Fumata bianca
¿Viste que hay preguntas que te erizan los pelos de la nuca, no importa quién te las formule? Una de ellas es: “¿Viste tal película?”. Uno ya sabe lo que viene: la película es genial y quedamos en el umbral de la boludez total por no haberla visto todavía. Peor todavía es cuando viene con el agregado: “¿Viste tal película? ¡Te va a encantar!”, porque presupone que una no la vio y, además, quien se atribuye tal saber sobre los gustos propios inmediatamente nos predispone mal para ver ese hipotético encantamiento cinematográfico.
Antes discutía o me rebelaba ante la conminación: “No, no voy a ver esa película nunca, viola una de mis reglas cinematográficas”. Ahora prefiero el contraataque. Veo una película secretamente. Cuando alguien me pregunta sobre otra, pongo la mía ante sus narices atónitas.
Hace unos días, sobre el final del año, un reputado crítico académico de cine me escribió: “Ayer vi Queer de Guadagnino. ¿La vieron? Me encantó”. No podía decirle que no iba a ver la película, porque Daniel Craig es objeto de una regla cinematográfica dorada: veo todas las películas en las que actúa, al menos desde 1998, cuando se desnudaba para un Francis Bacon encarnado por Derek Jacobi en Love Is the Devil.
Así que le escribí “NO” (con mayúsculas de irritación) y de inmediato contraataqué: “Oíme, sabelotoda. ¿Viste Emilia Pérez?”. Me contestó: “No, ¿vale la pena?” (tenía prejuicios contra la película, como casi todas las personas que me rodean). Le dije: “Sin palabras. Es un más allá del cine conocido”. El cierre me sublevó: “La voy a ver y después te digo”. ¡Como si su opinión calificada avalada por un título de Doctor pudiera modificar mi propio juicio!
Yo no te voy a recomendar que veas Emilia Pérez para no caer en contradicción y además porque de eso se encarga Hollywood (acaba de ganar varios Golden Globes). Solo diré que tiene varias canciones muy, pero muy, conmovedoras.
Eso sí, tratá de tener siempre a mano una respuesta contundente para no quedar como una persona que da la espalda a las carteleras. ¿Viste Wicked? La encontré estúpida e indignante. ¿Viste la de los Papas? Está bien, pero no es para tanto. Además, no tuvieron en cuenta la rosca de Francisco, que ya dejó la sucesión lista.