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Oscar Zago: "Hay formas de expresar las diferencias políticas sin recurrir a insultos"

El diputado oficialista participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). Los trolls y los ataques digitales que recibió. El apoyo a Milei.

Oscar Zago Foto: Télam

Oscar Zago participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA), creada por el Grupo Perfil, en la que se diferenció del tono confrontativo del presidente Javier Milei. "Podemos estar en desacuerdo políticamente y tener diferencias enormes, como yo las tengo. Pero hay formas de expresar esas diferencias políticas sin recurrir a insultos, que es algo que no compartimos", subrayó.

El diputado oficialista que preside el bloque Integración y Desarrollo (MID) también expresó su preocupación por la persecución que se ejerce en redes sociales. "Yo no sé si son trolls de un Gobierno o de otro. Pero no me gusta lo que pasa con los trolls. La mayoría de ellos tienen nombres falsos, y les ponen apodos como "Galleguito", "Tanito", "El Gordo", "El Flaco", etcétra. Eso me molesta. Quiero poder identificarme y tener una discusión real", agregó Zago en el Ciclo de Entrevistas coordinado por Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y rector de USBA.

—Usted forma parte del oficialismo pero no integra la Libertad Avanza. ¿Qué diferencias programáticas plantea desde el MID?

—Puede haber algunas diferencias, como en todo. Somos un partido con sesenta años de historia. El Movimiento de Integración y Desarrollo tiene un programa de desarrollo. La Argentina ha cambiado en sesenta años, desde el tiempo de nuestro presidente Arturo Frondizi, quien lanzó un programa desarrollista que abarcaba a todo el país. En ese entonces, teníamos una visión completamente diferente. La economía no estaba tan endeudada, y había condiciones que favorecían a la Argentina. Hoy hay puntos de vista totalmente distintos en algunos aspectos, aunque no en todos. Si te ponés a hablar, incluso el presidente Milei, que se considera libertario, menciona muchas veces el desarrollo. Pero cuando hablamos de desarrollo, hablamos del desarrollismo que propusieron Rogelio Frigerio y Arturo Frondizi, especialmente en el desarrollo del petróleo, gas y energía. Eso fue un impulso muy importante para Argentina. Sin embargo, hoy la ecuación ha cambiado. Argentina está mucho más endeudada, tiene menos recursos y el acceso al crédito es mucho más difícil, especialmente cuando un país no puede responder a los compromisos que asumió. Hemos estado al borde de entrar en default varias veces, lo cual es negativo para los organismos internacionales de los que hoy dependemos si queremos algún tipo de crédito para desarrollar el país. Algunos en el gobierno nacional comprenden esto. Creo que el Presidente habla de desarrollo, pero otros funcionarios solo mencionan la liberación de precios o cuestiones de la Ley Hojarasca. Hoy hay muchas cosas que recortar, y no sé dónde se va a desarrollar. Esta es una discusión que tenemos quienes creemos que sin desarrollo nacional no hay país.

—Mencionaba el desarrollismo de Frondizi, quien creó el INTI en 1958. Actualmente, el Gobierno lo está desfinanciando ese organismo. ¿Cuál es su posición?

—Las circunstancias han cambiado drásticamente desde entonces. En los años 60, los valores y las situaciones políticas y económicas eran muy diferentes. Frondizi creó el INTI para desarrollar el país, pero hoy el financiamiento debería venir de empresas privadas que hagan convenios con el Estado. El suelo es argentino, y es fundamental que se necesiten capitales nacionales o extranjeros para el desarrollo. Lo que el Estado busca no es desfinanciar, sino que el financiamiento provenga de empresas argentinas. Sería ideal que los empresarios argentinos industrialicen el país y se queden en Argentina, generando empleo y desarrollo.
Finalmente, agradezco la oportunidad de participar en este ciclo de entrevistas con estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires. Espero que todo lo que podamos colaborar sirva para su crecimiento. Aquí no hay colores políticos; hablamos del bienestar de todos. Muchas gracias a ustedes por su trabajo.

—¿Qué opina de la presión que ejerce Milei sobre los gobernadores, amenazando con no entregar fondos si no lo apoyan?

—Cuando uno asume el rol de gobernador, intendente o incluso de diputado o senador, deja de pertenecer únicamente a un partido político. Pertenece al pueblo argentino en su conjunto, tanto a quienes lo votaron como a quienes no. Al asumir un cargo, los gobernadores de provincias como Catamarca, Salta y Tucumán tienen una responsabilidad que va más allá de sus afiliaciones políticas. Cada gobernador representa a un abanico amplio de ciudadanos que pueden estar afiliados a diferentes partidos. Así como el presidente de la nación representa a todos los argentinos, los gobernadores deben dialogar y trabajar por sus provincias, buscando resolver problemas institucionales y otros desafíos. No debemos identificar a estos gobernadores por su relación actual. Hoy son estos cuatro, pero en reuniones anteriores hubo otros. Siempre hay un ministro del Interior que se reúne previamente con cada gobernador, quienes llevan sus reclamos.

Oscar Zago participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA).

—A usted la han criticado mucho por el proyecto de derogar las jubilaciones de privilegio. ¿Qué opina al respecto?

—Es un proyecto que nosotros hemos presentado. La ley que proponía derogar las jubilaciones de privilegio, que había ingresado creo que por la Unión Cívica Radical, fue acompañada por la Libertad Avanza, pero nosotros no respaldamos ese proceso y salió negativo.
Me han criticado mucho en las redes por esto. Muchos trolls han argumentado que el Presidente lo veía bien. Pero yo le expliqué al Presidente que, más allá de que él y el vicepresidente no deberían cobrar jubilaciones de privilegio, hay más de cinco millones de personas en esa situación, y esos porcentajes están fuera de contexto. Por ejemplo, en el tema judicial, hacen un aporte del 11% más un 6%. Y con eso lo presentan como un aporte significativo para jubilarse con un sueldo mucho más alto que el jubilado común. Pero el 6% no es suficiente para alcanzar el 82% móvil. Aportás durante tantos años y te devuelven un dinero con un pequeño interés al momento de jubilarte. Consideramos que el 6% no es suficiente, porque si miramos los números, el 11% alcanzaría para unos 300 mil pesos, mientras que el 6% más no alcanza para los tres millones que se jubilan con el 82% móvil. ¿Quién termina pagando esto? Lo pagamos nosotros, quienes no aportamos. Así que decimos que eso se tiene que terminar. No es justo que alguien, como la ex presidenta, cobre 28 millones de pesos de jubilación de privilegio. Proponemos que no se puede optar por una jubilación de privilegio y, si ya se está jubilado, que devuelva la jubilación. No se les puede obligar, pero sí se les puede ofrecer la opción. Queremos que, de aquí en adelante, se acaben las jubilaciones de privilegio, así como se han eliminado para diputados, senadores y en algunas provincias. Hoy, Argentina no se puede dar el lujo, y menos nosotros, de aportar para cubrir a unos pocos. Es decir, o todos o ninguno. O el beneficio es para todos, o no es para nadie. No puede haber unos elegidos que vivan a expensas de otros. Esto es lo que estamos proponiendo.

—¿Qué piensa sobre los trolls vinculados al Gobierno, en relación a la persecución que sufren algunos opositores?

Tengo sesenta años y hago política desde hace mucho tiempo. Vivo en el mismo barrio desde hace sesenta años, no me he mudado, y comparto y camino por las calles hablando con los comerciantes. Tengo excelentes relaciones con los dueños de los bares y con los mozos, y me siento cómodo en esos lugares. Mis padres y abuelos vivieron en el mismo barrio, así que siempre conozco a las familias: el abuelo, el padre, el tío, o al amigo de la infancia. Cuando empiezo a ser diputado y me ven los medios, algunas personas se acercan. Algunos estarán de acuerdo, otros no, pero así es como me manejo. Yo no sé si son trolls de un Gobierno o de otro. Pero no me gusta lo que pasa con los trolls. La mayoría de ellos tienen nombres falsos, y les ponen apodos como "Galleguito", "Tanito", "El Gordo", "El Flaco", etcétera. Eso me molesta. Quiero poder identificarme y tener una discusión real. Si no sé con quién estoy hablando, no puedo responder a las críticas. Quiero que quede claro que, aunque no estés de acuerdo con lo que pienso, al menos podamos conocernos. Cuando me llegan críticas, me enoja no saber a quién contestarle. Hay comentarios absurdos que no le hacen bien a nadie. Me pueden criticar todo el día, y está bien, que les guste o no mi forma de ser, mi posición política o lo que sea. Pero al menos quiero poder tener un ida y vuelta con personas identificadas. Si no los conozco, no sé quiénes son, y no puedo responderles. No se le puede contestar a una pared. Yo no soy así.

Oscar Zago participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA).

—¿Qué sintió cuando el presidente Milei insultó a Ginés González García, que ya había fallecido, y cuando dijo que quería poner un último clavo en el cajón con Cristina dentro?

Yo lo dije antes de la campaña: el Presidente tiene una posición verbal muy particular, y yo no la comparto. Hay cosas con las que no estoy de acuerdo. Cada uno tiene su forma de ser, y nosotros no estamos de acuerdo con ese tipo de expresiones. Yo fui criado de distintas maneras, y eso forma parte de mi carácter. Soy apasionado, a veces me peleo y digo cosas de las que luego me arrepiento y trato de pedir disculpas. Pero con ese tipo de expresiones, no. Así que, del mismo modo, quienes estamos hoy en un espacio de poder como funcionarios, debemos tener esa medida. A veces se dice que muchos ciudadanos piensan que no pueden expresar lo que sienten, pero cada uno tiene derecho a hacerlo como quiera. Nosotros, en cambio, tenemos una responsabilidad. En el colegio nos enseñaron a ser respetuosos, y tenemos que dar el ejemplo. Podemos estar en desacuerdo políticamente y tener diferencias enormes, como yo las tengo. Pero hay formas de expresar esas diferencias políticas sin recurrir a insultos, que es algo que no compartimos. Me parece inapropiado dirigirse así a una persona que ya no está entre nosotros. Haya sido un mal funcionario o un buen funcionario. Yo critiqué al exministro Ginés González García por sus errores durante la pandemia; vi muchas cosas que se manejaron mal y lo dije, pero siempre con el respeto que debe tenerse.

—¿Qué piensa de la postura de Victoria Villarruel, tras su reunión con Isabel Perón?

Tiene todo el derecho de reunirse con quien desee. Es es la vicepresidenta de la Nación y está a cargo del Senado. Aunque yo quizás no me hubiera reunido con Isabel Perón, ella puede tener sus motivos. Isabel fue la primera mujer en llegar a la presidencia de la República Argentina en un momento muy difícil, donde los argentinos enfrentaban hechos aberrantes como el terrorismo de Estado.Sin embargo, creo que no estaba capacitada para ser presidenta en ese momento crítico, donde se necesitaban otras experiencias y carácter para manejar la Argentina. Es su derecho, y yo no tengo por qué estar a favor ni en contra. Cada uno tiene su opinión. En ese momento, se vivieron turbulencias y sangre en el país. Quizás se debió actuar mucho antes, sin esperar a que cayera la dictadura, que nos hizo tanto daño a todos los argentinos.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas y le damos la posibilidad de cerrar con un reportaje final.

—Cierro agradeciendo el espacio que me dieron. Es muy importante que se formen en el periodismo para que Argentina pueda tener mejores profesionales en una disciplina tan importante para la democracia de nuestro país.

Ariel Alasia, Sofia Armani y Julia Martinez
Estudiantes de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación
Universidad del Sur de Buenos Aires