Sheinbaum ganó por amplio margen en elecciones históricas

Claudia Sheinbaum se convierte en la primera presidenta de México con una aplastante victoria, aprovechando la popularidad del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y heredando al mismo tiempo una violencia criminal rampante y un gran déficit fiscal dejado por su Gobierno.

Se prevé que la ex jefa de Gobierno de la capital del país y candidata del partido gobernante, Morena, reciba entre el 55% y el 63% de los votos, según tres encuestas de salida. Se calcula que Xóchitl Gálvez, representante de una coalición de partidos de la oposición que ha gobernado el país durante casi 90 años, obtendrá entre el 27% y el 33% de las papeletas.

Quién es Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México

La tarea a la que se enfrenta la científica reconvertida en política es de enormes proporciones. AMLO, como se conoce a su mentor, permitió que los cárteles de la droga expandieran su influencia por la segunda mayor economía de América Latina, lo que se tradujo en tasas récord de asesinatos. También elevó el gasto hacia el final de su mandato, extendiendo cheques de asistencia social que le convirtieron en un héroe para la gente con menores ingresos, pero que dejaron al país con el mayor déficit fiscal desde la década de 1980.

El reto para Sheinbaum, de 61 años, es que le debe a AMLO su victoria y ahora tiene que andarse con cuidado con su legado. El actual presidente tiene un índice de aprobación de alrededor del 60%, lo que significa que podría haber ganado fácilmente la votación si la Constitución no le prohibiera reelegirse

Así que, aunque Sheinbaum se comprometió durante la campaña a seguir su visión, no puede permitirse dejar que se agrave la crisis de seguridad pública. Las elecciones más grandes de la historia de México fueron también las más violentas de su historia moderna.

El legado de AMLO

En medio de una economía debilitada, Sheinbaum deberá también encontrar una solución permanente para la estatal Petróleos Mexicanos, la compañía petrolera más endeudada del mundo, que se ha convertido en un lastre para las finanzas públicas. Las calificadoras ya han advertido que la inacción podría costarle a México su grado de inversión.

Claudia Sheinbaum se abrazó con Alberto Fernández y la saludaron Cristina, Evo Morales y Maduro

La amplia ventaja de Sheinbaum le dará cierto margen de maniobra. Sugiere que Morena y sus partidos aliados están preparados para un buen desempeño legislativo, probablemente manteniendo el control de ambas cámaras del Congreso y quizás incluso obteniendo dos tercios de los escaños. La mayoría calificada le otorgaría el poder de aprobar cambios constitucionales que AMLO no ha logrado.

Se prevé que los resultados finales del Congreso podrían tardar más en darse a conocer.

“Su victoria será tanto un voto de agradecimiento por lo que ha hecho AMLO como un voto de entusiasmo por la propia Sheinbaum”, dijo Andrew Paxman, profesor de historia en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). “Falta ver si eso será suficiente para que siga siendo una líder eficaz, dada la duda que existe sobre su futura relación con el Congreso”.

Aunque ganar por un amplio margen ayudará a Sheinbaum a impulsar su agenda en el Congreso, persiste una pregunta crucial: ¿Será su G3obierno una mera extensión del de AMLO o buscará cambios significativos para abordar los problemas más apremiantes de México?

Las perspectivas de que Morena se convierta en una fuerza política aún más fuerte, junto con la incertidumbre sobre si Sheinbaum llevará a cabo las controvertidas reformas de los sistemas judicial y electoral que AMLO buscó y no logró aprobar, tienen preocupados a los inversores, que preferirían una oposición fuerte que la mantuviera a raya.

E incluso si decide modificar algunas cosas, es incierto hasta dónde podría llegar. Durante su sexenio, AMLO ha realizado profundos cambios en instituciones como el Ejército, al que convirtió no solo en la fuerza de seguridad más visible del país, sino también en una enorme empresa encargada de construir y gestionar aeropuertos, ferrocarriles y otros proyectos de infraestructura.

Sheinbaum también tendrá que considerar si implementa reformas favorables a las empresas y promueve la inversión en energía, agua y otros proyectos de infraestructura para que México aproveche al máximo la tendencia de nearshoring que tiene a las empresas buscando reubicarse más cerca del gran mercado de consumo estadounidense.

“Superpeso”

Con AMLO, el peso mexicano se convirtió en la divisa de mejor rendimiento entre sus pares de mercados emergentes. El denominado “superpeso” fue en un inicio un acontecimiento bienvenido porque estimuló el consumo interno de importaciones. Pero se ha convertido en un lastre para la economía, al elevar los costos de producción de los exportadores y debilitar el poder adquisitivo de las remesas que los mexicanos reciben de sus familiares en el extranjero.

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez cerraron su campaña en México: quiénes son las candidatas que buscan suceder a López Obrador

Algunos líderes empresariales ven señales de que Sheinbaum podría ser más amigable con el sector privado, y más abierta a cambiar las políticas energéticas nacionalistas implementadas por AMLO. Eso está por ver. Sheinbaum se ha ceñido principalmente a los principios básicos que hicieron tan popular al líder saliente, prometiendo ampliar los programas de bienestar y denunciando la corrupción a todos los niveles.

Muchas de las políticas de Sheinbaum —desde la relación con China hasta la migración— dependerán también de quién sea el próximo presidente de Estados Unidos. El posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca puede ser un factor que complique las cosas, ya que no está claro si ambos líderes se llevarían bien.

En el plano interno, Sheinbaum también tendrá que mantener unida a la coalición gobernante. Morena tiene raíces de izquierda, pero ha crecido para acoger a miembros que desertaron de otros partidos, lo que lo ha convertido en una amalgama con poca consistencia ideológica.

El presidente saliente ha prometido entregar las riendas y retirarse a su rancho tras dejar el cargo, pero que realmente esté preparado para abandonar los focos está por verse, sobre todo si la coalición gobernante empieza a fracturarse.

Traducido por Paola Torre.