Sandra Díaz, investigadora argentina premiada con el "Nobel del Ambiente", advierte que el origen del cambio climático es humano
La bióloga del CONICET fue distinguida, junto al investigador brasilero Eduardo Brondizio, por sus estudios sobre la relación entre humanidad y la biodiversidad y habló sobre la amenaza del cambio climático y la situación "crítica" de la comunidad científica argentina.
La bióloga cordobesa Sandra Myrna Díaz, investigadora del CONICET, recibió este miércoles el Tyler Prize 2025, conocido popularmente como el “Nobel del Ambiente”. Luego de recibir la distinción por sus estudios sobre la relación entre la biodiversidad y los humanos, la investigadora advirtió que es “innegable e indudable que los cambios que está habiendo en el clima son de origen humano”.
“Hay análisis muy precisos y muy claros que demuestran que los cambios humanos le descuentan los cambios naturales al clima. No es una opinión, es una señal por la tasa a la que se está produciendo, la velocidad y la correspondencia con los gases invernaderos”, sostuvo en declaraciones a Radio con Vos. “La única explicación del cambio climático es antropogénica”, afirmó la investigadora.
Diaz recibió el galardón junto al investigador brasilero Eduardo Brondízio por su trabajo en sobre las profesiones de las plantas y cómo reaccionan a los cambios del ambiente y se convirtieron en los primeros científicos latinoamericanos en recibirlo.
La investigación que les mereció la prestigiosa distinción está enfocada en el entrelazamiento de la humanidad con la naturaleza. “No hay una planta, un animal o un ecosistema que sea universalmente todo bueno o todo malo para la humanidad, sino que, según tu posición social y tus intereses, le ves diferentes cosas buenas y malas”.
Según la bióloga argentina, las diferentes características de la biodiversidad generan “un proceso de negociación social, y muy frecuentemente de conflicto social, acerca de los cuerpos de los organismos que tienen diferentes profesiones”.
Premio Tyler: el trabajo de Sandra Díaz sobre la relación de los humanos con la naturaleza
Oriunda de la provincia de Córdoba, se recibió de bióloga en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), donde se desarrolló como docente en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. A su vez, es investigadora Superior del CONICET y se desempeña en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), donde se especializa en el estudio del impacto del cambio climático global sobre la biodiversidad.
Aunque señaló que no ha verificado la existencia del cambio climático en sus investigaciones, sí ha determinado los “efectos muy fuertes del cambio climático, del uso de la tierra, de la contaminación, y de la extracción sobre los animales y las plantas”.
“El financiamiento ha llegado a cero”: la investigadora Sandra Díaz denunció la situación crítica que atraviesa la ciencia argentina
Ante la creciente tensión entre el Gobierno nacional y el sector científico argentino, que denuncia falta de financiamiento para proyectos, cierre de convocatorias y reducción de becas, Sandra Díaz calificó el Tyler Prize como un “reconocimiento reconfortante”. “Te da un poquito más de aliento en un clima donde hay que ser muy fuerte como comunidad para no deprimirse”, señaló.
Durante 2024, el financiamiento del Estado para el área de Ciencia y Tecnología se redujo un 32,9% respecto del de 2023, cuando representó tan solo 0,208% del PBI. Esta disminución se convirtió en la caída más importante para el sector desde 1972, cuando comenzaron a medirse las partidas.
Protesta de científicos del CONICET contra los recortes en el sector
A su vez, solo el 7% del presupuesto destinado para la ejecución del CONICET, la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) fue ejecutado.
“La comunidad científica argentina no son dos loquitos. Es antigua, grande y gloriosa. Eso lo puede decir cualquiera que mire los indicadores científicos internacionales de América Latina y el mundo desde afuera y objetivamente”, dijo la bióloga cordobesa, y definió la situación como “extremadamente crítica”. “El financiamiento ha llegado a cero, al menos en las áreas donde yo estoy trabajando”, denunció.
Además, mencionó la gravedad que implica la reproducción de “insultos públicos” hacia la comunidad científica, y aseguró que no se trata de un “fenómeno estrictamente argentino”: “Los ataques económicos y en el discurso a la ciencia, y el negacionismo del cambio climático no son simplemente un fenómeno vernáculo”.
TV/fl
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