Terapia de shock

Javier Milei quiere que los argentinos dolaricen por él

Supermercados, fabricantes e incluso bares han empezado a ofrecer pagos en dólares, mientras bancos y empresas de tecnología financiera están desarrollando métodos de pago con la moneda estadounidense.

Javier Milei, Presidente de la Nación Foto: AFP

Javier Milei parece haber abandonado su visión de una dolarización oficial y repentina de la economía argentina. El político, que sugirió dinamitar la máquina de imprimir pesos del banco central durante la campaña presidencial del año pasado, ya no habla de eso. En su lugar, quiere que los argentinos hagan el trabajo por él. Dólar a dólar, peso a peso.

El planteo actual —denominado “dolarización endógena”— consiste en cerrar los grifos de emisión de pesos, para limitar la oferta de la moneda local y forzar a los argentinos a desprenderse de sus dólares para pagar sus gastos cotidianos. Con el tiempo, se supone que esto aumentará la cantidad de dólares en circulación y reducirá la dependencia del peso, que ha perdido el 62% de su valor desde que Milei asumió el cargo.

“Apuntamos a remonetizar la economía, tanto en pesos como en dólares”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en un discurso el 20 de septiembre. “Queremos que la gente use sus dólares porque eso reactiva la economía, genera más recaudación y nos permite bajar impuestos”.

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Supermercados, fabricantes e incluso bares han empezado a ofrecer pagos en dólares, mientras bancos y empresas de tecnología financiera están desarrollando métodos de pago con la moneda estadounidense. “La dolarización ya está en marcha”, afirma Emiliano Merenda, ejecutivo del agente de bolsa Win Securities. “El Gobierno está dolarizando la economía sin que la mayoría de la gente se dé cuenta. Cada paso que da está dirigido a introducir dólares en la economía formal”.

Dolarización sin dólares

Una razón clave por la que el gobierno hace lo que hace está en que no tiene acceso a dólares. Argentina tiene un déficit de reservas internacionales de US$7.600 millones, según PPI, otro agente de bolsa, y su riesgo país está en los 1.284 puntos, medido por el índice de JPMorgan. Está muy lejos de otros países de la región, como Brasil, que tiene uno de 211 puntos, o Colombia, con 317 puntos.

Diez meses después de asumir el cargo, Milei mantiene las restricciones cambiarias, conocidas como “cepo”. Su gobierno prohíbe la compra de divisas a particulares, obliga a los exportadores a vender sus dólares en el mercado oficial y da a los importadores las divisas en dos cuotas mensuales.

Milei no planea levantar esas restricciones a corto plazo. En cambio, apuesta por una amnistía fiscal. La iniciativa, que los expertos del sector estiman que ha generado un flujo de US$10.000 millones a los bancos hasta la fecha, insta a los argentinos a devolver sin penalidad hasta US$100.000 por persona a la economía formal antes del 31 de octubre.

Dolarización homeopática

Algunas empresas ya están dando pasos para dolarizarse. Diarco, una cadena de hipermercados, anunció en agosto que aceptaría pagos en dólares a un tipo de cambio un 40% superior al oficial. Otros supermercados, entre ellos el mayorista Vital y el Grupo Dinosaurio, han seguido su ejemplo.

Patagonia Flooring, fabricante de pisos, dijo que acepta cualquier dólar, incluso los que tengan manchas o estén escritos, según un cartel en su tienda de Buenos Aires.

Cabaña Don Theo, una empresa frigorífica de Esteban Echeverría, una localidad cercana a Buenos Aires, comenzó el mes pasado a aceptar pagos en dólares. “Es una estrategia para incentivar el consumo”, dijo Fernando Majeras, dueño de la empresa.

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Las empresas fintech también se están sumando. Una de ellas, Cocos Capital, lanzó la semana pasada una billetera virtual que permite a los consumidores utilizar los dólares de su cuenta para hacer compras en pesos.

Billetes

De esta manera, la cantidad de dólares está empezando a crecer. Los ahorros en dólares de los argentinos en bancos —unos US$28.800 millones— han aumentado un 82% en lo que va del año, a un ritmo de más de US$1.000 millones por día, según datos oficiales. Aun así, solo representan el 31,5% del total, levemente por encima del 25% de finales del año pasado. Los préstamos en dólares han duplicado su volumen, pero siguen representando solo el 15% del total.

Para los economistas, aún queda mucho camino por recorrer. “Sí, la economía se está dolarizando endógenamente, pero muy lentamente”, señaló en una entrevista el economista ecuatoriano Francisco Zalles. Zalles forma parte de un grupo de economistas de Ecuador, que sustituyó su moneda por el dólar allá por el año 2000, y que incentiva a Milei a acelerar la transición al dólar. “¿Por qué hacer sufrir tanto a la economía argentina?”, dice.

Algunos economistas sugieren seguir el ejemplo de otros países con dos monedas, como Uruguay y Perú. “Estos países tienen competencia de monedas y redujeron la dependencia de su economía del dólar”, explica Marina Dal Poggeto, directora ejecutiva de la consultora EcoGo en Buenos Aires.

De vuelta a los bancos

Los argentinos tenían la friolera de US$277.000 millones en fondos no gravados durante el primer trimestre, aproximadamente diez veces más que los pesos en circulación, según las estadísticas oficiales.

Una parte de esos fondos está nutriendo a los bancos. En los últimos meses, los bancos han abierto unas 200.000 cuentas en dólares para clientes, según fuentes con conocimiento directo.

En los últimos días, el banco central permitió a los bancos emitir tarjetas de débito en dólares, en un intento de canalizar los ingresos del blanqueo de capitales hacia el consumo y la economía en general.

¿Misión (im)posible?

Una estricta regulación prohíbe a los bancos prestar dólares a quienes no tengan ingresos en divisas. Los bancos están obligados a mantener encajes en dólares, lo que los lleva a retener dos de cada tres dólares en sus depósitos.

Los banqueros planean pedir a Caputo que rebaje esos encajes para aumentar la capacidad de prestar en dólares, según personas con conocimiento directo.

Persisten las dudas

A pesar de los recientes avances, algunas empresas mantienen sus dudas. En Diarco, los pagos en dólares aún no representan grandes volúmenes, dijo Laureano García, director de marketing de la cadena: “No creo que el hábito de pagar en pesos cambie sustancialmente en el corto plazo”, indicó.

Será difícil convencer a la gente que deje de “usar pesos y se quede con dólares”, dijo Ariel Sbdar, CEO de Cocos Capital. Fernando Majeras, comerciante de carne, está de acuerdo. “No creo que Argentina se dolarice”, afirma.

‘Terapia de shock’ es una columna semanal de análisis enfocada principalmente en finanzas y mercados de Argentina

Traducido por Ignacio Olivera Doll.