La Unión Europea sigue adelante con los aranceles a vehículos eléctricos de China
La medida entraría en vigor esta semana, entrada en vigor esta misma semana, tras meses de negociaciones, amenazas de represalias chinas y súplicas de la industria automovilística para evitar una escalada.
La Unión Europea impondrá aranceles más elevados, con un máximo del 45%, a los vehículos eléctricos procedentes de China, lo que agudizará las tensiones comerciales entre las principales potencias exportadoras del mundo.
El reglamento que introduce los gravámenes se publicará el miércoles en el diario oficial de la UE. Así se allana el camino para su entrada en vigor esta misma semana, tras meses de negociaciones, amenazas de represalias chinas y súplicas de la industria automovilística para evitar una escalada.
Los aranceles europeos a los vehículos eléctricos suponen un revés para los fabricantes chinos, que ya se han visto excluidos de un mercado potencial enorme: Estados Unidos, que este año ha cuadruplicado sus aranceles hasta más del 100%, argumentando las “amplias” subvenciones públicas y el aumento del 70% de las exportaciones el año pasado.
Los gravámenes de la UE varían en función del fabricante y oscilarán entre el 8% y algo más del 35%, sumado al 10% actual.
China se convirtió en el primer proveedor de autos en América Latina
La última oleada de aranceles de Occidente llega en medio del temor a que China esté a punto de dominar el mercado mundial de los automóviles a expensas de sus rivales estadounidenses y europeos. Desde que introdujo una nueva tecnología de baterías en 2020, BYD Co. —la principal marca china de vehículos eléctricos— ha pasado de ser uno de tantos productores en un mercado nacional abarrotado a figurar entre los 10 principales fabricantes de automóviles del mundo.
Aun así, los importantes fabricantes de automóviles europeos Mercedes-Benz Group AG y BMW AG se opusieron a los aranceles por temor a que la disputa perjudique sus ventas en China en un momento en el que ya están pasando apuros. A inicios de esta semana, el principal dirigente sindical de Volkswagen AG dijo que el mayor fabricante de automóviles de Europa planea cerrar al menos tres fábricas en Alemania.
La UE y su segundo socio comercial seguirán negociando para buscar soluciones alternativas incluso después de la entrada en vigor de los aranceles, pero las conversaciones no han logrado hasta ahora ningún avance. El punto muerto aumenta el riesgo de una escalada de la confrontación en una relación valorada en €739.000 millones (US$799.000 millones) en comercio bilateral de mercancías en 2023.
Los negociadores de Pekín y Bruselas han estado estudiando la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre los llamados compromisos de precios, un complejo mecanismo de control de precios y volúmenes de exportación utilizado para evitar los aranceles que la UE justificó como medidas destinadas a contrarrestar las subvenciones industriales chinas.
Personas familiarizadas con las conversaciones dijeron que Pekín aún no había presentado propuestas que cumplieran los estrictos requisitos de la UE, entre ellas la adaptación a las normas de la Organización Mundial del Comercio y la equiparación del efecto de los aranceles. El bloque de 27 países también quiere asegurarse de que la UE pueda supervisar el cumplimiento de las disposiciones.
Pekín parece estar preocupado sobre todo por conseguir un mejor acuerdo para SAIC Motor Corp, el fabricante estatal más afectado por los aranceles, según estas personas, que hablaron bajo condición de anonimato.
La UE ha estado estudiando acuerdos de precios individuales con algunos fabricantes de automóviles, incluidos los que pretenden trasladar la producción de algunos modelos a Europa en un futuro próximo. Con estos acuerdos se levantarían los aranceles sobre los modelos cubiertos por los acuerdos alternativos.
Pekín ha acusado a la UE de usar la táctica “divide y vencerás” y ha advertido a los fabricantes de que no busquen este tipo de acuerdos, ya que los quiere a todos bajo un acuerdo global en el marco de las conversaciones que dirige un organismo comercial chino. La UE ha dicho que los acuerdos individuales son posibles en virtud de las normas de la OMC.
Las amenazas desde China
China también ha amenazado con congelar las inversiones en los Estados miembros que respalden los aranceles y tomar represalias con sanciones propias sobre productos europeos, como los lácteos, la carne de cerdo y el brandy, así como los automóviles con motores grandes. China inició en junio una investigación antidumping sobre la carne de cerdo europea, aunque aún no ha concluido.
La UE ha dicho que defenderá sus intereses contra cualquier investigación indebida y ya llevó a China ante la OMC por su investigación antisubvenciones a la industria láctea europea.
Los funcionarios europeos dijeron que esperaban que la represalia de China se materializara el próximo mes y que los Estados miembro a su vez seguirían presionando a la UE para cerrar un acuerdo una vez que eso suceda.
China redujo las tasas arancelarias sobre los vehículos con motores grandes al 15% en 2018 y ahora advierte que podría volver a elevarlas hasta el 25%.
Traducción editada por Paulina Steffens.
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