Pánico global enreda aún más conversaciones de deuda argentina

Los bonos argentinos cayeron a mínimos históricos el lunes después de la venta global, lo que complica las negociaciones en curso entre el Gobierno y los acreedores privados para reestructurar la deuda de la nación.

Pasos. Guzmán enfrentará vencimientos en pesos por $ 400 mil millones en los próximos dos meses. Esta semana refinanció una parte, criticó a los acreedores que no aceptaron y pagó el resto. Foto: AFP

Los bonos argentinos cayeron a mínimos históricos el lunes después de la venta global, lo que complica las negociaciones en curso entre el Gobierno y los acreedores privados para reestructurar la deuda de la nación.

Ya maltratado por la crisis económica de la nación, el bono a cien años de Argentina en dólares cayó hasta 12% en las primeras operaciones a 34 centavos por dólar. El riesgo soberano, la brecha en los rendimientos entre los bonos argentinos y los bonos del Tesoro de EE.UU., aumentó más de 400 puntos a 2.830.

El pánico global coincide con una semana crítica para las conversaciones de deuda de Argentina dado que el ministro de Economía, Martín Guzmán, tiene programada una oferta formal a los acreedores, de acuerdo con el cronograma del Ministerio. Si bien la caída de los bonos puede fortalecer la mano del Gobierno, también aumenta la presión financiera sobre los acreedores para obtener un buen acuerdo.

“Dudo que esto ayude a la negociación de la deuda”, dijo Alejo Costa, estratega argentino jefe de BTG Pactual en Buenos Aires. “Porque en todo caso el comprador va a mutar hacia el inversor distressed, más propenso a litigar si la oferta no le parece razonable”.

Argentina también está renegociando una línea de crédito récord de US$56.000 millones con el Fondo Monetario Internacional. Guzmán tiene la intención de concluir las negociaciones con acreedores privados para fines de marzo, un cronograma que muchos los analistas dicen está muy apretado. Se estima que la economía argentina se contraerá en 2020 por tercer año consecutivo, con un alto nivel de desempleo y una inflación de 53%.