UN TIEMPO NUEVO

Un outsider distinto

En Davos, Milei pronunció un discurso peligroso. La felicidad de los seres humanos no se mide con cifras macroeconómicas. Estas son una referencia que interesa a los miembros de la élite y llegan a la gente solamente cuando mitigan sus insomnios y potencian sus sueños. Pocos se desvelan porque la inflación sube un punto, y muchos por derechos que se desarrollaron en Occidente las últimas décadas. La mayoría de occidentales rechaza que se persiga a los demás por sus preferencias sexuales.

Foto: Pablo Temes

Con la revolución del conocimiento la democracia representativa entró en crisis, los conceptos se apiñaron sin orden en nuestras mentes, los paradigmas de las ciencias se licuaron, y las ideas más avanzadas se fusionaron con supersticiones.

Con el nuevo presidente norteamericano, apareció la estrella de Elon Musk, uno de los empresarios más avanzados del mundo, que difunde al mismo tiempo ideas obsoletas. Los astros binarios existen pocas veces en la política, Trump lo marginará, como hizo Milei con Macri.

Musk es un agnóstico que quiere usar masivamente la inteligencia artificial para modernizar el Estado, obligar a los edificios gubernamentales a usar energía limpia, poner internet de alta velocidad en las zonas rurales y urbanas. Su empresa Tesla trabaja para llevar la bandera norteamericana a Marte.

Pero somos fruto de nuestras circunstancias. De otro lado, es un afroamericano blanco. Nació y se educó como bóer, en la única cultura africana blanca que habla afrikáner, postula que los negros no tienen alma, y creó el apartheid. Sus abuelos por línea materna emigraron a Sudáfrica porque les gustaba el apartheid, siendo miembros del partido nazi canadiense. Como otros líderes autoritarios del mundo, en la escuela no tenía amigos, fue víctima del bullying y del trato violento de su padre.

El día de la inauguración de Trump hizo un saludo nazi, que algunos confunden con el romano. Eso es falso. No hay ningún indicio de que los romanos saludaran con el brazo en alto. El mito nació a partir de la pintura Los Horacios de Jacques-Louis David en 1784 y se implantó en la cultura popular del siglo XIX y XX en obras de teatro y películas que lo presentaron como el saludo latino. Todos vivimos contradicciones, pero en el caso de los líderes autoritarios, sus atormentadas biografías explican mejor sus creencias que las ideologías.

En Davos, Milei pronunció un discurso peligroso. La felicidad de los seres humanos no se mide con cifras macroeconómicas. Estas son una referencia que interesa a los miembros de la élite y llegan a la gente solamente cuando mitigan sus insomnios y potencian sus sueños. Pocos se desvelan porque la inflación sube un punto, y muchos por derechos que se desarrollaron en Occidente las últimas décadas.

La mayoría de occidentales rechaza que se persiga a los demás por sus preferencias sexuales. Hay en zonas rurales y sectores atrasados de la población algunos que siguen linchando homosexuales, pero tienen el rechazo de casi todas las personas educadas. Lo mismo pasa con los derechos de las mujeres, de las personas discapacitadas, el respeto a otras culturas, la lucha por la vida contra la contaminación.

Milei ha tenido como base a los jóvenes, que son quienes más se identifican con la nueva cultura, y no comparten las supersticiones de sus padres. Conozco, en varios países, a políticos e intelectuales que tienen familias interespecie y eso me ha parecido respetable y divertido. Si algún rato me hago sedentario, pienso adoptar a mi tortuga.

El entorno de Milei no está constituido por hombres y mujeres, casados con personas del otro sexo, que van los domingos a misa con sus hijos. Él mismo dijo que cada uno es libre de vivir como le venga en gana, mientras no haga daño a los demás. No se puede ser liberal y moderno y al mismo tiempo predicar la moralina de Trento.

No vivimos en Estados Unidos, país con enormes contradicciones, en el que los grandes centros urbanos y ciudades universitarias tienen un pensamiento liberal, que rechaza el oscurantismo. Trump triunfó con el apoyo de campesinos ignorantes y trabajadores blue collar y grupos como los proud boys, a lo que indultó después de haber sido condenados por tratar de destruir la democracia más antigua del mundo. Leer sus procesos permite conocer la mentalidad insólitamente primitiva de estos conspiracionistas.

En varios estados de la Unión, durante años, fue prohibido enseñar el evolucionismo, porque contrariaba a la Biblia que dice que todo fue creado en una semana. Argentina es el país más clerical de la región, en el que las autoridades eclesiásticas y curas revolucionarios tienen prósperas empresas que viven del negocio de la pobreza, financiadas por el Estado, pero hay menos devotos. En el otro extremo está México, el país católico con más devotos del mundo, en el que la Iglesia no opina en política.

Milei ha pateado una colmena. El discurso de Davos activó a la comunidad LGBT y logró que muchos otros se sientan en peligro por el discurso antiliberal del Gobierno. No todo es economía, Hitler revivió la economía alemana, pero no fue un líder liberal ni tuvo un buen fin.

Las actitudes antihispanas de Trump son las nuevas aliadas de la izquierda que agoniza. El nuevo gobierno norteamericano cumple el mismo papel que la dictadura militar venezolana con la izquierda. La política tiene que ver con identidades, y los latinos nos enojamos cuando vemos que persiguen a otros que son “como nosotros”, los esposan y deportan.

No tiene sentido discutir el tema racionalmente. Tal vez sea legal, justo, bueno para Trump, pero indigna. Con esas políticas, Trump está generando una ola antinorteamericana que se puede convertir en tsunami, si invade Panamá, Venezuela o ataca a México. Esto va a perjudicar a las opciones democráticas. Parecería que el desarrollo de la inteligencia artificial lleva al debilitamiento de la inteligencia natural.

Trump quiere encerrar a su país en sí mismo, poner aranceles a los productos extranjeros, resucitar las fábricas del Rust Belt, desestimular la fabricación de coches eléctricos, destruir la OMS, no participar en la lucha por la vida. El problema es que Estados Unidos no está solo; China, con su descomunal auge científico, y su pragmatismo taoísta, puede constituirse en la nueva potencia hegemónica.

Dentro de una semana culminarán las elecciones presidenciales ecuatorianas. Otra vez será derrotada la vieja política. Al igual que en la mayoría de las elecciones pospandemia, la mayoría no quiere volver al pasado, va a votar por quien es nuevo.

Cada proceso político tiene sus peculiaridades y semejanzas con otros de la región y el mundo. El socialismo del siglo XXI caducó. Se instaló en la primera década del siglo, gracias a prolongados gobiernos, beneficiados por los precios de las commodities, que pudieron hacer dádivas y, en algunos casos, hacer una obra física visible. Crearon una enorme burocracia que administra los recursos del Estado, se ha enriquecido y constituye su principal base política.

Pero el tiempo histórico se aceleró. El comunismo duró 70 años, esta revolución no llegó a los veinte. Las dictaduras militares de Venezuela y Nicaragua se mantienen por la fuerza y el fraude, no podrían ganar elecciones libres. En Bolivia, los dirigentes del MAS saben que están por perder las próximas elecciones, exhuman un antiguo proceso para afectar a Tuto Quiroga, uno de los candidatos democráticos con buenas posibilidades de ganar los próximos comicios.

En Ecuador, el correísmo sabe que tiene pocas posibilidades de ganar, e intenta hacer cualquier cosa para boicotear las elecciones. Se mueve por el laberinto burocrático que creó con su constitución para afectar a Noboa.

Las vicepresidentes son unos de los mayores problemas para los presidentes, que las digitaron para ese cargo. Hay pocos casos, como el de Gabriela Michetti, en el que trabajaron con lealtad. Tal vez la mejor solución sea la mexicana, que partir del asesinato de Madero eliminó esta institución. No tiene vicepresidente. Los dueños de los votos fueron Milei, Petro, Noboa, sus binomios salieron del anonimato porque ellos así quisieron, deberían colaborar con su presidente.

En el caso ecuatoriano, la deslealtad es extrema. La vicepresidenta no solo pone palos en la rueda del gobierno, sino que quiere gobernar unos días para derogar todo lo hecho por Noboa y ayudar al correísmo de manera frontal. Algunos presidentes del siglo pasado y líderes de derecha le apoyan, ayudan en la práctica a Correa, pero producen el efecto contrario.

Las elecciones están totalmente polarizadas; los estudios dicen que la gente ve a Noboa como el único candidato sin relación con la vieja política, que incluye al correísmo y a los viejos dirigentes antiguos. Está de moda despreciar la historia y el pasado. No es lo que me gusta por mi formación académica y mi edad, pero es la moda de estos tiempos.

Noboa es joven, viene del sector privado, no se le recuerda mezclado con las triquiñuelas de los políticos. Cumple con el requisito central para ganar las elecciones de la actualidad: ser distinto del pasado.

Es un raro caso de alguien que se ha preparado para ser presidente en las mejores universidades. Empezó graduándose en Administración de Negocios en la Universidad de Nueva York, obtuvo una maestría en Administración de Negocios en la Kellogg School of Managment, una maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard y una maestría en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica en la Universidad George Washington. Es el caso de un outsider que es distinto, pero no por ignorante. Conozco otros casos de políticos en la región, pero no siempre es así. Noboa nunca protagoniza espectáculos, está en el otro extremo de Milei, pero se parecen en que son distintos de los antiguos.

La elección está totalmente polarizada entre el pasado que representa Correa y el cambio de Noboa. Este mes ayudaron las actitudes de Correa y sus seguidores que apoyan al dictador venezolano. Su planteamiento de que Venezuela vive una democracia ideal, mientras en Ecuador hay una dictadura, es absurdo en un país en el que viven 800 mil venezolanos que huyeron de la dictadura y mendigan una moneda en los semáforos, o se han integrado a grupos delincuenciales.

Todas las encuestas profesionales anticipan que Daniel Noboa conseguirá un triunfo inédito. Incluso es posible que, por primera vez en la historia, gane en una sola vuelta y consiga un bloque mayoritario de representantes en la Cámara.    

* Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.