación. Y la baja de la inflación depende de que se sostenga la recesión.