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Graciela Ocaña: "Es una barbaridad que Alberto Fernández cobre una jubilación de 10 millones"

La legisladora porteña participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación que organiza la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA). La situación judicial del expresidente. Y la denuncia de corrupción por los seguros.

Graciela Ocaña Foto: valentino farinatti

Graciela Ocaña participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación que organiza la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL) en la que se refirió a la jubilación de privilegio de Alberto Fernández: "Es una barbaridad que Alberto Fernández cobre una jubilación de 10 millones de pesos. Nosotros estamos analizando hacer una presentación judicial para que la ANSES tenga un mecanismo que le permita suspender esta jubilación de privilegio", expuso.

La legisladora porteña también se mostró alarmada por las denuncias efectuadas por Fabiola Yáñez contra el expresidente pero cuestionó que no hayan hecho mención al cumpleaños que realizó durante la cuarentena. "Creo que Fabiola es una víctima respecto de la violencia de género. Pero no es una víctima en la fiesta de Olivos. Porque todos sabemos que no fue una reunión que surgió cuando había una restricción de movilidad para todos los argentinos", sostuvo Ocaña en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.

—Como expresidente, a Alberto Fernández le corresponde por ley una jubilación de privilegio. Luego de la denuncia por violencia de género, ¿no sería adecuado quitarle ese beneficio, algo que ustedes ya venían reclamando?

—Para poder acceder a la jubilación de privilegio, además de haber sido presidente o vicepresidente de la Argentina, se exigen otras dos condiciones: que la persona resida en el país y que no tenga otro tipo de beneficios dentro del sistema previsional. La honorabilidad no es un requisito que establezca la ley para poder acceder a dicha jubilación, más allá de que Alberto no la tenía desde el momento en que organizó una fiesta en Olivos para festejar el cumpleaños justamente de Fabiola Yañez en el medio de la pandemia. Lo que nosotros hicimos fue tomar el tema de la residencia, ya que el expresidente estaba en España, y presentar un recurso de queja. Lo que sucedió fue que la Anses resolvió muy rápidamente la jubilación de Alberto Fernández, la cual cobró en marzo. Cualquier jubilado sabe lo que tarda la Anses para poder disponer y cobrar un beneficio, pero en el caso de Alberto fue sumamente rápido.

—Fernández sigue, entonces, cobrando su jubilación de privilegio. ¿Qué opina usted al respecto?

—Toda aquella persona que haya defraudado al Estado o que esté involucrada en causas como ésta, de violencia de género, no debería recibir dicho beneficio. También quiero decir que me opongo a estos regímenes. En el 2002, el Congreso derogó todos los regímenes de privilegio, incluso los que beneficiaban a los jueces. Yo voté por ello. Lamentablemente, Duhalde en ese momento vetó algunos artículos de esa ley del Congreso y mantuvo justamente las jubilaciones para los jueces de la Corte, para los presidentes, para los vice y también para el clero, que es muy limitado porque prácticamente el clero no utiliza este régimen. Hace pocos meses el Congreso perdió la oportunidad de derogar a futuro el régimen, porque por cinco votos en la Cámara de Diputados no se aprobó el artículo que derogaba el sistema. Las jubilaciones de privilegio están mal, son una cachetada al jubilado que hoy gana de mínima 260 mil pesos. Es una barbaridad que Alberto Fernández cobre una jubilación de 10 millones de pesos. Nosotros estamos analizando hacer una presentación judicial para que la Anses tenga un mecanismo que le permita suspender esta jubilación de privilegio. Ver que alguien como Alberto Fernández cobre eso o que Cristina Fernández cobre cerca de 25 millones, es una barbaridad.

Graciela Ocaña participó del Ciclo de Entrevistas con estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación

—¿Qué opinión le merecen las últimas declaraciones de Alberto Fernández sobre la denuncia de Fabiola Yáñez?

Sobre el tema violencia de género claramente hay una víctima y la víctima es la señora Yáñez. Bajo ningún punto de vista Alberto Fernández es una víctima. Es de una bajeza y vergüenza extrema que ese señor haya sido presidente de la Nación. Mi total repudio y, espero que como en todos los casos donde hay violencia de género sea castigado con todo el peso de la ley. Es muy importante sostener a la víctima. Alberto que se deje de poner en el papel de víctima porque él no tiene nada de víctima. Es vergonzoso el papel que ha tenido desde lo ético, lo moral y lo personal como presidente.

—¿El entorno de Alberto estaba al tanto de lo que sucedía?

—Los que estaban en Olivos, que eran el médico, la gente de Seguridad y la gente más cercana que trabajaba con Alberto Fernández, no podían ignorar esa situación. Fabiola ha dicho que habló con la segunda ministra de la Mujer que tuvo el gobierno y no le dio respuesta. Así como tampoco se la dio María Canteros y otros que conocían la situación o habían sido notificados. Es triste, porque creo que no importa el poder que tenga quien ejerce la violencia, a la mujer siempre hay defenderla de esa agresión.

—¿Qué lectura hace de la decisión de Fabiola de no referirse a la fiesta de Olivos en el reportaje que concedió?

—Creo que Fabiola Yañez es una víctima respecto de la violencia de género. Pero no es una víctima en la fiesta de Olivos. Porque todos sabemos que no fue una reunión que surgió cuando había una restricción de movilidad para todos los argentinos. Creo que Fabiola sabe que ella y Alberto Fernández tuvieron responsabilidad en esa organización. Pero las elecciones no las perdieron por Fabiola, sino que las perdieron por el mal gobierno que hizo Alberto Fernández. Creo que la fiesta de Olivos y esa foto fue un golpe para todos los argentinos. Fabiola Yañez perdió en esa entrevista la oportunidad de pedirle perdón a los argentinos por la fiesta de Olivos porque esa fiesta dañó a mucha gente que no pudo acompañar a sus familiares en el momento más duro, que es en el de la muerte, y mucha gente murió sola pensando que había sido abandonada sin entender qué le pasaba. Y eso fue durísimo.

—¿Qué opina de la investigación original, vinculada a la venta de seguros?

—Es algo que me preocupa. Porque la Secretaría y Técnica, conociendo que eso podía abrir una ventana para hacer estos negocios, permitió acceso de información privilegiada al bróker. Creo que nos enteraremos de muchos más cuando esos diálogos o esos teléfonos sean analizados por la justicia.

—¿Alberto Fernández estaba al tanto de los negocios de Héctor Martínez Sosa con el Estado?

—Creo que sí, porque hay un decreto que firmó Alberto Fernández para favorecer a ese mecanismo. Además, Alberto fue en los años noventa superintendente de Seguros durante el gobierno de Carlos Menem y no puede soslayarse este hecho. No es algo que él no conozca. Todo esto se supo gracia a la denuncia que hizo el licenciado Giordano que tuvo en ese corto paso por el Anses.

—¿Este hecho va a condicionar y perjudicar al kirchnerismo de cara a las elecciones de medio término del año próximo?

Desconozco y no soy una comentarista de la política. Supongo que deberán pensar en reorganizarse, tanto el kirchnerismo como el peronismo, pero es evidente que no los beneficia.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas, organizado por estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (USBA) y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.

Agradecerles a ustedes. Están estudiando Periodismo de Investigación, y es algo que se necesita en Argentina. Porque muchas veces los hechos de corrupción fueron descubiertos, seguidos e investigados por periodistas. En Argentina han habido muchos, desde la venta de armas a Ecuador y Croacia hasta la causa Cuadernos más recientemente, en donde el periodismo hizo una tarea espectacular. Creo mucho en el periodismo de investigación en tiempos en los que las redes sociales difunden noticias banales y también fake news. El rol del periodismo tiene que revalorizarse y creo que la sociedad lo va a revalorizar porque en un momento se tiene que saber la verdad.

Alejandro Castriota, Manuel Blanco y Vivian Courreges
Estudiantes del Posgrado en Periodismo de investigación
Universidad del Sur de Buenos Aires