El reportaje
Continúa de ayer: “Método de recaudación”
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Coincido con Marcelo Longobardi, el reportaje largo de esta edición de PERFIL, en que no corresponde tomar a Joni Viale como responsable del bochornoso final del reportaje a Javier Milei el lunes pasado, sino tomar ese episodio como parte de un contexto donde un sector del periodismo se ha vuelto “demasiado oficialista” y, a diferencia de situaciones similares durante el kirchnerismo, el periodismo oficialista no surge del canal oficial controlado por el Gobierno o de un canal controlado por un amigo de Néstor Kirchner, sino de los medios profesionales.
Surge en el reportaje a Longobardi que tres de los principales canales de noticias: TN, LN+ y A24, y las dos principales radios AM: Mitre y Rivadavia, comparten más o menos los mismos periodistas que rotan entre estos cinco medios. Y en palabras de Longobardi: que mientras “tenemos un presidente que no cree en la libertad de expresión” hay “periodistas peleando entre ellos a ver quién es más oficialista y se acusan entre ellos”. Situación que es justo remarcar no es de los medios escritos de esas mismos grupos, sino un fenómeno exclusivamente audiovisual, donde la fama es preponderante, a la inversa de los medios gráficos, donde predomina la valoración por el prestigio.
Que las mismas empresas que cuentan con un profesionalismo en papel diferente se autoimpongan en televisión otro indica que hay una cuestión de mercado que trasciende a los propios periodistas involucrados. Longobardi, después de haber vivido y hecho periodismo desde Estados Unidos y parte del tiempo para empresas norteamericanas, explica el fenómeno desde una perspectiva que trasciende la lógica local y permite conceptualizar la interrupción del reportaje de Viale a Milei como parte de un sistema más complejo de interacciones económicas, políticas y mediáticas.
Pone este ejemplo: “Imaginate esta escena, Washington Post, viene un periodista y le dice a Jeff Bezos, su nuevo dueño: señor Bezos, tengo los nuevos papeles del Pentágono, o acabo de descubrir un nuevo caso Watergate. ¿Se publica o no se publica? No se publica. Y al tipo lo echan. Se están yendo hasta los humoristas del Washington Post”.
Longobardi vuelve a los medios argentinos el 10 de marzo, a las 7 de la mañana, en Radio Perfil y NET TV.
Y concretamente sobre un reportaje en que un jefe de Estado o su colaborador interrumpen, narra el caso de Nicolás Maduro en Venezuela interrumpiendo abruptamente el reportaje que le estaba realizado el periodista Jorge Ramos de Univisión: “Jorge podría haberle dicho: mire señor Maduro, espere un poquito, me interesa mucho la nota, por lo tanto, le saco esta pregunta, pero cuando entró el Caputo de Maduro y le interrumpió el reportaje, Jorge no dijo: borramos esta pregunta y sigamos con el reportaje que para mí es un reportaje muy importante. No hizo eso”.
La tecnología aporta su parte: Longobardi recuerda que en 2008 Néstor Kirchner sostenía que “no habría habido campo sin Clarín” por TN cuando por entonces no existía LN+, A24 era despolitizada, C5N estaba comenzando y no existían teléfonos que filmaran y mostraran imágenes en movimiento. La fragmentación de las audiencias producto de la multiplicación de canales y plataformas creó las condiciones para que se terminara obteniendo más audiencia especializándose en satisfacer a solo un tipo de audiencia a diferencia del pasado, cuando había pocos medios audiovisuales y se disputaban la audiencia más amplia y diversificada posible.
Pero de lo que sí Viale fue agente y no paciente es de su acusación a parte de los periodistas que compartieron con él el horario central de LN+ los dos años anteriores y ahora se encuentran distribuidos parte en LN+ y parte en A24, de recibir dinero para favorecer a candidatos, generando una conmoción en el gremio no porque no existieran esas acusaciones previamente pero nunca oficializadas públicamente desde un medio audiovisual competidor. Longobardi define a ese conjunto de periodistas como una “troop de periodistas oficialistas” y “más grave, veo un grupo de periodistas que está interviniendo en el tema del poder, que son parte de internas, de leer al aire en la televisión mensajes del teléfono” que serían recomendaciones del propio presidente o sus principales funcionarios.
Sobre las redes sociales Longobardi sostiene: “El presidente Milei supone que una persona que actúa en el Twitter o en una red social puede sustituir a un periodista profesional. Eso es como decir que en vez de ir a ver al médico, le pregunto a Google qué hago si me duele la espalda”. Y volviendo sobre los medios analógicos de mayor audiencia, “el Club de los cinco”, tres de los principales canales de noticias: TN, LN+ y A24 y las dos principales radios AM: Mitre y Rivadavia, Longobardi opina que “a Milei no le molesta demasiado lo que diga Gustavo Silvestre, o lo que diga C5N, o lo que diga eventualmente Jorge Rial” porque la polarización con el significante kirchnerista le es funcional y hasta lo sustenta frente a gran parte de la opinión pública.
Sobre el criptogate sostiene que “el Presidente debería haber dado una conferencia de prensa. Y si no da la conferencia de prensa, tengo que presumir que tiene algo para ocultar”. Es un tema “muy delicado que merecía una explicación, no para su amigo Jonatan Viale, sino para la prensa en general”.
Periodistas independientes que cuando Milei comparara $Libra con un casino o la ruleta rusa, más allá de preguntarle ¿cómo se le ocurre promocionar (“difundir”) un casino o una ruleta rusa?, preguntaran ¿qué casino conoce donde su dueño manipule las cartas, o ruleta rusa donde quien entrega el revólver sepa dónde puso la bala?
O ¿por qué el factótum de $Libra, Hayden Mark Davis, sostiene que hay 100 millones de dólares que son “de Argentina” y espera instrucciones del Gobierno hacia dónde enviarlos? Y ¿por qué el mismo Davis escribió: “I send $$ to his sister and he signs whatever I say and does what I want” (“Le mando $$ a su hermana y él firma todo lo que le digo y hace lo que quiero”)? Recomiendo especialmente la lectura de “Caso Libra: la negación de Javier Milei y los ‘adictos’ de Hayden Mark Davis y su familia” en bit.ly/davis-familia-criminal.
Para Longobardi “periodismo oficialista y periodismo militante viene a ser lo mismo”. También anuncia que vuelve a los medios argentinos el 10 de marzo a las 7 de la mañana en Radio Perfil y NET TV. Así como no fue casual que lo echen de una radio sensible a la presión del Gobierno, tampoco es casual que su regreso se termine produciendo en los medios de Perfil.
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